NIÑOS Y ADOLESCENTES DE GUATEMALA
Enviado por Steven9832 • 29 de Marzo de 2018 • Documentos de Investigación • 1.978 Palabras (8 Páginas) • 211 Visitas
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PRESENTACIÓN[pic 12]
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La elaboración de este informe ha sido conducida por adolescentes de la delegación de Sociedad Civil (Guatemala), quienes contaron con apoyo para la recopilación de Información y creación de metodología, se obtuvo el respaldo de diversas organizaciones no gubernamentales, con quienes se trabajó la difusión de una encuesta social, la cual sería la fuente principal de recolección de insumos informativos.
La encuesta social contó con un total de 431 respuestas, sin embargo por conceptos metodológicos, la recopilación final se centró en respuestas de niños, niñas y adolescentes comprendidos en las edades de 6 años de edad a menores de 18 años de edad, haciendo un total de 337 participantes de todas las regiones del país y distintos sectores, quienes respondieron a la encuesta según su vivencia, condición social, ubicación geográfica, pertinencia cultural y capacidad de entendimiento. El método de extracción e interpretación fue dirigido por la delegación de Sociedad Civil, quienes para la sistematización de respuestas y resultados generales, estructuraron el presente informe final.
Agradecemos la colaboración de quienes prestaron su voz y su opinión ante las situaciones que hoy día violentan sus derechos y agradecemos el apoyo institucional y humano prestado por Child Right Connect.-
PRÓLOGO[pic 16][pic 17][pic 18]
Ante la coyuntura que atravesamos los niños, niñas y adolescentes en Guatemala, identificamos con suma preocupación el desinterés y la falta de visión por parte del Estado en agendar acciones concretas para la solución de las diversas situaciones en las que se violan nuestros derechos.
La formación de un entorno seguro y el mejoramiento de calidad de vida para el sector poblacional de niñez y adolescencia, es una obligación pactada en favor del desarrollo social y primordialmente de nosotros, quienes actualmente representamos -según proyecciones- el 51% de la población nacional, por lo que se pone de manifiesto la importancia de brindarnos oportunidades de desarrollo y aplicar estrategias inclusivas que nos permitan crecer en un ambiente saludable en el que gocemos en totalidad de nuestros derechos.
En todas las regiones de Guatemala y en absoluta contradicción con las obligaciones del Estado, existen diversas prácticas socialmente aprobadas, enmarcando el castigo físico y humillante, las cuales conllevan a expresiones de desesperanza y desaliento.
Nosotros los niños, niñas y adolescentes guatemaltecos consideramos de suma importancia marcar un punto incontrovertible a favor de más y no menos inversión en la prevención y protección de cualquier acto que atente contra nuestros derechos.
El Gobierno necesita aceptar que la violación de nuestros derechos es una emergencia real, aunque no sea una emergencia nueva. Durante siglos los niños y niñas hemos sufrido violencia a manos de adultos sin que fuera vista ni oída. Pero ahora que la escala e impacto de la violencia hacia nosotros es visible e intensificada, no se puede hacer esperar más para la protección efectiva a la que tenemos derecho de manera incondicional.
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ENTORNO SOCIAL[pic 24][pic 25]
ESCASA INVERSIÓN EN NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.
El desinterés por parte del Estado para brindarnos una mejor calidad de vida, es totalmente visible y se manifiesta en la baja inversión para el mejoramiento de entidades gubernamentales encargadas de cubrir los servicios básicos a los que tenemos derecho.
Los niños, niñas y adolescentes, no tenemos acceso a educación de calidad con equipo y orientación tecnológica, como consecuencia de la mala administración por parte de las autoridades.
En diferentes puntos de la Nación se posicionan diversos centros de reclusión, que demuestran la mala priorización del recurso económico, dichos centros albergan a personas que actuaron en contra de lo que las leyes dictan y que sin embargo gozan de mejor calidad de vida que muchos de nosotros. Nos indigna la manera en la que el Estado invierte mayor recurso económico en el fortalecimiento de estos centros infructuosos, la alimentación y resguardo de presidiarios, dejando un mínimo porcentaje para el mejoramiento adecuado del sistema educativo, por lo que de esta manera violentan nuestros derechos y se nos limita el acceso a oportunidades de crecimiento y desarrollo integral.
Los distintos centros educativos públicos son inadecuados e innecficientes, nos vemos expuestos a realiar pagos o compras de material para restauraciónes de infraestructura.
Somos víctimas de situaciones violentas, a las que nos vemos expuestos como consecuencia de la escasa inversión, siendo esta la causa principal de fallas sistematicas que desarrollan una serie de problemas en cadena, trastornando de esta manera la calidad de vida.
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ENTORNO SOCIAL[pic 29][pic 30]
NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY
Guatemala, es un país en el que constantemente se hacen públicos diversos hechos delictivos, que afectan nuestra manera de pensar, actuar y vivir. Son comunes los casos en los que niños, niñas y adolescentes somos testigos o protagonistas de actos violentos que dejan secuelas a nivel personal y social.
Al estar expuestos a sucesos violentos, ya sea en el rol de víctima o de victimario, se nos sitúa en dilemas legales en los cuales debe intervenir el sistema de Justicia, el cual ha demostrado ser inadecuado y contraproducente para brindar soluciones que resguarden nuestra integridad.
Cuando los niños, niñas y adolescentes figuramos en el rol de víctima, debemos asistir a sitios en los que no contamos con un trato adecuado, debido a que no se nos presta la atención debida y se cuestiona la veracidad de nuestros testimonios, por lo que nos vemos obligados a contar en repetidas ocasiones el acontecimiento violento al que estuvimos expuestos; de esta manera somos revictimizados y expuestos a tener traumas psicológicos en los que el suceso de violencia permanezca en nuestra memoria durante largos lapsos de tiempo; los estigmas a los que estamos expuestos nos perjudican de tal manera que nuestra manera de vestir y actuar son culpa suficiente para ser agraviados/as.
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