OBSERVACIÓN PARTICIPANTE
Enviado por reemakki • 16 de Febrero de 2017 • Monografía • 1.776 Palabras (8 Páginas) • 231 Visitas
OBSERVACIÓN PARTICIPANTE
Me encuentro sentada en un banco metálico de la estación del metro de Plaza de España. Son las 3 de la tarde de un jueves. El metro está bastante lleno con todo tipo de personas. Al lado mía se sientan dos personas, una mujer y un niño pequeño. La mujer va abrigada, con un chaquetón, una bufanda y botas, y el niño lleva puesto un chándal y tiene una mochila de las tortugas ninja. Llegan hablando de los colores en inglés. El niño le dice que su preferido es el amarillo y señala a una mujer del andén de enfrente que va vestida con un anorak del mismo color. La mujer le regaña diciéndole que señalar es de mala educación. El niño baja la mano y se pone a tocarse las rodillas mientras la mujer coge un libro de su bolso y se pone a leer. El niño le pregunta cuanto queda para llegar a casa y la mujer le contesta que queda lo mismo que siempre pero el niño le vuelve a preguntar. La respuesta de la mujer es “dentro de poco llegamos” a lo que el niño contesta con una sonrisa y un aplauso. Al rato la mujer saca de la mochila del niño un sándwich y se lo da. Para ella saca un plátano y se ponen a comer. El niño toma un bocado del sándwich y le dice a la mujer que no le gusta el queso porque tienen un sabor muy fuerte. Acto seguido la mujer quita el queso y se lo devuelve. Toma otro bocado pero sigue sin gustarle, por lo que la mujer se lo intercambia por el plátano. Todavía quedan 2 minutos para que llegue el metro cuando pasa un señor alto, trajeado y calvo con un niño pequeño también. Se ponen al lado del banco, por lo que me levanto y les dejo sitio. El señor me lo agradece con una sonrisa y se sienta con el niño, que se pone a mirar con al otro de su izquierda. El primer niño que estaba comiendo ve que el otro le está mirando y
INTERPRETACIÓN
Al ser las 3 de la tarde de un jueves y que el niño lleve un chándal que parece un uniforme, pues es azul y rojo con líneas blancas por los laterales, parece que la mujer ha recogido hace poco al niño de clase y estén yendo a casa. No creo que la mujer sea la madre del niño, pues se dirige a ella por su nombre, Noelia. Además, físicamente no se parecen pues ella es afroamericana y él es un niño rubio y muy blanquito de piel. Por lo tanto creo que la mujer es su cuidadora. El hecho de que lleguen hablando de los colores en inglés me imagino que será lo que ha dado hoy en clase y quiere enseñarle a la señora lo que ha aprendido. Cuando se toca las rodillas interpreto que es porque le duelen o le hacen cosquillas porque pone caras raras que no consigo descifrar. El niño no entiende el concepto de “lo mismo de siempre” o eso parece, pues vuelve a preguntarle a la señora cuanto queda. Otra opción puede ser que estén tomando una ruta alternativa a la de costumbre. Al ponerse a comer me imagino que como son las 3 de la tarde tendrán hambre. El hombre que llega más tarde con otro niño pequeño sí parece ser su padre porque además del parecido facial el pequeño le llama papá en repetidas ocasiones. Como lleva un traje puesto y está muy atento al móvil me imagino que será empresario o banquero. Y como su hijo lleva un uniforme escolar creo que está recogiéndolo de clase como la señora de al lado. Al mirar a su padre cuando el niño le ofrece comida parece que le está pidiendo permiso para cogerlo. Como no entraron en el metro cuando lo hicimos los demás me hace pensar que estaban esperando a otra persona para cogerlo juntos, posiblemente esa sea una de las razones por las que estaba tan pendiente del móvil. El hecho
le ofrece un trozo del plátano. El pequeño mira al señor que le acompaña y acto seguido se gira y coge un trozo. Ninguno de los adultos se han dicho nada, es más, ni se han mirado pues él está pendiente a su móvil y ella está leyendo su libro. Al llegar el metro tiran a la basura los restos del plátano y el envoltorio del sándwich, y nos subimos la mujer, el niño y yo, pero los otros dos no. El metro estaba bastante lleno pero hay dos asientos libres por lo que ellos dos se sientan y yo me quedo de pie junto a una barandilla que da justo al lado de donde está el niño. El vagón está lleno de hombres trajeados y mujeres muy arregladas. El niño se pone a jugar con la barandilla hasta que su mano da con la mía y la quito mientras le sonrío. Me devuelve la sonrisa pero la mujer que le acompaña le regaña por molestarme. El niño cruza los brazos y se pone a llorar. La mujer no le hace caso hasta que una señora sentada a su lado le pide si puede callarle, que está molestando mucho. Cuando consigue callarlo continúa con su lectura. En la siguiente parada se suben un grupo de adolescentes con mucho material escolar entre las manos, y más adultos en con camisa y corbata. El niño se queda mirando a los adolescentes. Pasada una parada el niño dice que tiene frío y la mujer saca de su mochila una chaqueta de color verde y se la pone al niño. El niño se da cuenta de que en un bolsillo tiene un pañuelo y en el otro un coche de juguete. Se pone a jugar con él por su asiento, la barandilla y por sus piernas. En un punto dado se le cae al suelo y sale rodando hacia el otro lado. El niño se queda pensando que hacer unos segundos hasta que decide levantarse para ir a por él. Justo cuando va a levantarse la mujer le regaña y le dice que se siente y se esté quieto. Al caerme cerca me agacho y recojo su juguete para dárselo. Cuando se lo doy me sonríe y saca la lengua. La mujer
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