Sobreprotección a la niñez, adolescencia y adultez: Opinión sepultada
Enviado por Esperanza Barria • 6 de Mayo de 2021 • Ensayo • 1.278 Palabras (6 Páginas) • 120 Visitas
Sobreprotección a la niñez, adolescencia y adultez: Opinión sepultada.
El amor de padres es lo más hermoso que puede existir para un hijo(a), pero esto también puede ser peligroso para este niño(a). La Sobreprotección no es algo que podamos tomar a la ligera, los padres no le hacen ningún bien protegiendo de maneras extremas a sus hijos, al contrario, provocan una gran variedad de dificultades psicológicas, que llevan al daño físico. Este tipo de comportamiento limita las oportunidades de aprendizaje, crecimiento y desarrollo integral de la personalidad de los hijos, no es que, se les recomiende el descuido total, todo comportamiento extremista no es bueno, ni para la persona que lo es, ni para quien lo trata.
La niñez es una etapa muy importante para todos nosotros, en especial porque somos pequeños e inocentes y recién estamos aprendiendo del mundo y sus personas, además que es donde más se visualiza nuestra energía humana, ya que producimos más energía que siendo adolescente o adulto, por lo que no es recomendable restringir una liberación de energía que ha sido absuelta de forma sana, visto que eso podría causar problemas, debido a la forma en que aprendemos. Al salir a jugar, solemos liberar esta energía corriendo, brincando o hasta gritando; pero no podemos soltarla si nuestros padres nos limitan, con un “no te subas ahí te vas a lastimar, no corras te puedes caer, no te ensucies la polera, recién la lave” estos tipos de comentario, suelen enunciarse con buena intención por parte de los padres, para prevenir un accidente o lesión en nosotros, pero también traen frustración y estrés cuando somos niños, provocando inseguridad y no un correcto aprendizaje. Si fuera una adecuada enseñanza, sería mejor un consejo, antes de una restricción, que sepamos pensar por nuestra cuenta, dejarnos caer para luego, solos, aprender a levantarnos, esto nos enseñaría a saber velar por nuestras decisiones, sin ayuda de nadie, de forma que a su vez podamos comprender, que equivocarse no es una derrota o el fin del mundo, menos algo malo, es solo algo que conlleva a pensar detenidamente, que es lo mejor para nosotros, dejando que desde pequeños, por sí solos, sepamos qué hacer en estos casos, estimulando de a poco nuestra sana independización.
Sabemos entonces, que la sobreprotección viene de un estilo educativo que con las mejores intenciones, causa más mal de lo que se intenta evitar, por lo que esta mala formación acarrea el mal desarrollo integral de este niño(a) que ha sido criado de esta manera, puesto que conlleva a una falta de opinión, ya sea, si nuestros padres hablaran por nosotros y a través de nosotros; ejemplo de una madre, que responde de acuerdo a su pensamiento, una pregunta que va dirigida hacia su hija(a), sobre un tema personal o de pensamientos auténticos del retoño, inhabilita una genuina opinión de la niña(o) causando frustración y culpabilidad e inseguridad de su propio pensamiento, situando la madre un “disfraz”,(mentiras, restricción de voz y voto, culpabilidad de algún criterio u acción incorrecta ante el “disfraz”, etc.) y la carga de este, hacia su hija(o), de igual manera ocurre en el caso del niño(a) que cree fielmente que su opinión es auténtica y no un adiestramiento grabado de sus padres( el padre habla a través del hijo), ejemplo de unos padres que han traspasado forzosamente un pensamiento único de ellos, a su hijo; en una determinada ocasión, este tiene que dar una precisa opinión, de un tema en específico, automáticamente, el pensamiento que se le ha metido a su cabeza ha de ser de sus padres, y no de él, y lo que saldrá de su boca como respuesta, no será nada más ni nada menos que una opinión que no ha de ser suya, si no de sus propios progenitores. Esto determina inconscientemente nuestras acciones como hijos, y se observa a través de esta similitud de miradas, causando el miedo a la equivocación, antes de la seguridad de una decisión; privatización de una opinión y un correcto desarrollo integral tanto como de personalidad, consecuencia que afecta en nuestra adolescencia e incluso adultez, ocasionando malas decisiones, por nuestra parte.
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