Libertad de expresión: Acciones y omisiones de la prensa, un ejemplo práctico

Libertad de expresión: Acciones y omisiones de la prensa, un ejemplo práctico

El 15 de enero de 2022 se produjo un derrame de petróleo durante la carga del buque tanque Mare Doricum en las instalaciones del terminal Multiboyas No2 de la refinería La Pampilla S.A.A, propiedad de la multinacional española Repsol en Ventanilla. El petróleo es un recurso valioso, capaz de provocar disputas entre países; sin embargo, este recurso, particularmente en sus procesos de extracción y transporte, tiene el potencial de dañar los ecosistemas. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, esta problemática fue calificada como el “peor desastre ecológico” ocurrido en Lima durante los últimos años.

De esta manera, se produjo un derrame de casi 12.000 barriles de petróleo crudo. Este suceso cambió por completo la vida de muchos pescadores y sus familias. Aquellos que se dedicaban no sólo a la pesca artesanal, sino también del turismo que se deleitaba con el paisaje de sus bellas playas y de los manjares marinos que ofrecen sus restaurantes. Tomando en cuenta ello, si bien recalcamos que la economía local se vio afectada, la peor parte se la llevó la flora y fauna del litoral peruano. Por eso, una semana después de lo ocurrido el Ministerio del Ambiente declaró en emergencia ambiental el área geográfica afectada por el derrame de petróleo por 90 días calendario, mediante la Resolución 021-2022-Minam.

Ante esta situación, es necesario manifestarse en contra de las pocas medidas adoptadas por Repsol ante el vertido de petróleo, que ha provocado un gran problema medioambiental. Así creemos que esta empresa debe responder por la contaminación que ha provocado, así como por las consecuencias que tiene sobre la salud pública, la economía y el impacto social sobre los ciudadanos. En este sentido, también nos referimos al Ministerio de Economía y Finanzas, Minsa, Osinergmin y otras entidades, así como a los compromisos inconstitucionales de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Es claro que, todo este caso fue abordado de manera ambigua, la prensa presentaba al público información con huecos que no presentaban completamente lo que había pasado y no señalaban con objetividad a los responsables. Generalmente la prensa en las noticias que presentaban evitaban mencionar concretamente el nombre de la empresa Repsol, ni información que tachara a esta empresa como la culpable de tan terrible suceso, los medios de comunicación que están en la obligación de presentar transparentemente la información al público omitieron su responsabilidad e información relevante que podía ayudar a las autoridad a la resolución del caso, seguramente motivados por una razón económica.

Durante los primeros seis meses, el impacto ambiental ha sido tan grave que los pescadores de las zonas afectadas no han podido trabajar, y el subsidio proporcionado por Repsol no ha sido suficiente. Además, se sienten abandonados por el gobierno. "Estábamos en temporada alta cuando, en promedio, ganábamos más de S/.6000 al mes", dijo el pescador Villegas. Además, los adelantos de pago de compensaciones son muy incómodos porque no cumplen con los plazos establecidos ya que tardan 40 días en pagar, y después de 6 meses, van por el segundo adelanto.

Según la ONU, en el primer mes se dijo que el tema del impacto y la remediación oscila entre seis y diez años, lo que implica que los pescadores estarán paralizados mientras dure. Según cifras del INDECI, el promedio de familias afectadas es de más de 5.500, con otras 4.600 que trabajan como cocineros, servidores de restaurantes y ambulantes, entre otros, para un total de 10.186 personas en los distritos de Ancón, Aucallama, Chancay, Santa Rosa y Ventanilla. No sólo los pescadores se han visto perjudicados, sino también la comunidad turística y empresarial de las playas contaminadas. De enero a julio, la pérdida económica se estimó en alrededor de S/.1000 millones, según el proyecto CANATUR.

Por otro lado, como resultado de esta grave vulnerabilidad y error de Repsol, se han producido consecuencias catastróficas, como la muerte de 491 especies marinas y las lesiones de 131 especies marinas. En una declaración a la prensa, el SERFOR afirmó que muchos de los animales rescatados

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