Técnica y tecnología en relación al arte

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PEC 2: Técnica y tecnología

Índice

introducción al tema                                                                        3

Caso número uno: Las tecnofóbias y el Tecnofatalismo en la cultura                        3

Caso número dos: Tecnofílias y otros determinismos                                        5

Caso número tres: Tecnorrealismo y la construcción social de la tecnología                6

Caso número cuatro: la tecnoimaginación de Vilém Flusser                                7

Introducción al tema

El bien y el mal. Esta diferenciación puramente subjetiva lleva existiendo desde mucho antes de que cualquiera de nosotros tuviera razón de existir. En base a los códigos morales las sociedades fueron evolucionando hasta el punto en que nos encontramos ahora mismo: pero, ¿acaso actualmente todos nosotros tenemos una concepción igual sobre la moral? ¿Sobre lo que es correcto y lo que es incorrecto? La respuesta es un claro y absoluto no. Si ni siquiera en cuestiones básicas esto ocurre (ni posiblemente ocurrirá jamás), ¿cuál sería la respuesta ante la pregunta de si las nuevas tecnologías aportan aspectos positivos o negativos a las sociedades?

Seguramente encontraríamos una diversidad enorme de opiniones, así que, ¿por qué no concretamos un poco más la pregunta? ¿Por qué no nos centramos en el uso de la técnica dentro del mundo del arte? Las respuestas que obtendríamos serían un poco más cercanas entre ellas, seguramente podríamos resumir los resultados ente dos tipos. Aquellos que creen que la tecnología es beneficiosa (tecnófilos) o aquellos que, por lo contrario, no la toleran y se niegan a emplearla en sus creaciones (tecnófobos).

Pero, aun así, dentro de estos dos grupos podríamos hablar de muchas otras cosas, terminologías que se han creado para referirnos a todos los aspectos concretos. Entre algunos ejemplos, por ejemplo, podríamos hablar del existencialismo virtual, la gamificación o ludificación, la maquinema o machinema, el tecnorrealismo, el tecnofatalismo y la tecno-imaginación.

Como observamos, el terreno es amplio y para comprenderlo correctamente es mejor que estudiemos individualmente que son y que veamos cómo se interrelacionan u oponen entre sí. Por este motivo, en este breve ensayo, veremos cuatro casos diferentes donde quedarán reflejados y ejemplificados diversos artistas.

• Caso número uno: Las tecnofóbias y el Tecnofatalismo en la cultura

Para poder entender este primer caso es indispensable entender a lo que nos estamos refiriendo. El término de de tecnofobia hace referencia al miedo o aversión hacia las nuevas tecnologías o dispositivos complejos. Y, por otra parte, el término tecnofatalismo hace referencia a la doctrina o manera de pensar que considera que los acontecimientos tecnológicos no se pueden evitar, ya que es una fuerza superior que rige el mundo.

Sabiendo esto, nos podemos plantear muchas preguntas como: ¿desde cuándo ocurre esto? ¿En una sociedad como en la actual, regida por la automatización y la industrialización, cómo se comportan estos colectivos? ¿Es posible vivir sin esta tecnología? Y, ya que lo que queremos es hablar de los artistas, ¿existen en la actualidad artistas que no empleen ningún tipo de tecnología?

Poco a poco, resolveremos estas cuestiones para tratar de llegar a una conclusión. Ante el primer interrogante cabe decir que los tecnófobos han existido desde hace mucho tiempo: ya en la época humanista se inició la separación entre las ciencias y las artes. ¡E incluso antes! En la propia Grecia se evitaba utilizar tecnología ya que el hombre clásico se veía a sí mismo como la naturaleza armónica y lo tecnológico era aquello que destruía ese orden. Pero, sin embargo, los clásicos tuvieron que adaptarse y seguir evolucionando hasta las sociedades actuales. ¿Y ahora qué?

Aunque sea sorprendente, sí, existen personas ajenas a todo el ruido tecnológico que producimos: son los llamados neoludistas. Este movimiento se basa en la preocupación del impacto tecnológico tanto a nivel personal, cultural y medioambiental. Uno de sus representantes (cabe apuntar que es un extremista) fue Theodore John Kaczynski. Quien llevar una vida humana y primitiva: se marchó a la montaña y allí vivió sin luz, agua o dinero. Tras ser detenido años después por atentar contra la sociedad con el fin de destruir toda tecnología, fue publicado su manifiesto La sociedad industrial y su futuro, texto de referencia para todos aquellos que quieran introducirse en la filosofía neoludista.

Dentro del mundo del arte es complicado encontrar artistas neoludistas, ya que no se visibilizan en redes sociales o páginas webs. Pero eso no los hace inexistentes: todavía quedan alfareros tradicionales, por ejemplo. O talleres de escultura y pintura que viven de sus estudiantes y no de sus obras en general. Ellos también son artistas.

Otros artistas tecnófobos deciden hacer una crítica utilizando esa misma tecnología. Creando así un mensaje icónico y representativo. Este podría ser el caso de la colección Removed, de Eric Pickersgill, un fotógrafo que retrató con su cámara hace hincapié en cómo las nuevas tecnologías nos absorben de la vida real.

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Pickersgill, E. (2014).  Removed. Pic 10 [fotografía]. Recuperado de https://www.removed.social/us-original

• Caso Número dos: Tecnofílias y otros determinismos

Contrariamente al caso anterior, la tecnofília hace referencia al gusto o el afecto por las técnicas y los conocimientos que posibilitan la utilización práctica de los conocimientos de la ciencia y todo lo que ella aporta. Cabe destacar, pues, que esta tecnofília no es simplemente la afección hacia todo lo dicho anteriormente, sino también a todo lo que puede suponer en un fututo: los avances y la evolución de las sociedades gracias a esas técnicas.

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