La pena de muerte sólo se ha perpetuado por una especie de crimen legal

“La pena de muerte en un estado o nación baja el nivel de criminalidad”

Alumno: Bitelmajer Nicolas

Profesora: Lorena Meza

Instituto Modelo Esteban Echeverría

6° Año

                                             “La pena de muerte sólo se ha perpetuado por una especie de crimen legal.” 

                                                                                             -François-Auguste-René de Chateaubriand

La pena de muerte es la solución más rápida a un problema que no se sabe  frenar, como es el de la delincuencia, porque el daño que sufren las víctimas nos separa de los autores de estos crímenes y no nos deja entender las verdaderas razones de sus actos, ni sus verdaderas necesidades. Es lamentable, pero aislar a una persona que solo causa problemas a los demás es más fácil, cómodo y rápido, que esforzarnos por ver cómo podemos ayudarlo para que no cause más problemas, y la muerte es un camino que nos evita el hecho de preocuparnos por esa persona, que entendemos que no va a cambiar y que no merece una segunda oportunidad, porque no podemos perdonar el delito que cometió y porque nunca aprenderá a actuar de acuerdo con las reglas que rigen la sociedad. Es una renuncia a la reeducación y una falta de esperanza en determinadas personas de la sociedad, a las que se considera personas inútiles y prescindibles.

Los métodos más conocidos de ejecución son la horca, la decapitación, el fusilamiento, la silla eléctrica y la denominada “inyección letal”. Entre estos, quizás el más usado a lo largo de la historia fue la decapitación, usado desde incluso la Edad Antigua en tiempos de Cristo. Pero actualmente los métodos mas utilizados son la inyección letal o la silla eléctrica

   Según Amnistía Internacional, para el año 2016 casi la mitad de los países del mundo (94) poseen aún en su legislación la aplicación de la pena de muerte. Entre ellos se encuentran China, Corea del Norte, Japón, Arabia Saudita, Egipto o Siria. Algunos de ellos, como Rusia o Corea del Sur, si bien poseen en su legislación la pena de muerte hace más de 10 años en la práctica no la aplican. 104 países abolieron de sus constituciones la pena de muerte.

   En América uno de los países que aplica la pena de muerte es Estados Unidos, pero no se aplica en todo el país, sino que en determinados estados. Entre ellos se encuentran Texas, Georgia y Oklahoma. Otros países americanos como Brasil o Perú la aplican en circunstancias especiales como estado de guerra. China tiene la particularidad de ejecutar a políticos en caso de realizar actos de corrupción.

   No obstante, el caso más extremo y radicalizado en el mundo, además del mundo musulmán,  quizás sea el de Corea del Norte, que ante cualquier disgusto del líder Kim Jong-un, si uno no cae preso es condenado a pena de muerte de formas bastantes violentas. Por ejemplo, en el año 2015, Hyon Yong-chol, entonces ministro de defensa de Corea del Norte, durante un desfile militar se quedó dormido. Este acto fue considerado como una falta de respeto por el líder y, por consiguiente, el ministro fue ejecutado brutalmente en un acto público en el que recibió varios proyectiles de un arma antiaérea y su cuerpo voló literalmente en pedazos.

   Las principales razones por las que las personas son ejecutadas son por violación, secuestro, robo con resultado de muerte (o directamente homicidio) y, más radicalmente, adulterio, homosexualidad o abandono del islam. Estas últimas rigen en países cuya religión oficial es el islam. En tiempos de guerra se ejecutan a personas por traición o espionaje.

   Se sabe, como en todo, que hay personas que están a favor y en contra de esta práctica.

   Entre las organizaciones que poseen una postura opositora a la pena de muerte quizás la que más se destaque sea la FIDH (Federación Internacional de los Derechos Humanos), organismo fundador de la Coalición Mundial Contra la Pena de Muerte. Amnistía Internacional también se encuentra en contra de este castigo.

   Las personas que se encuentran a favor de esta práctica poseen argumentos para justificarla.

• La necesidad de imponer un castigo acorde al crimen cometido
• Consuelo a las personas cercanas a la víctima del criminal
• Reducción de la tasa de criminalidad, tanto en la población general como en una misma persona.

   Más allá de todas estas justificaciones a fin de cuentas, no baja la tasa de criminalidad la pena de muerte y no creo que la pena de muerte resuelva nada debido a que:

• No se le debe quitar la vida a una persona, haya cometido un acto criminal o no, ya que entre los derechos humanos que toda persona posee se encuentra el derecho a la vida, por lo cual ejecutarla sería violar ese derecho, al ser ejecutada una persona también se viola el derecho a la integridad física, siendo este un derecho que ni más ni menos debe garantizar el estado
• En caso de haberse equivocado la justicia en condenar a la persona a muerte, una vez asesinada es imposible quitarlo de la condena, es decir, es irrevocable.
• Muchas personas pueden llegar a morir por falsos testimonios que den las personas que declaren. De hecho, esto es algo que en los países con pena de muerte ocurre.

   Es en sí una práctica inhumana, que puede ser injusta y no garantiza ciertos derechos humanos básicos.

   Según Amnistía Internacional, la pena de muerte debería abolirse por la simple razón que no existe una prueba concreta y definitiva que demuestre que la pena de muerte sirva para disminuir la pena de muerte.

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