LA OBSERVACIÓN PARTICIPANTE

OBSERVACIÓN PARTICIPANTE

Esta técnica se basa en el supuesto de que la presencia directa del investigador ante los hechos de la vida cotidiana de la población en estudio garantiza la confiabilidad de los datos recogidos y el aprendizaje de los sentidos presentes en las actividades de dicha población. De esta manera, la experiencia y la testificación se convierten en la fuente de conocimiento.

La observación participante consiste en dos actividades para el investigador:

Observar sistemática y controladamente lo que acontece a su alrededor, colocándose fuera del círculo social que estudia;

Participar, comportándose como uno más y formando parte de las actividades que realizan los miembros de la población en estudio.

Según los positivistas, al investigador se le presenta una disyuntiva entre observar y participar cuando pretende aplicar al mismo tiempo ambas técnicas, ya que cuanto más participa menos observa, y cuanto más observa menos participa.

Ambas técnicas son dos formas de acceso a la información, como si la observación fuera externa y la participación fuera interna.

PARTICIPAR PARA OBSERVAR / OBSERVAR PARA PARTICIPAR:

Los enfoques positivistas consideran que la participación introduce obstáculos en la objetividad, ya que pone en peligro la desimplicación del investigador debido al acercamiento personal a los sujetos. Por esta razón, prefieren una observación neutra, externa y desimplicada. La participación se justifica sólo si los sujetos se la demandan al investigador, pero la observación siempre debe ser la técnica prioritaria, mientras que la participación sería un “mal necesario”.

Por otro lado, el interpretativismo, considera que una cultura y sus significados se aprenden viviéndolos. Por esta razón, prefiere la participación ya que permite que el investigador comprenda desde adentro a los sujetos que estudia (inmersión subjetiva). Se trata de vivenciar en carne propia cada acto y cada gesto, por lo que las herramientas son: la experiencia directa, los órganos sensoriales y la afectividad.

La subjetividad es parte de la conciencia del investigador y desempeña un papel activo en el conocimiento. El aparato cognitivo será el que dará sentido a lo que los afectos, la vista y el oído le informan.

La diferencia entre observación y participación radica en el tipo de relación cognitiva que el investigador entabla con los sujetos/informantes y el nivel de involucramiento resultante. La observación no es del todo neutral ya que incide en los sujetos observados; y la participación nunca es total, excepto cuando el investigador adopta, como campo, un referente de su propia cotidianidad.

PARTICIPACIÓN: LAS DOS CARAS DE LA REFLEXIVIDAD

Al comenzar su trabajo de campo, el investigador actúa conforme a lo que sabe, es decir, conforme a sus propias pautas de

...