Al Capone
Enviado por iata • 14 de Agosto de 2014 • 653 Palabras (3 Páginas) • 324 Visitas
Nació el 17 de enero de 1899 en Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, en el seno de una familia de inmigrantes italianos.
La miseria de los suburbios de esa enorme urbe tan escasa de oportunidades fue la escuela de Capone en los asuntos del hampa. Ahí, donde rige la ley del más fuerte y hay que aprender a dominar o someterse sin replicar, recibió la herida que le dejó marcado el rostro para ser conocido años más tarde como "Scarface" o "Cara Cortada".
El 30 de diciembre del año 1918, se casa con la irlandesa Mae Josephine Coughlin, con la que tuvo a Albert Francis Capone ese mismo año. Nunca se vieron juntos en público. Al Capone prefería la vida galante y los negocios turbios como el contrabando de licor. En la década de los veinte del siglo XX la ciudad de Chicago era asolada por una serie de mafias que se disputaban el poder del hampa entre sí. Al Capone eliminó a sus rivales en una serie de guerras, cuyo detonante fue el asesinato de Dean Charles O'Banion. Cuando murió Jim Colosimo y más tarde Johnny Torrio, quedó como jefe supremo. A los 26 años, era un hombre desalmado, gordo, bromista y dicharachero que tenía todo cuando pudo desear en sus años de miseria: mujeres, joyas y mucho dinero.
Llegó a tener cientos de pistoleros a su servicio y 18 guardaespaldas que custodiaban su persona y sus posesiones. En los hoteles Hawthorne y Lexington tenía sus oficinas y ahí guardaba su dinero para no dar a la policía pistas sobre el monto de su riqueza. Aun así, en 1929, fue nombrado el hombre más importante del año, junto con personalidades de la importancia de Albert Einstein y Mahatma Gandhi. Ese mismo año, se dejó aprender bajo el cargo de posesión de armas y estuvo en prisión por espacio de doce meses. Todo porque temía la venganza de otro mafioso, Dug Moran. Sin embargo, los días de gloria de Al Capone tuvieron fin. Sin que se diera cuenta, un investigador se infiltró entre sus hombres como espía, y en un eficiente trabajo logró reunir pruebas de ingresos ilegales y defraudación fiscal. Pese a su poder, Capone nunca se dio cuenta de la intromisión de ese hombre. Tampoco pudo saber que era a causa de sus delaciones que, una vez iniciado el proceso en su contra, fracasaron sus intentos para asesinar al jefe del fisco y sobornar a los jurados. Sin salida, no tuvo más remedio que confesar el delito de defraudación al fisco por más de 300 millones de dólares, y fue sentenciado a purgar una pena de once años en prisión.
Primero fue internado en la penitenciaría de Atlanta. Sin embargo, la corrupción penitenciaria permitió que desde ahí siguiera manejando sus negocios turbios. Eso sí, se comportaba como el más dócil de los presos y se dedicaba a la fabricación de calzado. La suerte de Al Capone cambió cuando fue trasladado a la prisión de Alcatraz, en San Francisco. Ahí, donde no hubo privilegios ni oportunidad de hacer componendas, el preso
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