RESUMO: DE LA INSURRECIÓN A LA REVOLUCION EM MÉXICO
Enviado por renata_n_x • 26 de Mayo de 2017 • Documentos de Investigación • 1.375 Palabras (6 Páginas) • 150 Visitas
RESUMO: DE LA INSURRECIÓN A LA REVOLUCION EM MÉXICO.
El texto del autor aborda el tema de cómo se instauró lo que se conocería como la dictadura de Díaz y de cómo se gestó la Revolución en el sentido de la participación de las élites afectadas por dicha dictadura y de los campesinos que buscaban establecer un medio seguro de obtención de lo indispensable para su subsistencia; analiza los factores que propiciaron que las élites dominantes apoyaran su administración, esto fue por dos razones según menciona el autor: la primera fue el factor económico , ya que hubo una rápida y prolongada rotación de las propiedades con tierras desde la independencia hasta el inicio de la administración de Díaz (1870), menciona que en el centro, norte y sur del país hubo grandes propietarios que se vieron en la necesidad de vender sus haciendas por la cantidad de deudas que tenían, otros hacendados perdieron sus propiedades por acción del gobierno, ya que fueron confiscadas por éste a razón de que dichos propietarios habían colaborado con los franceses[1]. En segundo lugar, el uso de las vías ferroviarias que para ese entonces ya estaban listas y con las cuales Díaz pudo mantener el control del país gracias a la movilización de la policía y la apertura que estas vías representaban para la economía de México, factor muy importante para las élites, pues dejaron sus aspiraciones políticas y se
acoplaron a la estructura de gobierno de Díaz a cambio de estabilidad y crecimiento económico.
Una situación importante a mencionar es que Díaz, a pesar de brindar al país una cierta estabilidad, no institucionalizó su poder, es decir, gobernó personalmente más de tres decenios manipulando un delicado y volátil equilibrio de fuerzas[2], estas fuerzas que eran un apoyo sin regateos a su política de crecimiento económico le ayudaron a convertir por vez primera a México en gran exportador de ganado y de productos agrícolas[3]; su política de repartición baldíos fue un factor importante en esta empresa ya que con la creciente demanda de estos productos era necesaria una mayor producción, pero, como el autor también señala y analiza, esto provocó descontento en los campesinos que poco a poco fueron perdiendo sus propiedades y se convirtieron en trabajadores de dichas haciendas.
Otro problema al que se enfrentó esta táctica económica de Díaz fue a la polarización de comercios en México, es decir, la apertura a la exportación favorecería a quienes elaboraran esos productos, pero el mercado interno se vio muy afectado porque estas vías procuraban un intercambio más ágil en el país pero también la competencia, situación que no era conveniente para las haciendas del centro y centro-norte, porque por un lado el reparto de baldíos no era mucho y por otro, el crecimiento de pequeños ranchos.
Esta polarización o división queplantea el autor de hecho se convirtió en cuatro segmentos principales en los que dividió el desarrollo para la exportación: El norte, con las tierras fronterizas ligadas a Estados Unidos, el centro-norte, ligado a los mercados mexicanos, el centro-sur, con las haciendas y pueblos igualmente enfocados a los mercados internos y las tierras bajas costeras, con sus haciendas que sembraban cultivos tropicales para la exportación[4].
En primer lugar analiza las haciendas sureñas, ─recordemos que es donde se producía café, henequén, tabaco y azúcar─ en el sentido de cómo es que con la creciente demanda y, para el caso del sur, la falta de población tras las guerras de castas podían hacerse estas haciendas de mano de obra, explica el proceso de endeudamiento que sufrían los campesinos, sobre todo de la seguridad, por ínfima que fuera que le daba las haciendas a los campesinos para obtener lo mínimo que necesitaban para sobrevivir ─cosa que en lo personal estoy de acuerdo, pero que hay más cosas que tienen que ver con la obtención de mano de obra que el autor no toma en cuenta, como el envío de yaquis a estas haciendas en contra de su voluntad─ y de la pésima manera en la que vivían estos campesinos, como mencionaría Kenneth Turner en su México Bárbaro; se pregunta el autor cómo es que no hubo una participación activa de estas poblaciones tras la Revolución, y llega a la conclusión de que la situación geográfica, las luchas entre castas y el efectivo sistema represivo de Díaz, así como las pequeñas y locales protestas que se generaron a la caída de la dictadura, las cuales no buscaban cambiar las cosas completamente en lo que se refiere a la administración del poder sino a cuestiones un poco más particulares de su modo de vida, todos estos fueron los factores más importantes para su nula ─por decirlo así─ participación.
