La democracia. El trabajo político
Enviado por Pamela Hernández • 17 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 1.098 Palabras (5 Páginas) • 83 Visitas
La finalidad de la lectura es explicar la diferencia entre democracia y un gobierno
representativo, retomando los puntos de vista de varios filósofos como Schumpeter,
Roseau, Madison y Sieyès, así mismo la historia y el camino de naciones como Gran Bretaña,
Estados Unidos de América y Francia.
Las ideas principales.
1. Gobierno representativo Vs Democracia.
La democracia representativa tiene su origen en un sistema de instituciones que
inicialmente no se percibe como una forma de democracia. Rousseau vio en el parlamento
británico, un abismo inmenso entre un pueblo libre que hacía sus propias leyes y un pueblo
que elegía representantes para que le hicieran leyes.
La democracia se concibe como un pequeño número de ciudadanos asalta y administra el
gobierno en persona. La verdadera diferencia entre las antiguas democracias y las
repúblicas modernas radica en la exclusión total del pueblo en su capacidad colectiva de
participación y participación en las últimas, y no en la exclusión total de los representantes
del pueblo desde la administración de la primera.
No es una representación como aproximación del gobierno por parte del pueblo, es un
sistema político esencialmente diferente y superior. Representación; para refinar y ampliar
la opinión pública haciéndola pasar por el medio de un cuerpo elegido de ciudadanos cuya
sabiduría puede discernir mejor el verdadero interés de su país y cuyo patriotismo y amor
por la justicia será menos probable que lo sacrifique a una consideración temporal o parcial.
2. El trabajo político.
De acuerdo con Siéyes, los individuos estaban ocupados principalmente en la producción
económica y el intercambio, ya no disfrutan de participar en los asuntos públicos, por lo que
utilizan la elección para confiar el gobierno a personas que pueden dedicarse a la tarea.
Para el gobierno representaba la división del trabajo, por lo que la representación
ciudadana no es una democracia, es una forma de gobierno esencialmente diferente y,
además, preferible.
3. La verdadera representación del pueblo.
Varios autores del siglo XX han propuesto teorías de la democracia que han sido
categorizadas (principalmente por sus críticos) como elitistas. Son elitistas no porque
destaquen la superioridad cualitativa de los representantes sobre los que representan (en
el sentido definido en el capítulo anterior), sino porque resaltan otra diferencia, presentada
como esencial, entre gobierno representativo y gobierno del pueblo. Las elecciones,
sostiene Schumpeter, no expresan ninguna voluntad popular con respecto a las políticas.
"Eligiendo individuos que se reunirán para poner en práctica su voluntad" (Schumpeter), la
gente simplemente selecciona, entre una serie de competidores, a los que tomarán
decisiones políticas. Este arreglo institucional para la toma de decisiones políticas, en el que
los individuos adquieren el poder de decidir mediante una lucha competitiva por el voto
popular es el gobierno representativo, el cual prácticamente nunca ha sido cuestionado. No
ha cambiado en los últimos 200 años: la extensión gradual de los derechos de voto y el
establecimiento del sufragio universal son los más evidentes.
4. La funcionalidad del sistema.
¿Las instituciones representativas establecen algún tipo de vínculo entre las decisiones de
quienes gobiernan y las preferencias políticas del electorado? Hemos visto que los
fundadores del gobierno representativo no pretendían crear un sistema en el que
gobernara la voluntad popular, pero tampoco deseaban que las decisiones de los
representantes no tuvieran conexión con lo que quieren los votantes.
Para Madison es "refinar y ampliar las opiniones del público pasándolas por medio de un
cuerpo elegido de ciudadanos"
Así que debemos mirar los arreglos institucionales que, en el gobierno representativo,
determinan cómo se toman las decisiones públicas y cómo se relacionan con lo que quiere
el electorado. Los sistemas representativos no autorizan (de hecho, prohíben
explícitamente) dos prácticas que privarían a los representantes de cualquier tipo
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