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Michel Foucault: genealogía del racismo


Enviado por   •  15 de Marzo de 2018  •  Apuntes  •  1.693 Palabras (7 Páginas)  •  181 Visitas

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Michel Foucault: genealogía del racismo

La teoría de la soberanía busca constituir lo que yo llamaría un ciclo, el ciclo que va del sujeto al sujeto, mostrando de qué modo un sujeto entendido como individuo dotado por naturaleza de derechos y capacidades puede y debe hacerse sujeto, pero entendido esta vez como elemento sojuzgado dentro de una relación de poder. La soberanía es por lo tanto la teoría que va del sujeto al sujeto, que establece la relación política del sujeto con el sujeto.

En segundo lugar, me parece que la teoría de la soberanía fue dotada, en origen, de una multiplicidad de poderes que no son todavía poderes en el sentido político del término, sino capacidades, posibilidades, potencias, a las cuales puede constituir como poderes, en el sentido político del término, solo con la condición de haber establecido mientras tanto, entre las posibilidades y los poderes, aquel momento de unidad fundamental y fundante que es la unidad de poder. La multiplicidad de los poderes, entendidos como poderes políticos, puede ser establecida y puede funcionar solo a partir de esta unidad establecida y fundada por la teoría de la soberanía.

En tercer lugar, me parece que la teoría de la soberanía muestra, como un poder puede constituirse según una cierta legitimidad fundamental, una especie de ley general de todas las leyes que puede permitir a las diferentes leyes funcionar como tales. La teoría de la soberanía representa el ciclo del sujeto al sujeto, el ciclo del poder y de los poderes, el ciclo de la legitimidad y de la ley. La teoría de la soberanía presupone de todos modos al sujeto, apunta a fundar la unidad esencial del poder y se desarrolla en el elemento preliminar de la ley.

Tres presupuestos:

El del sujeto a sojuzgar

El de la unidad del poder a fundar

El de la legitimidad a respetar

*Sujeto, unidad del poder y ley son los elementos entre los cuales juega la de teoría de la soberanía.

Liberar el análisis del poder triple del triple supuesto de sujeto, de la unidad y de la ley, para hacer emerger, en lugar de este elemento fundamental de la soberanía, lo que llamaría las relaciones o los operadores de dominación.

En vez de hacer derivar los poderes de la soberanía deberemos individualizar, histórica y empíricamente, lo operadores de dominación dentro de las relaciones de poder.

No se trata entonces de preguntar a los sujetos como, por que, en nombre de qué derecho pueden aceptar dejarse sojuzgar (sujetar), sino de mostrar cómo hacen las relaciones efectivas de sujeción para fabricar sujetos. Se trata de hacer emerger las relaciones de dominación y de dejarlas funcionar en su multiplicidad, en su diferencia, en su especificidad y en su reversibilidad. En consecuencia no se debe buscar, como fuente de poderes, algo como una soberanía. Al contrario es necesario mostrar como los diferentes operadores de dominación se apoyan en algunos casos los unos sobre los otros y remiten unos a otros; en otros casos, en cambio, se refuerzan mutuamente y convergen unos hacia otros, a veces incluso se niegan recíprocamente o tienden anularse.

Conviene entonces considerar las estructuras de poder como estrategias globales que atraviesan y utilizan tácticas locales de dominación.

La política es la guerra continuada con otros medios. Con el crecimiento y desarrollo de los Estados, las prácticas y las instituciones han sufrido una evolución que puede ser caracterizada así: las prácticas y las instituciones de guerra se fueron concentrando cada vez más en manos del poder central y poco a poco sucedió que, de hecho y de derecho, solo los poderes estatales han podido emprender la guerra y controlar los instrumentos de guerra.

La guerra y las instituciones de guerra tienden cada vez más a existir de algún modo solo en las fronteras, solo en los límites extremos de las grandes unidades estatales, como relación de violencia o de amenaza entre Estados.

Una sociedad atravesada por relaciones guerreras es sustituida por un Estado dotado de instituciones militares.

Aparece un nuevo discurso. En primer lugar porque creo que ha sido el primer discurso histórico-político sobre la sociedad. Nuevo, porque me parece muy diferente al discurso filosófico-jurídico sostenido hasta aquel momento. El discurso histórico-político aparecido entonces es un discurso sobre la guerra entendida como relación social permanente y al mismo tiempo como sustrato insuprimible de todas las relaciones y de las instituciones de poder.

¿Qué dice este discurso? Dice que, el poder político no comienza cuando cesa la guerra. La organización de los Estados de las monarquías y de las sociedades, no encuentra su principio allí donde calla el clamor de las armas. La guerra nunca desaparece porque ha presidido el nacimiento de los Estados: el derecho, la paz y las leyes han nacido en la sangre y el fango de batalla y rivalidades que no eran batallas y rivalidades ideales. La ley no nace de la naturaleza, junto a las fuentes a las que acuden los primeros pastores. La ley nace de conflictos reales: masacres, conquistas, victorias que tienen sus fechas y sus horrorificos héroes; la

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