Para el caso del norte, el autor señala que la apertura comercial de las vías provocó enfrentamientos entre las haciendas recién formadas y los ranchos que ya existían, problemas por el uso y dominio de las tierras que eran más adecuadas para la producción de exportación y el problema de la adquisición de mano de obra para la cual era necesario ofrecer buenos salarios o adelantos para convencer a las personas de ir a trabajar ─Katz menciona otras cosas de acuerdo con este tema que me parece le falta por analizar al autor─ y de esta manera poder estar en este comercio, ya que el impulso a la minería que dio la red de vías también pudo ser un impedimento para la obtención de dicha mano de obra.
Para el caso del centro-norte la situación era bastante compleja, las vías proporcionaban la apertura al comercio pero también a la competencia, y como es una zona que se inclinaba por el comercio interno, la producción y la vida de los campesinos se vio muy afectada ya que la actividad de los aparceros en las haciendas se volvió muy común, y con el paso del tiempo, los dueños esperaban mejores resultados en la producción o intentaban producir trigo, que para esta zona era algo peligroso, porque no siempre podía obtenerse la cosecha. La situación campesina no era buena, la seguridad que en un tiempo ofreció la hacienda ─la seguridad para los campesinos de obtener lo necesario para poder subsistir─ ya no era más una realidad; poco a poco la hacienda comenzó a vender el maíz y demás cosas que los campesinos necesitaban, situación que los llevaría a la insurrección.
En el caso del centro, según el autor señala, fue donde más se puede observar el cumplimiento de la Ley Lerdo, en el sentido de que el pueblo como figura jurídica ya no existía y las pequeñas propiedades que podían conservar los campesinos fueron siendo limitadas por el trabajo de las haciendas, pues en ellas estaba gran parte de los recursos que necesitaban para poder subsistir, pone algunos ejemplos de haciendas para argumentar con datos dicha posición.
Menciona el caso del Estado de Morelos, pues dirigidos por Emiliano Zapata, fueron los más firmes de los revolucionarios agrarios de México[5], ya que esta actitud fue consecuencia de la situación en la que vivían los campesinos del centro del país principalmente, porque con la llegada de las vías, al abrirse el comercio las haciendas requirieron de más recursos, algunos de los cuales estaban en manos de los pueblos y de los campesinos, esto tuvo por consecuencia una serie de roces y problemas entre élites y campesinos, sumando esto al hecho de prescindir de los arrieros para el transporte de los productos, pues las vías hacían mejor ese trabajo. Los tipos de acuerdos que tenían las haciendas con los campesinos, los métodos de represión contra posibles levantamientos fueron factores que dañaron la seguridad de los campesinos para obtener maíz y otros consumibles de primera necesidad, situación que ha sido permanente en el análisis de Tutino, para que la población cree resentimiento que tiempo después será elemento primordial para la Revolución. Hace una comparación con la convocatoria que tuvo Hidalgo y Villa con estas personas en su momento, pero hace hincapié el autor en que ninguno de los dos tenía la clara intención de cambiar de fondo el sistema de repartimiento de tierras y aguas para la producción, sólo los de Morelos buscaban un cambio y se puede comprobar por el hecho de que siempre los zapatistas buscaron volver a la usanza colonial de propiedad comunal para la equitativa repartición de las tierras.
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