La educación en el Perú ( Una mirada rápida)

La educación en el Perú (Una mirada rápida).

Observo a veces a los niños de esta generación y sus búsquedas; muchos se internan de modo simple a espacios donde la información se encuentra con el solo clicar de un botón en un ordenador, los veo perderse en ese mundo de virtualidad inacabable, más bien diría yo, un espacio donde es fácil extraviarse; allí nuestros niños, inocentes, ávidos, consumidores, influenciables sin tener la capacidad de discriminar la información que van a consumir todo lo que encuentran a su paso sin siquiera tomarse el tiempo para preguntarse, qué dirección tomar.

Imposible predecir qué tantas corrientes los llevarán a buen puerto y que otras tantas los llevarán a ninguna parte o los apresarán en mundos inimaginables muy alejados de su realidad y solo por el placer de escapar de la terrible en la que viven, se quedarán atornillados a sus asientos frente a la pantalla, horas tras horas mientras la vida pasa de largo inexorablemente.

El sistema educativo deficiente que enfrentamos día a día nos arrojó al último peldaño según el examen PISA 2013. Fue el momento en que seguramente no hubieron formas de justificar tamaña humillación para nuestros estimados especialistas de Ministerio de la Educación en mi país.

Intento pues a partir de lo aprendido, trabajar con quienes en conjunto tenemos la preocupación de ABORDAR y buscarle salidas creativas a través de un equipo multidisciplinario; al problema que nos une esta vez. Promover nuevas propuestas educativas que se conviertan en reformas aplicables es un sueño difícil pero no imposible.

De hecho es importante reconocer los esfuerzos que actualmente hace el estado, promoviendo a través de Programas de Innovación Pedagógica y entrega de herramientas tecnológicas para la modernización de la enseñanza. Pero es también real que desde el 2011 en que se aplican estas iniciativas (Proyecto Huascarán), los resultados no cobran significación por el contrario han resultado deficientes.

El planeta está creciendo, su proyección a poblacional al 2050 según estudios de expertos en demografía de la ONU será de 9,200 millones de habitantes y de los cuales 7900 vivirán en países menos desarrollados. Me pregunto cómo abordarán nuestros ciudadanos del futuro tremenda demanda desde la alimentación, la vivienda y la educación y otros.

Convirtiendo el tema de la EDUCACIÓN el día de hoy en un tema clave, estratégico y trasversal a la vida del ser humano. Si partimos desde el punto “La co-dependencia entre el conocimiento y la realidad” sabiendo que generar conocimiento desde una cultura define las conductas de los hombres en una sociedad; podremos ponerle más empeño y dedicación a la labor de educación en todos sus niveles, pensando en que será la educación de hoy la plataforma y sostenimiento de la cultura del mañana.

El conocimiento que nos ocupa el vivir nuestra cultura y su marcada influencia y nos hace distraer de temas esenciales, mientras nos metemos con más intensidad a redes sociales, tendencias y modas, y tantas otras influencias; no tomamos interés por ejemplo en cómo enfrentar la problemática del agua, el calentamiento global, crecimiento demográfico y control de natalidad, los problemas de vivienda, recursos naturales, etc.

Sabemos que nuestras verdades están plenamente ligadas a la sociedad y cultura en la que vivimos. Por lo tanto podemos predecir que los ciudadanos del mundo en el 2050, heredaran los conocimientos que construimos hoy. Partiendo desde este otro punto, preguntémonos cuanta responsabilidad tenemos en nuestras manos y qué tanto somos conscientes de esta responsabilidad.

Empezar por unir voluntades e iniciar acciones concretas desde nuestro campo de acción profesional generará una tendencia; siempre y cuando estas acciones nos brinden los resultados esperados. Hilar fino para crear proyectos factibles, buscar aliados estratégicos que tengan la mirada en nuestra misma dirección es el primer paso a seguir. Usar los medios tecnológicos para influenciar a las personas de modo acertado es aún mayor responsabilidad.

Es sumamente importante entonces empezar por hacer que este equipo multidisciplinario empiece por hablar “El mismo idioma”, no hablo del idioma literalmente, hablo de la temática que hoy es mi preocupación y la de algunos otros. Tenemos andado un regular camino en trabajo de campo, desde ahí, desde el caminar es que nacen nuestras preocupaciones e inquietudes pero también nuestro respaldo y motivación a reencontrarnos.

El método científico aplicado en la educación nos obliga a aplicar el principio de autoridad; convocar al proyecto a profesores, psicólogos, antropólogos y sociólogos, ha sido nuestra tarea más difícil. Nos toca ahora empezar y decidimos usar del modelo de la educación popular que inicialmente nos ha dado buenos resultados.

Partiendo de la premisa que la familia es la base de la sociedad y desde ella los individuos aportan al desarrollo y la trasformación de la cultura.

Podemos decir entonces; que la familia es un colectivo activo que desde su interior a través de sus costumbres, ideas, valores, normas va determinando un comportamiento y se convierte en el reflejo del desarrollo de su sociedad.

Una de las funciones principales de la familia a parte de la reproductora es la función económica, que busca satisfacer las necesidades de sus miembros, pero dentro de estas funciones, otra de las principales es la de la educación. Dedicarnos a analizar esta función nos llevará a diversas aristas que debemos tomar en cuenta para determinar cómo trabajar el método científico en este campo; el de la educación.

Una de los inconvenientes que hemos tenido dentro de nuestras labores de campo, es el hecho de encontrar la problemática a herida abierta: hogares disfuncionales, escasos recursos económicos, padres ocupados por la obtención de recursos, niños sin dirección por ausencia de los padres, hacinamiento, embarazo precoz, violencia familiar y los más agudo, la ruptura del vínculo hogar- escuela.

Décadas atrás el rol que cumplía la escuela en las familias fue determinante para tener la realidad que hoy tenemos. Pensar que educar a los niños con rigor para que sean “Buenos ciudadanos”, permitió mal interpretar a los padres de aquella época, que el rol de la escuela era ocuparse del desarrollo y formación del individuo y donde el padre debía asegurarse solamente de enviarlos a la escuela y solventar los gastos que demandaba toda su etapa estudiantil. El sistema educativo en ese entonces no previó la necesidad de consolidar el duo hogar – escuela. Actuar de modo paralelo no permitió una educación integral, y hoy arrastramos el pasivo de esas deficiencias, contando actualmente con

...