Legalización de armas y su uso en defensa personal

Legalización de armas y su uso para defensa personal.

La legalización de armas es un tema polémico y objeto de debate que resulta muy discutible y controversial. Es de público conocimiento que la inseguridad en Argentina no es simplemente una ‘sensación’, sino un hecho que amenaza día a día no solo a la vida de los ciudadanos, sino el derecho a sentirnos seguros pudiendo asimismo realizar actividades de lo más cotidianas sin la constante preocupación de lo que nos podría pasar. Hoy en día existen normas no escritas (como no sacar el celular en la calle, nunca caminar o viajar sola/o, no pasar por ciertos lugares, mucho menos de noche, entre tantas otras) para pasar desapercibido o no llamar la atención de presuntos delincuentes, porque sino ‘estas regalado’, esto claramente acentuado por el estereotipo de pibe chorro que todos o casi todos adoptamos, que al mismo tiempo, se nos vende en varios medios de comunicación, que además tenemos bien presente casi inconscientemente a la hora de prejuzgar a una persona, generado por ese mismo miedo, esa ‘sensación’ de que con tanta facilidad se nos pueda arrebatar algo que posiblemente costó trabajo y esfuerzo, siendo esto lo de menos, sabiendo que es un hecho de todos los días las agresiones y ultrajes que suceden en las calles, que podrían sucedernos o en muchos casos, que ya nos han sucedido.

 ¿Y qué hacer? ¿Resistirse? ¿Y si me ataca? ¿Si me lastima? ¿Y si me MATA? ¿Por qué? Por un celular, por una bici, por un reloj, por un bolso… No me puedo resistir, me tengo que resignar a esto, a esta bronca, impotencia... Ir a la comisaria, hacer la denuncia ¿Y para qué? No lo van a agarrar, y si lo agarran lo sueltan. Es menor: me puede amenazar, puede estar armado y dejarme con esta sensación de mierda, pero es menor, tiene potestad sobre mis derechos. Esto es claramente beneficioso para muchos adultos, e instituciones de seguridad como la policía, donde la corrupción es un hecho innegable, donde si se obtiene un beneficio ellos miran para otro lado, y es de público conocimiento además, que en diversos casos se acercan a villas, a lugares con una evidente carencia económica, a reclutar pibes, a decirles que roben mientras ellos ‘se hacen los boludos’ y la ganancia se reparte.

Es común correlacionar la delincuencia con la drogadicción, aunque claramente, no sea el único motivo existente para que un joven se convierta en criminal, personalmente opino que en la mayoría de los casos la delincuencia y la droga van de la mano. No es casualidad que las villas miserias sean las zonas más inseguras del país y estadísticamente sean en donde el consumo y venta de drogas es altamente superior, muchas personas consideran a las villas como ‘zonas liberadas’, de hecho el padre Carrara, uno de los denominados ‘curas villeros’ afirmó: "En las villas la droga está despenalizada de hecho. Se la puede tener, llevar, consumir, sin ser prácticamente molestado. Habitualmente, ni la fuerza pública ni ningún organismo que represente al Estado se mete en la vida de estos chicos, que tienen veneno en sus manos". Esta adicción, esta dependencia, necesidad de consumir más droga, los vuelve propensos a buscar nuevos medios para conseguirla y ahí es donde nosotros, los ciudadanos, comunes nos vemos vulnerables, somos los únicos que salimos perdiendo. No creo, la verdad, que el motivo principal o mayoritario por el que uno salga a robar sea cubrir las necesidades propias o de una familia, aunque esto no legitime el hecho de robar quizá lo podría entender desde otra perspectiva.

Sea por el motivo que fuere nosotros como personas tenemos derecho a defendernos, poder resistirnos, de hecho sería lo más sensato. Por ley, tenemos derecho a defender nuestros derechos atacando a los bienes jurídicos de quien trate de agraviarlos, ya que “el derecho no tiene porque soportar lo injusto”. No podemos quedarnos inmóviles, y actuar con inercia, con resignación, no estamos seguros ni en nuestros propios hogares. En Argentina poseemos la tasa de robos más alta de la región: [pic 1]

Parece un negocio redondo tener una empresa que brinde servicios de seguridad, ya que son claramente más que necesarios.

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