ANÁLISIS DE UN CASO REAL. CARBOHIDRATOS

CARBOHIDRATOS

Existen diferentes tipos de carbohidratos. Aunque mucha gente diferencia los carbohidratos "buenos" y "malos", realmente la distinción se sustenta en que algunos aportan más nutrientes que otros. Se encuentran en una variedad de alimentos que también aportan otros nutrientes importantes a la dieta, como vitaminas, minerales, fitoquímicos, antioxidantes o fibra dietética. Las frutas, los vegetales, los granos, y muchos productos lácteos contienen naturalmente carbohidratos en diversas cantidades, incluyendo los azúcares, que pueden agregar gusto a una dieta nutritiva.

Los carbohidratos son uno de los tres macronutrientes básicos, los otros dos son las proteínas y las grasas. Estos nos ayudan a disminuir algunos de los efectos negativos de la insulina y al control global de la glucosa en la sangre.

El consumo suficiente de carbohidratos es de vital importancia para el cerebro. El cerebro es uno de los órganos más hambrientos de nuestro cuerpo. Más de 80 millones de neuronas están enviando y recibiendo señales eléctricas a lo largo del día, creando pensamientos y emociones complejos. Incluso cuando estamos dormidos, las neuronas del cerebro están ocupadas enviando señales eléctricas de una región a otra, consolidando recuerdos e información.

Además de las células cerebrales, los glóbulos rojos, el sistema nervioso central, la placenta y el feto (en caso de embarazo) deben tener también glucosa para hacer su función y sobrevivir. Muchas otras células pueden utilizar la energía de otras fuentes como los ácidos grasos. Cuando las células funcionan anaeróbicamente (sin oxígeno) dependen al 100 % de la glucosa. Si no se proporciona la glucosa en la dieta y el almacenamiento del cuerpo se agota (glucógeno), el cuerpo romperá la proteína en los músculos para mantener los niveles de glucosa en la sangre.

La calidad de los carbohidratos es importante: el tipo de carbohidratos contenido en la dieta puede ser una fuente más o menos saludable para el cuerpo. La cantidad (alta o baja) es menos importante que el tipo de carbohidratos de nuestra dieta. Por ejemplo, los cereales integrales saludables como el pan integral, el centeno, la cebada y la quínoa son mejores opciones que el pan blanco altamente refinado o las papas fritas.

Muchas personas están confundidas acerca de los carbohidratos. Es más importante comer carbohidratos provenientes de alimentos saludables que seguir una dieta estricta o contar el número de gramos de carbohidratos consumidos.

1.2. Los carbohidratos refinados y sin refinar

Los carbohidratos refinados son granos procesados. Durante el proceso de molienda, los fabricantes retiran el salvado y el germen y mantienen el endosperma del grano para pulverizarlo, haciendo que el producto final sea más fácil de masticar y digerir. Los fabricantes prefieren utilizar los granos procesados porque aumentan la vida útil de de los carbohidratos. Sin embargo, el procesamiento elimina una porción significativa de los nutrientes del grano, incluyendo el 50 % de la vitamina B, el 90 % de la vitamina E y casi todo el contenido de fibra.

Importante

Los granos enteros son carbohidratos sin refinar y retienen el núcleo entero de la semilla del alimento que incluye los salvados, el germen y el endosperma. Los granos enteros se encuentran en alimentos densos en nutrientes que contienen altas concentraciones de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Comer granos enteros mejora la calidad de tu dieta.

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1.3. Los carbohidratos simples y complejos

El bloque básico de un carbohidrato es una unión de carbono, hidrógeno y oxígeno. Un carbohidrato químicamente siempre tendrá estos elementos.

Importante

Los carbohidratos pueden tener varias formas y en su mayoría contienen aproximadamente cuatro calorías por gramo. Existen carbohidratos simples y carbohidratos complejos.

Carbohidratos simples

Los carbohidratos simples que se componen de una unidad de azúcar se llaman monosacáridos. Se descomponen rápidamente por el cuerpo para ser utilizados en forma de energía. Los carbohidratos simples se encuentran naturalmente en alimentos como las frutas, la leche u otros productos lácteos. También se encuentran en azúcares procesados y refinados como dulces, azúcar de mesa, jarabes o refrescos.

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