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Sonia Sotomayor, Mi mundo adorado.


Enviado por   •  5 de Junio de 2016  •  Ensayo  •  2.459 Palabras (10 Páginas)  •  1.084 Visitas

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Sonia Sotomayor, Mi mundo adorado

           Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad pero se necesita un enfoque. Entre mas enfocado estés mas efectivo podrás ser. Una vida enfocada en una meta clave, tiene mucho efecto en llevarte en la dirección correcta no importa si tienes diabetes, si tienes o vives en el torno de  problemas socioeconómicos, si eres mujer o si eres latino, todo es posible cuando te lo propones.

Desde que se tiene uso de razón, todos los adultos a nuestro alrededor nos cuestionan con la misma pregunta ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Sobra decir que a la edad de siete años ¿quién sabe lo que quiere hacer cuando sea grande?  A esa edad estas sólo pensando en pedir regalos al Niño Dios y ponerle el diente debajo la almohada al ratón Pérez para que te traiga dinero. A esa edad ante los ojos de la gente se supone que tienes cero preocupaciones, pero para la pequeña Sonia Sotomayor todo fue diferente.  En el año 1962 aun siendo una niña fue diagnosticada con diabetes juvenil tipo 1. Este fue solo uno de los obstáculos que tuvo que superar Sonia Sotomayor.

Sonia Sotomayor es la primera jueza hispana y tan sólo la tercera mujer designada a la Corte Suprema de los Estados Unidos. Sotomayor nació el 25 de junio de 1954 en Nueva York de padres nacidos en Puerto Rico. Su padre murió cuando ella tenia nueve años, y luego fue criada por su madre y también tiene un hermano menor llamo Junior. Sonia se graduó Magna Cum Laude (con honores) en el programa de ciencias políticas y obtuvo un premio Pyne Prize de la Universidad de Princeton en 1976 y recibió un JD de la Escuela de Derecho de Yale en 1979, donde fue periodista en el Yale Law Journal. Sotomayor obtuvo su primer empleo en la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, 1979-1984; luego paso a una firma privada, Pavia and Harcourt, donde se especializó en casos de propiedad intelectual, 1984-1992; Jueza de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en Manhattan, Designada por el presidente George H.W. Bush, 1992-1998, fue la más joven del distrito y la primera juez federal hispana en el estado de Nueva York cuando fue confirmada en 1992; Jueza de la Corte del Segundo Circuito Federal de Apelaciones, 1998-2009.

El libro autobiográfico de Sonia Sotomayor, Mi mundo adorado es un relato de las memorias sobre su niñez y adolescencia en una comunidad pobre y peligrosa del Bronx en New York. Sotomayor cuenta en el libro temas muy personales de la infancia como el alcoholismo del padre y el una madre que se preocupa por la educación de los hijos pero a la vez esta muy ausente del hogar por trabajar muchas horas. Sonia tuvo que lidiar con bastante adversidades desde temprana edad diabetes tipo 1 se orinaba en la cama, sufría de desmayos, aprender a inyectarse, la muerte del padre a los nueve años, vivir en un barrio peligro rodeado de drogas y pandillas y el tener que enfrentar la crueldad del racismo y la discriminación.

En el libro, Sotomayor explica “La lista de posibilidades para una persona con diabetes no parecía muy larga. Y peor aún, había una lista de profesiones que estaban fuera de límites. No puedes ser piloto de aviones ni conductor de autobuses. No puedes servir en servicio militar. Y no puedes ser policía” (Sotomayor 83). Sonia Sotomayor soñaba con ser detective debido a que se la pasaba leyendo los libros de Nancy Drew y sabia que para ser detective tendría que ser oficial de la policía primero así fue que descarto esa opción y por medio del show Perry Mason decidió que podía ser  abogada, contemplando que era el juez quien decidía; el que tomaba la decisión final por eso de cierta manera Sonia Sotomayor opto ser juez.

La diabetes fue el primer método que le enseño a Sonia, la autodisciplina y a no desperdiciar el tiempo porque no sabia cuanto duraría su vida. La diabetes tipo 1 es una enfermedad que requiere una rutina muy precisa y estricta tanto cómo en tu alimentación cómo también en la parte física. Y si  le causa dificultad a una persona adulta adaptarse aun más a un niño o niña en plena desarrollo; para Sonia que tan solo siete años fue todo los contrario ella cogió el toro por los cuernos (la diabetes) desde el principio. Lo que la llevo a tomar esta decisión fueron unos cuantos cosas: el tema de que peleaban su papá y mamá, que le temblaba la mano a papá (por alcohólico) cuando la intentaba inyectar por primera vez y que la mamá lo hacia muy fuerte. Así que opto por aprender hacerlo ella misma ya que iba necesitar inyectarse por el resto de su vida.

En el libro, Sotomayor relata “Mi madre me enseño cómo sostener el fosforo mientras giraba la perrilla para avivar la llama en un círculo azul. Llenamos juntas la cacerola de agua, suficiente para cubrir la jeringuilla y la aguja, y un poco más por si se acaso se evaporaba. Me indicó que esperara hasta que viera burbujas y entonces contara cinco minutos por reloj, lo cual había aprendido a hacer el año anterior, en primer grado. Después de hervir el agua, todavía había que esperar a que la jeringuilla se enfriara” (Sotomayor 4-5). A la edad de los siete años la norma del desarrollo de un niño o niña de esa edad es salta a la cuerda, montar bicicleta, reconocer la izquierda y la derecha, comer de todo sin ayuda, amarrarse los cordones de los zapatos, con un poco de ayuda, se viste para ir a la escuela, y hasta bajo la supervisión de un adulto, utiliza un cuchillo para cortar carne o trozos de fruta. Pero querer aprender ha inyectarse no esta en la norma más por evitar lidiar con él padre el alcohólico o la madre la rabiosa.

La pequeña Sonia es sorprendente que con tan solo siete años haya tomado una decisión tan madura y rápidamente incorporo la diabetes en su rutina diaria sin queja alguna, más valiente que cualquier adulto en asumir la realidad creo una autosuficiencia prematura en esta pequeña.

Sonia vivió desde la edad de los tres años en las Casas  Bronxdale en el Bronx, New York, en un proyecto de vivienda pública a fines de 1950. La historia de Sonia es una aspiración y afirmación del sueño americano: Que a pesar de todas las probabilidades en contra, subió a la cima; El perder al padre a los nueve años gracias a la bebida alcohólica y la  madre estaba ausente por largas horas debido a sus tres empleos y estudios. Por querer proveer a sus hijos la mejor educación,  La madre de Sonia creía que la educación era la clave para sacar a sus hijos de los proyectos de viviendo de Bronxdale, Nueva York.

En el libro, Sotomayor cuenta “Junior y yo teníamos prohibido usar las escaleras, donde una vez asaltaron a mi madre y donde los adictos se inyectaban con regularidad ensuciando la escena con sus agujas y toda la parafernalia” (Sotomayor 20). El Sur del Bronx es muy conocido por su Hip Hop y grafiti, pero a fines de los años 60 empezó una gran ola de crímenes en las calles Bronxdales: drogadictos, pandilleros, indigentes y ladrones. En el libro, Sonia Sotomayor, The True American Dream, Felix explica, “The transformation that swept through the area in the late 60s brought gangs and drug dealers. Celina began looking began looking for a better place to live. In the meantime, she was vigalant about keeping her children out of harm’s way” (Felix 76).

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