Resumen de Durkheim: ¿Qué es un hecho social?

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOMAS DE   ZAMORA

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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

Materia: Sociología.

Resumen. Durkheim.

Fecha de  Entrega: 11 de Mayo del 2020.

Docente: Leandro Coppolecchio.

Alumna: Jiménez Verónica Florencia.

DNI: 41.397.596

Carrera: Tecnicatura en Minoridad y Familia.

No Ingresante.

Resumen de Durkheim: ¿Qué es un hecho social?

En todas las sociedades existe un grupo determinado de fenómenos que se distinguen de los que estudian ciencias de la naturaleza. Cuando el hombre realiza la actividad de esposo, cuidadano, hermano, cumple compromisos que ya están definidos por la sociedad, por costumbre, es algo que no se creó solo sino que viene por el medio de la educación. Por otra parte el hombre desconoce las obligaciones en la sociedad y para conocerla consulta el Código y sus intérpretes autorizados. Al igual que al nacer encuentra ya hechas las creencias y las practicas de la vida religiosa, el sistema monetario etc. Aquí el modo de actuar , pensar y de sentir es notable de que existen fuera de las conciencias individuales.

Estos tipos de conducta o de pensamiento  no son externos al individuo, sino que están relacionados a un poder imperativo y coerativo que se imponen al hombre, quería o no. Si intenta infringir las reglas del derecho, esas van a reaccionar contra él , impidiendo su acción a tiempo, entonces lo anulan y lo establecen bajo su forma , bajo su norma. Esta conciencia pública reprime todo acto que las ofende, mediante la vigilancia que ejerce sobre la conducta de los ciudadanos y los castigos especiales de las que dispone.

En otros casos, la coacción es menos violenta, pero no deja de existir. Si el hombre no se somete a las convecciones del mundo que lo rodea provocaría el alejamiento de los demás, lo cual produciría el mismo efecto que el castigo, pero en una forma distinta. Además que la coacción, indirectamente, no es menos eficaz.  No es obligado a introducir sus necesidades a los otros, como por ejemplo hablar en un idioma, pero es imposible no hacerlo. Si trata de implementar esta necesidad de forma obligatoria fracasaría.

Aquí aparecen características muy especiales, que habla de los modos de pensar, actuar y sentir, exteriores al individuo y que están dotados de un poder de coacción en virtud del cual se imponen sobre él. Esto constituye a una nueva especie lo cual se da el calificativo de “sociales”.  Esto le corresponde porque el individuo no puede tener otro más que la sociedad, bien sea política, religiosa, escuelas políticas, literarias, corporaciones sociales etc. Por otra parte, esto solo a ellos les conviene, porque la palabra social solo tiene un significado concreto, a condición de que designe únicamente fenómenos que no corresponde a ninguna de las categorías de hecho ya constituidas y denominadas. Esto constituye el campo propio de la sociología.  Es verdad que la palabra coacción, con la cual definimos , corre el riesgo de confundirse con el individualismo absoluto. Pero hoy  en día es indiscutible que la mayoría de las ideas del hombre no son elaboradas por ellos si no que nos llegan de afuera, solo pueden entrar en nosotros imponiéndose y eso es todo lo que significa la definición. Además se sabe que no todas las coacciones sociales excluyen necesariamente la personalidad individual.

Sin embargo, como los ejemplos ya dados ( reglas jurídicas, morales, dogmas religiosos, etc.) consisten todos en creencias y practicas constituidas, de acuerdo con lo que antecede se podría decir que solo hay un hecho social donde existe una organización definida. Pero  hay otros hechos que , tienen la misma objetividad y el mismo ascendiente sobre el individuo. A esto se lo llama corrientes sociales. Así, en una asamblea, los grandes movimientos de entusiasmo, de indignación, de piedad que se producen, no tienen como lugar de origen ninguna conciencia particular. Nos llegan a cada uno de nosotros desde afuera y son susceptibles de arrastrarnos a pesar nuestro. Entonces, puede suceder que al abandonarme a ellos , no sienta la presión que ejercen sobre mí. Pero esa presión se nota  en cuanto trato de luchar contra ellos. Si el  hombre intenta oponerse a una de esas manifestaciones colectivas, los sentimientos se vuelven en su contra. Entonces si este poder de coacción externo se afirma en los casos de resistencia con esa claridad, es que existe, aunque inconsciente, en los casos contrarios. Esto nos hace creer en una  ilusión, dándonos a entender que hemos elaborado nosotros mismos lo que nos impone desde afuera, pero si bien la complacencia con la que nos dejamos ir disfraza el empuje sufrido, no solo lo suprime. Por lo tanto cuando la asamblea se haya desintegrado, esas influencias sociales dejan de actuar sobre nosotros y cuando pasa eso nos encontramos solo con nosotros mismos , los sentimientos que tuvimos antes nos da el efecto de algo extraño y ya no nos reconocemos. De esta manera, los individuos más indefensos pueden ser arrastrados a realizar cosas atroces. Ahora bien cuando de estas explotaciones transitorias se aplica también a movimientos de opiniones duraderos, que se produce mucho en nuestro entorno, más que nada en relación a materias religiosas, política, literatura, artística etc.

Además esto se puede confirmar mediante la experiencia de la educación de los niños, hablando de hecho social. Cuando se observan los hechos tal como son y como han sido siempre, salta a la vista que toda educación consiste en un esfuerzo continuo por imponer al niño formas de ver, de sentir de actuar a las cuales estos no son espontaneas. Desde los primeros momentos de vida, se los obliga a comer, beber dormir, coaccionamos a la limpieza, la tranquilidad, la obediencia, a medida que van creciendo , los obligamos a respetar a los demás, la convivencia con otros, la educación ,trabajo, etc. Si con el tiempo dejan de sentir esta coacción es porque poco a poco engendra hábitos, tendencias internas que la hacen inútil, pero que la sustituyen porque derivan de ella.

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