Adaptación de los seres vivos al ambiente.

Adaptación de los seres vivos al ambiente

Imagina que estás en un bosque; estás solo y de pronto ves un lobo, seguramente estarás pensando en correr. No vayas tan rápido, eres invisible, no te podrá ver. Tú a él sí lo puedes ver, así que concentrémonos en eso. Ese animal carnívoro que estás viendo tiene unos dientes afilados y grandes, ¿cierto? Esto es dado a que presenta adaptaciones según el alimento que consume; desgarra a sus presas. Sigues caminando y de pronto ves a un cuervo; éste tiene pico curvo y fuerte y garras afiladas, tiene lo necesario para obtener su alimento.

        Continúas caminando y de pronto paras porque alcanzas a ver un caracol, sabemos que éste tiene un caparazón que lo protege de los golpes de los depredadores y de los malos tiempos. Son las 7:00pm, decides descansar un poco y te recuestas, sumergido en los inmensos árboles. Miras a tu lado derecho, y te atrae la peculiaridad de un árbol… Parece que tiene ojos, entonces quedas perplejo y decides acercarte un poco más, entonces te da cuenta que es un búho que pareciera que forma parte de la corteza del árbol; la idea de pensarlo te asusta y te intriga. A ésta peculiaridad que los búhos son capaces de hacer, se llama mimetismo; es una adaptación de protección que les sirve a los búhos, en este caso, para pasar desapercibidos si es que hay cerca un depredador.

        Despiertas con un dolor de cabeza agudo siendo las 3:00pm de la tarde sin saber que sucede ni porqué dormiste en el suelo, y te encuentras en tu cuarto en donde hay una enorme pecera con dos lindos peces dentro que no habías visto antes; estás muy confuso. Pero miras los peces y encuentras que son distintos de color y tamaño; son hembra y macho, y son distintos ya que así éstos aportarán su información para crear nuevo(s) individuo(s) distinto(s) a los progenitores y esperando que sea más apto para las distintas condiciones de vida. Sigues analizando a tus ahora peces y miras sus aletas; aquellas que les sirven para desplazarse. Y piensas entonces en las aves y sus alas, y claro, en tu perro “Max” y sus patas.  

        Un líquido que se posó en tu mano derecha cuando tu cabeza se encontraba recostada en ella, te despertó. Te encuentras en la penúltima banca de la penúltima fila y cuando miras al frente encuentras a todos tus compañeros mirando a aquel señor con barba creciente de esperanzas y una voz capaz de colarse satisfactoriamente incluso en la mente más desganada, lo miras con atención al tiempo en que escuchas su voz emocionada pero ya cansada. —Un claro ejemplo de la adaptación al ambiente es la jirafa, un ejemplo simple y práctico. Nacen distintos tipos de jirafa, esto quiere decir que aunque hayan nacido de los mismos progenitores éstas tienen variaciones hereditarias dado a que sus genes no están acomodados de la misma manera. Bien, unas son de cuello largo y otras son de cuello corto. ¿Qué creen que sucede ahora? Nueve personas levantaron la mano y se escucharon murmullos; el profesor sonrió y le cedió la palabra a un chico de cabello negro con una chaqueta gris humo que hacia juego con su brazalete en la mano izquierda.

        —Yo recuerdo haber leído en un libro que las jirafas, como sabemos se alimentan de hojas o pasto, entonces al haber jirafas de cuello corto, éstas se alimentaban de los pastos cortos pero los pastos crecieron, sucedió lo de los cambios en el ambiente, y los árboles al ser también altos, ellas empezaron a desarrollar uno de sus órganos más, que es cuando ocurre el uso y desuso de órganos, que es lo que leí. Esto sucedió dado a la necesidad de adaptarse para así sobrevivir; ésta característica adquirida por las jirafas que originalmente tenían el cuello pequeño, se le heredó a sus descendientes cuando éstas se reprodujeron y así fue como siguieron persistiendo jirafas con la característica del “cuello largo”, dado a la herencia adquirida.

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