Motín de Valencia

El Motín de Valencia fue un incendio ocurrido en calabozos de la comandancia de policía en Valencia, estado Carabobo, Venezuela. El fiscal general Tarek William Saab informó que 68 personas murieron, 66 hombres y 2 mujeres que se encontraban en calidad de visitantes (pernocta), aunque medios locales estimaron que la cifra de fallecidos podría ser más alta. Según los reportes y denuncias de familares, la mayor parte de las víctimas murió por asfixia y quemaduras.1​2​

Índice

1 Antecedentes

2 Acontecimientos

3 Véase también

4 Referencias

Antecedentes

La situación en este tipo de centros de reclusión ha sido denunciada en repetidas ocasiones. Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad, había denunciado durante tres años la condición el hacinamiento de los centros de reclusión sin servicios en los cuales los detenidos esperan por semanas, meses o años una decisión judicial. Según Nieto Palma, hay 45.000 personas en esas mismas condiciones que las de los calabozos de Valencia en aproximadamente 500 centros en toda Venezuela. El activista afirmó que en Valencia habían más de 200 reclusos en un espacio para 40 y responsabilizó al Ministerio de Servicios Penitenciarios.1​

Acontecimientos

El diario El Universal informó que el motín comenzó cuando diversos reclusos sometieron a uno de los carceleros con un arma fabricada rústicamente dentro del penal, lograron reducirle y quitarle su arma reglamentaria; uno de los privados de los amotinados, que lideraba al grupo, lanzó una serie de exigencias que no fueron satisfechas, por lo que empezaron a incendiar diferentes colchones provocando un incendió que se propagó rápidamente.3​ El secretario general de Carabobo, Jesús Santander, confirmó que un motín fue el motivo de los incidentes.1​ Después del incidente varios familiares aguardaron durante la tarde frente a la comandancia policial en espera de información, una situación que se tornó violenta cuando decidieron romper el cordón policial para tratar de ingresar a la sede y efectivos policiales que resguardaban la comisaría dispararon bombas lacrimógenas. William Saab declaró que se designaron a cuatro fiscales del Ministerio Público y la gobernación de Carabobo aseguró en una nota de prensa dar apoyo «con los servicios funerarios y posterior sepultura de los reclusos fallecidos».2​ El diputado Juan Miguel Matheus le exigió información sobre los hechos al gobernador Rafael Lacava.4​ Gran parte de los familiares que esperaban en las afueras del comando incendiado, iniciaron una protesta que fue dispersada por funcionarios policiales, esto con perdigones y gases lacrimógenos, esto dejó a una docena de personas desmayadas a causa de una asfixia.5​

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