El Malestar De La Cultura.

Universidad Ibero Americana Tijuana                               12 de septiembre de 2016

Alumnas:

Rubi S. Vasquez Meneses

Ghazal Moori

El Malestar De La Cultura

En el primer capítulo Freud trata a la religión como una ilusión y al sentimiento “oceánico”, lo explica como la construcción del exterior a partir del yo, consideramos nuestro yo de apariencia segura, independiente a los demás pero no es así, el yo con una fachada de ello,  mantiene para el exterior límites claros, estos límites solo son perdidos en el enamoramiento donde puede desaparecer el límite entre el yo y el objeto. Si esto puede anulase transitoriamente por lo fisiológica también puede por patología  donde la delimitación del yo se torna confusa. El sentido yoico del adulto ha tenido que evolucionar pues el lactante no diferencia el yo del mundo exterior, se va dando cuenta por estímulos de esta forma comienza a oponerse al yo un objeto (cosa exterior).

Para la aceptación de un afuera son necesarias sensaciones de displacer, de modo que surge la tendencia a disociar el yo al convertirse fuente de displacer, aunque se trate de separar del displacer muchos sufrimientos son inseparables del yo. Como su propósito practico es eludir el displacer las circunstancias de utilice los mismos métodos del interior al exterior se convertirán en origen de trastornos. La felicidad entonces vendría siendo una medida de la ausencia del displacer limitada y  entre más accesible menor será el placer que este genere, mediante esto el ser humano cae en la neurosis al no soportar la frustración de los ideales de la cultura, asumiendo que puede reconstruirse la perspectiva de ser feliz y atenuando las exigencias impuestas por la cultura. Para la prevención del displacer por la propia constitución psíquica estas deficientemente dan resultados, de la misma forma que pensamos sobre la inconformidad cultural conceptualizándola como utópica.

Freud considera a la necesidad religiosa surge de la necesidad del amparo paterno, pues la religiosidad hace sentir que refuta el peligro del exterior, ya que es difícil aceptar la constante insatisfacción del es importante las satisfacciones sustitutivas que además de la religión pueden ser el arte, el amor (incluyendo lo sexual), la belleza, por medio de la sublimación entre otros, aunque solo la religión pretende responder al interrogante de la finalidad de vivir.

El hombre primitivo se dio cuenta que no podía progresar y satisfacer sus necesidades estando solo. Se dio cuenta que al trabajar con los otros resultaba más satisfactorio por lo que empezó a juntarse en colectivo.

También en este comienzo de la vida en sociedad se vincula con la mujer por necesidades genitales, pero se lleva a cabo a través de la creación de una familia como base.  También Freud nos habla sobre la relación entre los hermanos y los hijos con los padres, que son amores cohibidos, inhibidos…

Freud menciona que el amor se contrapone a los intereses de la cultura y por su parte la cultura amenaza con limitaciones al amor.

Freud hace una crítica a aquellos cristianos que dicen: “AMARAS A TU PROGIMO”. Dice el que lo anterior es imposible, ya que no se puede amar a quien no se conoce y tampoco se puede amar a quien le hace daño.

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