Madame Curie
Enviado por Bea Bosio • 10 de Marzo de 2019 • Síntesis • 1.342 Palabras (6 Páginas) • 294 Visitas
MARIE CURIE
Precursora. Pionera. Brillante. Si hay una mujer que merece todos esos adjetivos es la científica Marie Curie, la primera mujer en ganar un Premio Nobel, la primera persona en ganarlo dos veces y la única persona que obtuvo los galardones en dos ciencias diferentes: Física y Química. Marie Curie no sólo es una mujer a la que todos debemos conocer por su brillantez científica, sino también por su determinación y valentía, y por todos los escollos que encontró-y superó- en el camino de su vida fascinante.
Marie nació en Varsovia, en 1867, y su niñez fue difícil. Su familia se había venido a menos por los tumultos políticos de la época y Polonia estaba ocupada por el Imperio Ruso que imponía su idioma y su cultura. Marie tuvo que asistir a clases clandestinas para aprender la cultura de su tierra, y aunque su brillantez la llevó a obtener la medalla de oro en el colegio, no pudo acceder a una educación superior por ser mujer, y asistió a una universidad clandestina, que admitía mujeres estudiantes.
Los apremios económicos no le permitieron salir de su país para seguir formándose sino hasta 1891, cuando pudo partir a Francia y seguir con sus estudios de matemáticas, física y química en la Universidad de París. Tampoco esos tiempos fueron fáciles. Pasó hambre y subsistió con mucho sacrificio. Estudiaba de día y enseñaba de noche. En ese ambiente conoció a Pierre Curie y muy pronto los unió el amor a la ciencia.
“Sería una cosa preciosa…si pudiéramos pasar nuestra vida cerca el uno del otro, hipnotizados por nuestros sueños: tu sueño patriótico, nuestro sueño humanitario y nuestro sueño científico…” le escribió en una carta Pierre a Marie.
Tal como soñó Pierre, el matrimonio tuvo una vida plena, concibieron dos hijas, y juntos fueron imbatibles, legando al mundo dos nuevos elementos químicos revolucionarios: el Polonio (llamado así en honor a la Polonia natal de Marie) y el Radio.
El Polonio encontró su uso como una fuente de neutrones y es de gran importancia para las armas nucleares; El Radio por su parte, demostró ser muy útil para destruir células que forman los tumores. Elemento precursor de la terapia por radiación que sigue siendo utilizada hasta hoy en día para combatir el cáncer y otras dolencias. Así de importante fue su legado a la ciencia.
Marie vivió su vida entre reconocimientos a su gran calidad científica y los preconceptos del machismo imperante de la época: Por un lado, su doctorado fue Cum Laude por sus estudios relacionados a la radioactividad y otros avances. Por el otro, cuando en 1903 la Real Institución de Gran Bretaña invitó al matrimonio Curie a dar un discurso científico, a ella no le permitieron hablar sólo por el hecho de ser mujer. (De igual manera-al año siguiente-)la disertación que había preparado Marie para la ocasión fue traducida a cinco idiomas y reimpresa 17 veces.
Lo mismo pasaría cuando en 1903 la Real Academia de Ciencias de Ciencia de Suecia decidió otorgar el Nobel a Curie. En principio pensaba dárselo sólo a su marido, negándole el reconocimiento a Marie por ser mujer. Pero Pierre dijo que rechazaría el Nobel si no se reconocía también el trabajo de su esposa, ya que los méritos eran en conjunto. La Academia entonces decidió galardonarla, convirtiéndose así en la primera mujer en recibir un Nobel.
Tres años después de ese reconocimiento, Pierre fallecería en la calle, atropellado por un carruaje. Marie, que todavía no había cumplido 40 años, quedó sumida en una gran tristeza, pero siguió trabajando incansablemente. El Departamento de Física de la Universidad de París le dio el puesto que ocupara su esposo en vida, y con eso se convirtió en la primera profesora mujer de la Sorbona. Y cuando estalló la Primera Guerra Mundial, también fue pionera, ya que fue una de las primeras mujeres en recibir el registro de conducir en Francia.
Marie lo solicitó para manejar personalmente las unidades móviles de rayos X (ambulancias radiológicas) que ella misma había diseñado, para ayudar a los cirujanos en el campo de batalla. Con la ayuda de su hija Irene y un médico militar, dirigió la instalación de veinte unidades móviles de radiografía y doscientas unidades radiológicas en hospitales provisionales en el primer año de Guerra. Se estima que más de un millón de soldados heridos fueron tratados con sus unidades de rayos X. Aunque en vida no recibió un reconocimiento oficial del gobierno de Francia por esta actitud heroica, en 1995, bajo el gobierno de Mitterrand, su cuerpo-junto al de su marido- fue trasladado en un acto solemne al Pantheón de París, siendo la primera mujer en ingresar en ese mausoleo heroico por su legado.
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