ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Elisa Forti: modelo para admirar y seguir


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2016  •  Biografía  •  1.650 Palabras (7 Páginas)  •  245 Visitas

Página 1 de 7

Elisa Forti: modelo para admirar y seguir

[pic 1]

Era un sábado nublado y muy frío. Cuando Alejandro me propuso llegar con la moto hasta la ribera de Vicente López para correr un rato casi le digo que no. Me daba fiaca, mucha fiaca. Pero insistió y allá fuimos. Dejamos la moto en la punta, en Vicente López y bien abrigados empezamos a correr hacia el norte. En un momento me alejé, cuando Alejandro bajó un poco la velocidad y tomé por un caminito que no estaba muy marcado, no sé por qué tomé por ahí. Bah ahora sí lo sé. Algo me llevó hacia allí. Algo o alguien.

Por ese mismo sendero en sentido contrario venía una mujer mayor. Se veía que era mayor aunque caminaba rápido. No sé si ella me vió pero yo sin detenerme la miré y a los pocos pasos algo me hizo Clic. Elisa Forti, grité. Ella se dio vuelta enseguida. Soy Patricia Buffa, hija de Inés y Osvaldo. Enseguida sonrió y en un abrazo, ocultamos nuestra emoción.

Alejandro sorprendido se acercó y a partir de ahí caminamos juntos los tres, ella marcando el paso que de ninguna manera revelaba su edad. 80 años cumplidos en diciembre. Con cada paso me inundaban los recuerdos. Asados y juegos en lo de Forti. Por años, fueron mi contacto con la vida de barrio. La casa de Gianni y Elisa en Vicente López significaba para mí pasarla bien. Recuerdo los juegos que ahora que pienso debe haber inventado Elisa. Una manzana colgando de un árbol y nosotros alrededor saltando y dándole mordiscones. Carreras de obstáculos. Más de una vez saltábamos la pared del fondo del jardín para pasar al club, que ahora descubro se llamaba Teléfonos. Pero la verdad es que allá por los 70, a mis 10 años, lo importante no eran ni Gianni ni Elisa. Sino sus hijos. Tres varones: Nello, Aldo y Fabio. Varonera como era, debo haberles jugado mano a mano. Me pregunto qué recordarán ellos de esa época. No los volví a ver.

Supongo que la amistad comenzó entre papá y Gianni. Ambos compartían además de la misma ocupación, indumentaria masculina, un pasado de noches de farra. De Elisa, tengo pocos recuerdos puntuales. El personaje era Gianni. Un tano que pasaban los años y seguía teniendo el mismo acento como si la Argentina le pasara cerca pero no tanto. Y Elisa acompañaba. Se la veía con carácter y un acento aún más fuerte que el de su marido. Intuyo -más que recuerdo- que Elisa y mamá deben haber compartido puchos y anécdotas. Eran amigas, aunque a simple vista no parecían tener mucho en común. Mamá siempre fue muy sociable, culturalmente inquieta, lectora. A Elisa no me la veo con los libros ni las salidas de noche. La imagino más bien al aire libre, haciendo deporte y malabares con el presupuesto. Seguro que se dieron ánimo mutuamente en alguna de los tantos sacudones económicos que atravesaron tanto mi viejo como Gianni.  Alguna vez mamá me habló de alguna discusión fuerte pero a decir verdad la amistad debe haber sido más fuerte aún porque los invitamos a mi casamiento. Aparecen en las fotos. Ella con sus ojos azules, tal como los vi el sábado.  

Esa mañana nublada y fría, caminamos, charlamos, nos reímos. Le confesé que la había reconocido por una  foto y un artículo sobre ella que descubrí en la peluquería. “La Nona de los Andes” creo que se llamaba. Me sorprendí tanto que no pude dejar de comentarlo con la peluquera. La anciana de la foto era amiga de mis viejos!! Lo increíble es que había participado de una carrera de elite: el cruce de los Andes. 100 km entre Argentina y Chile!!! Dos veces, me dijo, entre paso y paso. La del año pasado junto a mi nieto Lihuel. Y ahora acabo de volver del Palmar. Corrí una de 25, entre cañadones y campo abierto. Sin agitarse en lo más mínimo, no paraba de hablar. Yo vengo acá al río todos los días. Normalmente corro una hora pero esta semana estoy caminando porque hace cuatro días me operaron de una hernia inguinal!! . Con Alejandro nos mirábamos sin poder creerlo. Es más. nos costaba seguirle el paso.

Llegamos al puente que une capital y provincia y nos dejamos guiar. Ella sin duda jugaba de local. Con total sencillez pasaba de narrar su última maratón (en la que solo fueron 5 de su equipo y tuvo que compartir habitación con los 5 jovenes. Como soy vieja, no hay problema, viste?) a hablar del pasado. De la familia. De cada hijo. Algunos más cerca y otro en España, a quien visita siempre durante el mes de agosto. Corro por la playa, sabés? Y una vez mi nieta me dijo que había una carrera enfrente al castillo de Windsor que ella y su marido querían correr y me invitaron. Y allá me fui!! O sea que te codeas con la realeza, le dije. Se rio con picardía. En ese momento nos cruzamos con un grupo de corredores que estaban haciendo una pausa y todos a la vez le gritaron Hola Elisa!! Y ella devolvió el saludo como si nada. Sos famosa, che. Claro, me conocen porque vengo siempre. Hasta me hicieron ciudadana ilustre. No sé bien por qué. Es tan lindo el río y los pájaros. Los mejores son los tordos. Cuando te acercás, remontan vuelo. Y a los pocos metros, bajan, pero te acercas de nuevo y chau. Se vuelan. Es muy divertido.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (9 Kb) pdf (229 Kb) docx (157 Kb)
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com