Los niños de la calle El desamparo y la indefensión de la niñez
Enviado por MarlonCortes1 • 2 de Noviembre de 2015 • Resumen • 526 Palabras (3 Páginas) • 557 Visitas
Los niños de la calle
El desamparo y la indefensión de la niñez son fenómenos de las últimas décadas en América Latina. Todos los días, los cables internacionales nos traen reportajes sobre las masacres horrendas de niños sin hogares, o niños de la calle como se les ha llamado.
Brasil, Colombia, Argentina, Bolivia y Perú son escenarios cotidianos de persecución y muerte de los niños indefensos. En algunos de esos países hasta se han organizado bandas de exterminio, financiadas por empresarios y personas de poder, alegando que los niños de la calle son instrumentos de los delincuentes. Recientemente, el fenómeno del exterminio de los niños llegó hasta Haití. Hace algunos años, más de diez niños pordioseros fueron brutalmente asesinados en diferentes puntos de ese país.
En República Dominicana, el fenómeno no ha experimentado el dramatismo que lo ha caracterizado en las principales ciudades suramericanas y haitianas. Sin embargo, cada vez es mayor la cantidad de niños que “viven”, o padecen la vida, en las alcantarillas de Santo Domingo. Viven como ratas nocturnas. De noche invaden los sectores próximos al malecón. Buscan en zafacones. Piden a los clientes que degustan sus manjares en restaurantes, cafeterías y colmados. Hurtan a los desprevenidos. Son una plaga humana, presas fáciles de perversos y potenciales criminales. Están exiliados de la condición humana. La sociedad los mira con indiferencia.
Los niños de la calle son la máxima expresión de la marginalidad social. Son los seres sin nombres, ni dolientes, ni defensores. Su vida ni su muerte causan impacto en la sociedad. La misma sociedad que los produce, los extermina. Porque es más fácil eliminarlos que alimentarlos, vestirlos, educarlos, cuidarlos o regenerarlos. Porque es más fácil invertir en asesinos a sueldo que en instituciones de protección a la niñez. Porque es más fácil culpar a las víctimas que atacar el mal en sus raíces.
El ejército de niños que deambulan, sin hogar, sin parientes y sin mañana, por las principales ciudades de América, son el resultado de la falta de oportunidad, de pudor moral, de conciencia y de responsabilidad. Los padres abandonan a sus niños o los mantienen en condiciones tan deplorables, que éstos dejan el “hogar” voluntariamente. En otras ocasiones, la falta de conciencia de los padres es la causa de la tragedia. No hay conciencia de paternidad. Los hijos crecen solos, en la casa o en la calle. La sociedad y el Estado, se ponen vendas y sordinas para no ver la injusticia que simbolizan esos cuerpos famélicos llenos de andrajos.
Se necesitan verdaderos centros de protección a la niñez. No más propuestas que más bien se convierten en pretexto para amasar fortuna o para viabilizar proyectos políticos. Se deben implementar programas para concienciar a las personas de su responsabilidad como padres y como madres. Una escuela de padres no estaría mal. La radio y la televisión podrían ceder espacios para que la escuela de padres funcione con la modalidad de educación a distancia.
Los niños tienen derecho a la niñez y a una adultez sana física y moralmente. Es responsabilidad de nosotros los adultos luchar para brindarles a todos la oportunidad de ser personas útiles en la sociedad.
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