Reflexión de la edad media

Reflexión de la edad media

Es bien sabido que la edad media tuvo muchos factores predominantes en nuestra actualidad, antes que nada, haremos un recuento de aquellas características que podemos visualizar hoy en día.

Sabemos que la edad media también recibió el nombre de época obscura, ya que el poder de la iglesia era predominante por encima de la sociedad, una característica de esto es que en esos tiempos obscuros se creía que el rey en turno era electo por una fuerza divina. La iglesia tenia tanto poder que era muy fácil tener a la sociedad a raya y disponibilidad que ellos quisieran, ya que de los feudos que es en donde estaban todos era de donde salía los víveres para los caballeros y la iglesia. En la actualidad la iglesia a perdido ese exceso de poder, sin embargo, aún hay muchas cosas que son “gracias” a ese poder divino que se han elegido o han sido importantes en la actualidad.

En esta época se hizo un circulo entre las tres clases: el feudo, la iglesia y los caballeros.

Este círculo era la manera en la cual se repartía el poder en esta edad media, ya que de lo feudos en el cual haba un señor feudal a el cual se le tenía dado esa porción de tierra para asentar su hogar y donde también vivía la gente de bajos recursos y sin poder de, de una manera esclavizada, y con el mínimo de derechos.

De estas tierras feudales salía el alimento producido por los campesinos esclavos que había para posteriormente ser entregada a la iglesia y a los caballeros. A cambio de esto la iglesia no daba absolutamente nada a nadie.

Igual que antes, en nuestra actualidad, no recibimos nada de la iglesia. Aunque ya no nos venden el perdón de dios y no se elije al mandatario de un gobierno gracias al “poder divino” aun hay algunas características de la misma en nuestra actualidad

En nuestra actualidad, el equivalente a los feudos serían las haciendas.

Se tiene el prejuicio de considerar la Edad Media como un periodo oscuro en el que la Antigüedad había quedado olvidada y se rechazaba por pagana. Esto es cierto a medias, pues si bien ser verdad que todo el esfuerzo cultural del Imperio Romano se fue desintegrando tras su propia caída y con las invasiones bárbaras, también es que los dos últimos siglos del imperio sirvieron para modelar una cultura cristiana y romana, que supo recoger lo mejor de la tradición romana para ponerlo al servicio de la Iglesia. Además, el Imperio Bizantino sirvió como continuador de la labor del Imperio Romano, aunque la sociedad y cultura bizantina es el resultado de un largo proceso de cristalización en el que se unen influencias helenísticas, romanas, orientales y cristianas, para dar paso a una civilización con un carácter propio, que aun conservando el nombre de imperio romano de Oriente, cada vez tenía menos de Romano y más de esta mezcolanza cultural que acabó desembocando en una sociedad más rígida, protocolaria e intolerante que la romana.

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