Biografia de Dolores Caucango

María Dolores Cacuango

María Dolores Cacuango, oriunda de la ciudad de Cayambe, provincia de Pichincha, nacida el 26 de octubre del año 1881, creció en un sector de la hacienda de Moyurco en los cuales sus padres Andrea Quilo y Juan Cacuango trabajaban como peones. A pesar de poseer un apellido de “prestigio” creció en la extrema pobreza al igual que los trabajadores de las haciendas en dichas épocas coloniales. Fue esta condición de desarrollo en la cual Dolores tomo conciencia del estado en que vivían no solo ella si no la mayoría de los indígenas de la nación, para formar su carácter de izquierda por el cual se caracterizó.

Dolores Cacuango huyó a Quito a los 20 años de edad para no casarse con el hombre que no le gustaba. La discriminación se hizo presente para ella y a pesar de que no sufrió maltratos físicos extrañó y valoró su mundo que tenía mucho calor humano. Aprendió a hablar bastante bien el español y regresó a Cayambe donde a los 24 años de edad se casó con Rafael Catacuamba. En el registro civil nota la desventaja de su gente por no saber leer ni escribir al ver que los testigos no pudieron firmar el acta de matrimonio. Por 14 años vivieron sin más problemas que el de una pareja normal. A los 38 años participó en la primera sublevación.

Al frente de un grupo, Dolores debía intervenir ante los representantes del poder, con firmeza y sertividad. Debía          exponer razones y defender planteamientos. Ella llevaba la voz del pueblo y lo hacía con profundidad,  belleza y           elocuencia. La lucha inédita que mantenían los indígenas contra la prepotencia e injusticias de los patrones requería de personas fuertes y firmes. No a partir de la obediencia ciega sino en la medida que la doctrina socialista se identificaba con sus propios valores y las necesidades de su pueblo. En tanto militante, predicó y mantuvo fidelidad con los             principios y prácticas del Partido. Más su discurso jamás utilizó términos ni conceptos ajenos a su propio sistema de     comprensión   del  mundo Junto con la tierra, la organización y la educación,  el gran objetivo de su lucha fue insertar  en la conciencia de los ajenos la idea de la dignidad de los indios e indias, su calidad de seres humanos valiosos y respetables. Donde había reclamo ante el patrón,  allí estaba Dolores, donde había un conflicto de tierra,  dónde había que formar un sindicato, dónde se necesitaban empuje,  fortaleza, solidaridad, allí estaba ella con fuerza impresionante aplicando las oposiciones innecesarias, ajustando cuentas,  exigiendo cumplimiento incluso de sus compañeros. Dolores        siente invalidez de no haber ido a la escuela, pero no por eso se inhibe de aprender.

Su espíritu ardoroso, le llevo a Dolores a comandar un intento de asalto al cuartel La Remonta de Cayambe. Centenares de indios de las comunidades rodearon el cuartel hasta la entrada la noche para presionar la caída de Arroyo del Rio en la famosa revolución de 28 de mayo de 1944, conocida como: “La Gloriosa.”

Dolores pudo constatar el abuso al cuerpo de las mujeres en el sistema la explotación por el trabajo y la sexualidad. Las mujeres eran consideradas menos que eso según ellos eran débiles y estaban continuamente embarazadas. Mantenían la reserva de la fuerza de trabajo de la hacienda, cuando estaban de huasicamas o servicias que tenían jornadas extenuantes de hasta veinte horas al día había una dureza en el trato que recibían las mujeres. A toda edad estaban amenazadas de ser violadas o ultrajadas en su intimidad, la misma Dolores tuvo una experiencia con su hija. En las comunidades primitivas las mujeres tenían un lugar de dominio, para la época de Dolores, siglo XIX y XX la convivencia entre hombres y mujeres manifestaba signos de complementariedad, al interior de la vida doméstica. Las mujeres habían perdido el status en el gobierno de la comunidad. Muchas mujeres sufrieron tortura y prisión por haberlas encontrado actuando como cabecillas o dirigentes de las sublevaciones. Dolores como Transito, Angélica como Rosa entran a la lucha cuando aún son jóvenes, con sus hijos pequeños, que cargaban a la espalda. Algunas mujeres indígenas actuaban autónomamente lo cual tuvieron el suficiente valor para hacer respetar sus decisiones personales.

Su madre fue cabecilla y luchadora, Tránsito organizó una ceremonia cuando Mercedes Alba murió. El liderazgo de las mujeres a partir del levantamiento  de 1919, fue escogido con normalidad por la comunidad indígena. La preocupación de Dolores  por recuperar el respeto para las mujeres fue un impulso siempre constante. Dolores lucha con pasión para erradicar todas las discriminaciones .Triplemente oprimida como pobre, como india y como mujer. El acceso de las mujeres a la educación era una forma de abrirles paso a otras reivindicaciones y por ese derecho luchó diligentemente.    

La “loca” o como llamaban a Dolores Cacuango, mujer de espíritu indomable y luchadora, temida en la capital ya que gracias a su don de la palabra lograba unir a miles de campesinos y movilizarlos hacia la capital haciéndola retumbar con voces de gente que no había sido escuchada hasta esos tiempos, voces de protesta, reclamo y un afán de libertad y derecho equitativo con esta mujer a la cabeza. Dolores conocía la capacidad de su gente al estar junta, gracias a ella y su pueblo, en conjunto a organizaciones como la FEI lograron para el año 1946, después de alrededor de 15 años de insistencia al gobierno, la devolución de los huasipungos a los cabecillas de las huelgas indígenas en el año 1931. La supresión de los diezmos también causó conmoción en especial para el sector eclesiástico, en donde el cura de Cayambe no vio con buenos ojos el retiro de dichos beneficios en su caso, se notaba la ideología de cambio en Dolores, primero derrocaron a los patrones de los huasipungos ahora atacaban el poder de la iglesia.                                                                                                          

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