¿La Gran Recesión: causa y origen del “lento crecimiento" de la economía mundial una década después?
Enviado por Ana Laura Imbernó Díaz • 8 de Septiembre de 2019 • Ensayo • 3.445 Palabras (14 Páginas) • 310 Visitas
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¿La Gran Recesión: causa y origen del “lento crecimiento" de la economía mundial una década después?
La crisis económica que comenzó en el 2008, originada en los Estados Unidos, por causas como los fallos en la regulación económica, la gran cantidad de delitos cometidos por los bancos, la sobrevalorización del producto, la mejora de los precios de las materias primas debido a una mayor demanda de las mismas y a un mercado mundial más competitivo, crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados; trajo consigo notables efectos difícilmente reversibles en el corto y mediano plazo para la economía mundial.
Dicha crisis se detonó de forma muy rápida en el entorno internacional, países como Japón, Australia y Nueva Zelanda sufrieron contracciones de su Producto Interno Bruto de más del 0.5% en promedio. Por otro lado, el mundo árabe perdió, en principio, 3mil millones de dólares aproximadamente a consecuencia de la crisis. La extensión de la misma junto con el alto desempleo, los convirtió en una preocupante “bomba de tiempo” lo que favoreció el surgimiento de movimientos de protesta masivos particularmente en Túnez, Libia, Egipto y Siria, en los que en los tres primeros se derrocó a los gobiernos autocráticos aliados tradicionales de Occidente.
En dicho período se disparó la inflación llegándose a niveles nunca antes obtenidos, siendo los países exportadores de petróleo los más afectados por este fenómeno debido al aumento de las reservas de divisas extranjeras, según lo indicó el FMI a mediados del 2008. Para el año 2009 la condición de inflación se revirtió y en el panorama económico se observaban despuntes de deflación lo que provocó que el Sistema de Reserva Federal, situara una tasa de interés prácticamente del 0% lo que, en otro período, bajo otras condiciones, supondría algo contraproducente. En 2011 se registró un nuevo máximo en cuanto al tema de desempleados, que se redondeaba a casi 205 millones de personas en todo el mundo.
Al rebajar los países la cotización de sus monedas en busca de ventajas competitivas para fomentar la exportación como vía de escape a la crisis se empezaron a notar señales claras de una guerra de divisas (dólar, euro, yén y yuan) y con ello una guerra comercial que acentuaría y retrasaría indudablemente el proceso de recuperación.
La crisis no tardó en mostrar sus efectos también en América Latina tal y como lo expresó Cristina Fernández presidenta de argentina en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU denominando a dicha crisis como Efecto Jazz dado que el origen de la crisis fue el centro de Estados Unidos y se expandió hacia el resto del mundo y en el caso particular de Argentina se manifestó en fuertes desequilibrios en el intercambio bilateral principalmente en el sector de la siderurgia y las máquinas e implementos agrícolas. México fue otro de los países fuertemente golpeados por la Gran Recesión debido a: la alta dependencia en su comercio exterior con los Estados Unidos, el poco avance de la producción y la corrupción del Estado mexicano, toda esta convulsa suma trajo como resultado el aumento del desempleo a una tasa comparativamente mayor a la del año anterior, la implementación de nuevas medidas fiscales que tenían como fin elevar impuestos y a instaurar otros nuevos, aunque lamentablemente los mismos no fueron destinados a nuevas inversiones o al proceso productivo específicamente sino que fueron encaminados a aumentar la estructura gubernamental que consumía casi ¾ partes del presupuesto. Todo esto junto con la pérdida del poder adquisitivo del peso mexicano frente al dólar hizo que la CEPAL declarara a México como el país más afectado por la crisis en la región al presentar una contracción de su PIB del 7%.
Otro caso afectado por la crisis en nuestra región fue Venezuela que despuntó con niveles de inflación del 700% reconocida como la mayor inflación del siglo XXI. Las crisis económicas generalmente se acompañan de peor salud por el aumento del desempleo y de la pobreza, así como en algunos casos el aumento de los suicidios a nivel global y esta no fue la excepción llegando a ser el suicidio la segunda causa de muerte más frecuente para personas entre 10 y 24 años.
Una crisis de esta magnitud supone grandes retos a fin de un proceso de recuperación total de la economía mundial y que hoy en día sigue siendo una meta para todas y cada una de las economías del mundo. Se prevé que la recuperación, que según expertos comenzó en 2017, se fortalezca, siendo empujada por el dinamismo de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, conforme las condiciones en las economías más afectadas se normalizan gradualmente.
Actualmente el mundo cuenta con ritmos de crecimiento modestos y por debajo de los inicialmente previstos, perceptibles secuelas de la Gran Recesión ejemplificándose en conflictos y tensiones geopolíticas que continúan afectando las perspectivas económicas en varias regiones, el débil ritmo de la inversión, la disminución en el crecimiento del comercio internacional, el lento crecimiento de la productividad y los elevados niveles de deuda.
“Tras años de niveles desalentadores de crecimiento mundial, observamos esperanzados mejores perspectivas económicas para el futuro”, manifestó JimYong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial.
Fue en el año 2017 que se previó que PIB mundial se expandiría un 2.7% y un 2.9% en 2018, lo que es más señal de una estabilización en el crecimiento mundial que una muestra de recuperación total sostenida y necesaria, de manera que el crecimiento ha sido “demasiado lento durante mucho tiempo”.
Economías de gran impacto a nivel mundial muestran signos de estabilización, tal es el caso de EE.UU. que mejorará su ritmo de crecimiento a medida que cobre impulso la inversión. “Dado el enorme papel que desempeña Estados Unidos en la economía mundial, los cambios en la orientación de las políticas pueden dar lugar a una reacción en cadena a nivel mundial. A corto plazo, unas políticas fiscales más expansivas en Estados Unidos podrían suponer un crecimiento mayor en ese y otros países, pero los cambios en materia comercial y en otras políticas podrían neutralizar esos beneficios” (Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas de Desarrollo Económico del Banco Mundial)por lo que el estímulo fiscal propuesto y otras iniciativas de políticas en Estados Unidos pueden repercutir de forma ambigua en la economía mundial. Se espera además un crecimiento constante para Japón y Europa, también muy relevantes a nivel internacional.
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