La filosofía de la química

La filosofía de la química

Siempre he creído que cada persona tiene una misión por cumplir en el mundo, todos en diferente medida. La meta que me he propuesto desde años atrás es esto, descubrir y efectuar aquello para lo que he sido hecha, encontrar el motivo de mi existencia.

Con el paso del tiempo y aprovechando el conocimiento en clases y obtenido de otros medios es posible definir la rama o ramas de conocimiento de interés propio. Después de haber realizado este ejercicio, sabía lo que tenía que hacer. No es un camino fácil, sin embargo es lo que menos me importa.

Quiero dedicar estos años al estudio de la química. Principalmente, al área farmacéutica porque contiene implícitamente materias de mi interés como biología, física, medicina, entre otras.

Sumergiéndome en este universo tan característico, muchas veces, tan poco reconocido  y escuchando las opiniones que ofrecen expertos en este campo, observo que la química presume alejarse de cuestiones humanísticas.

Pero, después del curso de Filosofía, llego a la conclusión de que toda ciencia, todo modelo, toda persona, etc… tiene un principio filosófico y la química no queda exenta.  

Valiéndome de documentos especializados en el tema, efectivamente, la mayoría de los químicos no presentan interés en la relación que ésta materia tiene con la filosofía. Además, éste parece ser un comportamiento global del público científico en general.

Autores como Eric Scerri, Nikos Psarros, Jaap van Brakel y Joachim Schummer dan evidencia a la necesidad de la Filosofía de la Química en la Investigación en Química y en Educación Química, al explicitar que: No existe discurso explícito sobre los objetivos generales en Químicos.^[1]

Por fortuna, durante los últimos años el interés por la reflexión filosófica de esta ciencia ha comenzado a dar un buen giro. Ésta ha adquirido un gran impulso por parte de los nuevos filósofos de la química, quienes no sólo se cuestionan por las concepciones tradicionales, sino que deciden abordar nuevos tópicos que indican la existencia de un ámbito legítimo en la filosofía. ^[2]

En este nuevo campo de investigación de debaten problemas como:

Metafísica de las entidades químicas. Hace referencia a la naturaleza de las entidades químicas. También a este ámbito corresponde la discusión acerca del estatus epistemológico y ontológico de conceptos tales como los de elemento, átomo y molécula, y el de conceptos relacionados como los de estructura y fase.3

El problema del realismo. Que tal y como lo expresa Eric Scerri,  éste se centra en la fiabilidad sobre la existencia o lo contrario de los referentes de los términos teóricos en química. Esta discusión se centra principalmente en torno a los conceptos de orbital atómico y configuración electrónica, ambos estrechamente ligados.

Autonomía de la química. Tiene como propósito defender la autonomía de la química y la legitimidad de su propio campo de investigación filosófica enfatizando la imposibilidad de ser reducido epistemológicamente a la física^[3]. Si bien los argumentos particulares difieren entre sí, todos los autores concuerdan en considerar que las descripciones y los conceptos químicos no pueden derivarse de los conceptos y las leyes de la física, tal como lo supone el reduccionismo epistemológico^[4].

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