La teoría de la plusvalía de Marx y las críticas históricas que ha recibido

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

CARRERA DE FINANZAS

AUTOR: Sebastián Cruz

TEMA: La teoría de la plusvalía de Marx y las críticas históricas que ha recibido

AULA: F4B

FECHA: 2019-12-08

El valor de las mercancías depende de la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlas, es decir que los trabajadores son aquellos que producen valor y que una mercancía vale tanto como la cantidad de horas de trabajo necesarias para producirla o que se han incorporado en ella, por ello los precios en el mercado podrán ser mayores o menores que el valor, pero siempre se van a acercar o parecer al valor.

Así la fuerza de trabajo pasa a convertirse en una mercancía más, capaz de producir su propio valor más un valor adicional, la plusvalía, de la que se apropia el capitalista. Pero si es cierto que los trabajadores contribuyen a producir bienes y servicios a los cuales el empresario y los consumidores adjudican valor, no se puede saber el valor verdadero de la mercancía fuerza de trabajo, ni de cuanto es lo que se debería pagar a los involucrados en el proceso productivo y también resulta ser incapaz de tener en cuenta el valor de bienes como la tierra o las materias primas.

Tampoco se podría realizar un reparto equitativo de los beneficios, ya que si el trabajador A produce 10 unidades de un bien y la sociedad le quita 5 unidades del mismo bien para darle al trabajador B, porque este tiene más necesidades e hijos, esta sociedad le estaría robando al trabajador A y produciendo parásitos que comen y viven de la plusvalía generada por otros; entonces, si existe la llamada apropiación de la plusvalía, este supuesto robo lo podría cometer el empresario o el capitalista y también la sociedad o la clase trabajadora.

Además que el empresario o el capitalista obtienen ganancias de cualquier lado porque tienen la iniciativa, la idea, el mando, el control y el riesgo, ellos toman la producción, la venden, la cobran, reciben el dinero y en algunos casos la reparten, por ello no necesitan robarse la plusvalía, no necesitan tomar lo que no es suyo, les basta y les sobra con tener el mando y estar en el sitio exacto en el  momento oportuno.

Nadie puede sostener que los obreros reciben la totalidad del fruto de su trabajo en el socialismo, porque una parte se les quita vía impuestos y otra vía plusvalía (que las empresas públicas utilizan para financiar el Estado o para renovarse). Además que con la explotación forzosa, es decir que un obrero pueda morir de hambre con niveles de subsistencia mínimos, se establece un chantaje mucho mayor, ya que quien no obedezca no comerá.

Con el afán de reforzar la productividad del trabajo, para abaratar las mercancías y la fuerza de trabajo, se ha mencionado que los salarios bajan en la misma proporción en la que crecen las fuerzas productivas, sabiendo que las máquinas son las que abaratan los medios necesarios de subsistencia y que la producción capitalista tiene como finalidad acortar la parte de la jornada en la que un obrero trabaja para sí mismo.

De esta forma toda mejora en tecnología o educación traerá siempre más plusvalía, nunca más salario. Los empresarios usarán las bajadas de sueldos como arma entre ellos para absorberse unos a otros, concentrando el capital, y con el tiempo los salarios caerán hasta que la menor bajada matase al obrero de hambre, provocando una rebelión que daría paso al socialismo; pero pese a que han pasado muchos años, el sistema capitalista, pese a sus crisis, aún no ha llegado a un colapso y además los salarios han subido.

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