Dante Alighieri, biografia a la manera de Juan Forn
Enviado por SofiaSueldo • 8 de Julio de 2016 • Biografía • 1.285 Palabras (6 Páginas) • 164 Visitas
En el medio del camino de la vida.
Cuenta la leyenda literaria que el general Bartolomé Mitre, durante la guerra del Paraguay, dedicaba las horas vacías de los largos días sin combate a la lectura y a las traducción de grandes obras. Alto, garrido, muy esbelto, de naturaleza recia, cabellera larga y rizada, la mirada pronta, vivísima, muy despierta. En la frente, un agujero extraño: una cicatriz, la huella perdurable de un balazo. Semejante herida trae a la memoria la condición guerrera su condición de militar. Nadie pensaría que tan cumplido caballero, manejara la espada a la par que la pluma.
En una de aquellas bochornosas tardes en el monte, un oficial entró en la tienda de campaña del militar y al verlo sumergido entre diccionarios y hojas desparramadas, con curiosidad, inició el siguiente diálogo: –¿Qué anda haciendo, mi general? –Aquí me ve, traduciendo al Dante. –Hace bien, a esos gringos hay que darles con todo.[1] Han transcurrido más de seisientos años, y los comentarios continúan. No pasa día, sin que se descubran cosas nuevas, se susciten nuevas dudas acerca de su sentido místico, histórico o moral, o se corrijan con nuevos documentos las erradas interpretaciones de sus comentadores. En la parte superior el general alcanzo a estampar su nombre y lo acompaño con las iniciales “s.d”[2] prosiguió mas abajo “En el medio del camino de la vida…”[3] las primeras líneas.
No nos es extraño que detrás de ese insondable poema se esconda no solo la figura de un gran poeta, sino que también podamos encontrar la historia un gran ciudadano y politico. Durante su época fue mas importante como político y diplomático, al servicio de los guelfos, que como escritor. De regreso a Ravenna en 1321, despues de haber encabezado una misión diplomática de paz en Venecia ante el dogo Giovanni Soranzo, Durante Aligherio III acompañado por una comitiva atravesó por las lagunas de Comacchio, en la desembocadura del rio Po para pasar la noche en la abadia Santa María de Pomposa.[4]
“Cuando las circunstancias lo permitan, en este arduo peregrinar que me aleja, contra mi voluntad, de mi tierra y de los mío- escribe Dante-, he decidido dejar un testimonio de mi paso por este mundo y contar a alguien las experiencias que marcaron mi vida. Le revelaré también los incidentes que me tuvieron como protagonista y las pruebas contundentes que demuestran mi inocencia y mi buena práctica cuando debí cumplir con mis obligaciones ciudadanas. Ofrezco pues, en estos escritos un fiel testimonio de mis actos ante Dios y ante los hombres”[5]
Su inteligencia comenzaba a ofuscarse y sus sentidos a obnubilarse, hasta el punto de no saber que opción debía elegir, si afrontar la muerte o esperar en el sombrío y oscuro bosque una salvación incierta, y corriendo de acá para allá intentaba con todas sus fuerzas salir; cuanto mas se penetraba en el, mas se oscurecía.[6] Enloquecidopor un gran pavor, ya solamente esperaba que cualquier fiera lo asaltara por alguna parte de las sombras de la habitación para ser devorado. Su mente estaba desconcertada y casi sin esperanza. En ese momento encontró serenidad y el miedo a la muerte desaparecio de la alcoba. [7] Casi ciego, por la luces externas que se filtraban por las cortinas de las ventanas, con la voz desdeñada agrego
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