Maltrato Animal Habilidades y Ética III

Nuestro planeta tierra está conformado por millones de especies, algunas más inferiores que otras; La raza humana, en nuestro caso, es la más superior. Por ese motivo, somos más inteligentes y capaces que los animales. Fuimos creados para mejorar nuestro alrededor y a nosotros mismos, convivir unos a los otros y crear una sociedad que se base en el respeto y justicia. Si esto es así, se debería creer que la raza humana es buena. Pero, dentro de esto podemos encontrar infinidad de defectos. Si somos buenos, ¿Por qué nos aprovechamos de una criatura que es inferior a nosotros; tal como lo es un animal? Si nosotros fuéramos buenos o por lo menos humanos, tendríamos compasión y respetaríamos como se debe a los animales. Pero, en cambio, en una sociedad tan avanzada como la nuestra, vemos como cada día, la vida de una inocente criatura es desperdiciada para nuestro beneficio. No podemos, de ninguna manera y por ningún motivo, maltratar, abusar o explotar a un animal.

El maltrato animal no es más que un acto sin razón e ignorante efectuado por personas sin moral; las cuales tienen poco amor y respeto por la vida animal. Maltratar a un animal se basa principalmente en causarle daño físico a la criatura sea por diversión o “cultura”. Se han escuchado hablar de muchos casos de maltrato hacia los animales, algunos realmente impactantes, como el caso ocurrido el 9 de abril en donde unas jovencitas españolas introdujeron un petardo en el hocico de un perro callejero y lo hicieron estallar. El pobre fue llevado de urgencias a una veterinaria a la cual llegó con “un traumatismo en la mandíbula y quemaduras de 3 grado en el paladar”, después de una cirugía de 4 horas, tuvo que ser sacrificado ya que las heridas eran demasiado severas. Lo peor de todo esto es que actos así no son castigados; todo esto gracias a la negligencia por parte del gobierno respecto al tema de abuso y maltrato animal. ¿Es esta la clase de sociedad en la que queremos y en la cual tú estás “protegido”? Bueno, tal vez nos preguntaremos “¿Qué tiene que ver el maltrato animal con mi seguridad?” Pero ten en cuenta algo, las personas que maltratan animales, también son capaces de maltratar personas. [pic 1][pic 2]

También hubo otro caso de maltrato animal reportado en Brasil en donde una mujer sospechaba de su novio ya que se dio cuenta que cada vez que él estaba cerca sus perros mostraban una actitud extraña hacia él, debido a eso ella decidió instalar una cámara de seguridad dentro de su casa. Su teoría fue realidad, ya que cuando vio los videos, descubrió que su pareja maltrataba brutalmente  sus mascotas, por lo que la mujer decidió ponerle fin a la relación y denunciarlo con las autoridades.

Este problema social está entre nosotros y se esconde detrás de los rostros de cualquier estudiante, padre de familia o profesor. Detrás de ellos se pueden ocultar actos inconscientes que sólo piensan en su diversión y placer al aprovecharse de una criatura inocente como lo es un animal. Las personas suelen intimidarse o asustarse al saber o conocer casos sobre como asesinan animales, pero, algunas de estas personas, son incluso las que comparten o suben archivos de criaturas gravemente heridas o muertas a las redes sociales. Si les parece una buena idea compartir esta clase de archivos, ¿por qué se indignan al ver lo mismo en la calle o en la televisión? No podemos tener un corazón de piedra al subir o visitar páginas con contenido altamente violento e irrespetuoso hacia los animales y luego, sensibilizarnos porque en un noticiero pasan el cadáver de un perro.

Claramente, podemos ver que cada día el maltrato animal se hace más común, y no, no me refiero a que cada día vemos más perros, gatos, caballos muertos en las calles. Me estoy refiriendo al maltrato por las industrias comercializadoras. Los farsantes de este negocio, sucio y cruel, se esfuerzan en decir que las pieles utilizadas en sus abrigos, son 100% bien utilizadas, es decir, cada animal utilizado es asesinado de una manera “rápida e indolora”. Al igual que, las granjas de crianza; en las cuales los animales son bien alimentados y cuidados, no son más que un gran campo de concentración con cientos de jaulas apiladas unas sobre otras. Los animales que se mantienen atrapados en su “granja” no saldrán de ellas, a menos de que sea para sacrificarlos, para terminar en el cuello de un abrigo o como una bolsa para una mujer. Esto no es éticamente correcto, al contrario es algo abominable en mi opinión.

No solo asesinan animales para la comercialización de pieles, también lo hacen para su diversión y no solo son asesinados, son torturados como parte de un show de “arte y cultura”. Las corridas de toros son un espectáculo ridículo en el cual solo es disfrutado por personas inconscientes y, de alguna manera, ignorantes. Las personas que defienden la fiesta toman a las corridas de toros como un arte, un hecho o un espectáculo cultural que todos deberíamos disfrutar.

Los derechos de los animales son una realidad, aunque no muchas personas los conozcan. Esa ignorancia hace que estos derechos no se cumplan. Hay muchos argumentos que en mi opinión los considero inválidos en las posturas, tanto a favor como en contra. Claro que eso no significa que las dos posturas estén mal o bien, yo creo que esto no cambiara mucho, ya que cada persona tiene una ideología y una educación especifica que le dice lo que está bien o lo que esta mal, y es muy difícil que las personas, en especial adultas, cambien de parecer acerca de lo que han creído toda su vida.[pic 3]

 Ese es un problema muy fuerte en la actualidad ya que no cambian su ideología a menos que se haga una conciencia, apartando un poco lo que creemos y nuestra necedad, y ver y analizar todas las posturas, a favor y en contra y de esa manera llegar a hacer un análisis a conciencia comparando las ideas que se contradigan, por las que nos parezcan más razonables.

Para llegar a esto, hay que tomar en cuenta que los animales obviamente sienten, si no lo hicieran, no llorarían o se intentarían defenderse cada vez que se les agrede de la manera que sea, por más mínima que sea la agresión. El hecho de que no digan -¡Hay, cuidado porque eso me dolió!- No quiere decir que no sean capaces de sentir dolor.

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