Nuestra casa común
Enviado por diegolopez12 • 1 de Julio de 2017 • Práctica o problema • 806 Palabras (4 Páginas) • 232 Visitas
Nuestra casa común
Por: Diego Alejandro López Montoya
1. Análisis conceptual
Laudato si, (alabado seas), nombre que recibe la primera encíclica presentada al mundo por el papa francisco el 24 de mayo de 2015, dirigida a todos los habitantes de la tierra, donde presenta su gran preocupación y la de sus antecesores, por los cambios que está padeciendo la naturaleza a causa del indiscriminado accionar inconsciente del ser humano, movido por su particular ambición económica, que le hace actuar, sin medir las consecuencias que pueden generar ciertas acciones, afectando el curso normal de los ecosistemas, de su vida y la de generaciones futuras.
2. Análisis crítico.
Estoy de acuerdo con lo expresado por el Papa Francisco en su encíclica, pues parece que el ser humano no mereciera ser un sujeto de la divina creación realizada por Dios, una creación tan perfecta donde cada quien, desde la partícula más diminuta, tiene una importancia y objetivo específico, importancia que es ignorada por el único ser racional pero que más bien parece el traidor de los seres creados, pues actúa como un destructor de vida, escudado en lo que se le llama actualmente “mejoramiento de la calidad de vida”, un término netamente excluyente y egoísta, puesto que solo cambian las condiciones de unos y causa el des favorecimiento, y no muy lejos podríamos pensar también, la extinción de otros.
Que desenfocado se está, cuando no se reconoce la naturaleza como un don de Dios, cuando no se comprende la interdependencia entre los seres, y las desigualdades no son utilizadas como fortalezas para un complemento mutuo, si no, como atributo para definir arbitrariamente cual es más prescindible.
En su afán de superación, desarrollo y cambio, muchas veces el hombre, pasa por encima de su objetivo original, que consiste en el uso y cuidado de la naturaleza, esto ocasiona un desequilibrio ecológico de tan grandes proporciones que lo hace inconsciente de que esta atentando contra su propia existencia; la contaminación del agua potable, la acidificación de las tierras fértiles, la acumulación de desperdicios generados por el consumismo permanente a causa de un corazón vacío, la contaminación del aire que respira, los adelantos científico-tecnológicos antiéticos, son unas pocas causas de las más mencionadas que repercuten de todo el accionar cotidiano del ser humano.
Es así, como en un egocentrismo súbito, el hombre se autoproclama dominador de las condiciones de vida, olvidándose que fue creado para ser un colaborador de Dios y administrador de su creación, atributo que no debió haberse tomado, porque lo que genera es que la naturaleza le pase factura por las malas prácticas y decisiones con carácter no sostenibles que ha tomado.
Ubicarse como centro de la creación, desconociendo los demás organismos que habitan nuestra casa, suena inequitativo toda vez que se obra desconociendo el prevalecimiento del bien común.
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