“Alcohol-Gel Clean Fresh”
Enviado por ENFERMERIAUAQ • 5 de Marzo de 2019 • Trabajo • 3.184 Palabras (13 Páginas) • 242 Visitas
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Contenido
- INTRODUCCIÓN 2
- HISTORIA DEL ALCOHOL GEL PARA MANOS 3
- INDICACIONES DEL ALCOHOL-GEL 5
- TECNICA DE APLICACIÓN 7
- ELABORACION CASERA DEL ALCOHOL GEL PARA MANOS 9
- CONCLUSIONES 11
- GLOSARIO 12
- BIBLIOGRAFÍA 13
- ANEXOS 14
INTRODUCCIÓN
A lo largo del día estamos expuestos al contacto con miles de microorganismos los cuales claramente pueden generar complicaciones en la salud de algún paciente y a la nuestra misma. Sin embargo, con un correcto manejo de la higiene de manos se evitarán las complicaciones, los riesgos y se podrá prevenir la entrada de microorganismos patógenos.
Este pensamiento nos ha llevado a pensar en una solución para el uso de alcohol-gel de una manera económica, práctica y correcta, por lo cual hemos decidido hacer un proyecto para aprender a hacer alcohol-gel y no cualquier alcohol-gel sino uno de nuestra propia invención al cual decidimos llamar: “Alcohol-Gel Clean Fresh”.
En el día a día del personal de salud serán necesarias cantidades inmensas de alcohol-gel, por lo cual será igual de necesario aprender a crearlo de la mejor manera, ciertamente hay más ventajas comparativas en hacerlo y comprarlo, no sólo en el costo si no en la obtención de la textura perfecta a nuestra piel y la consistencia adecuada a nuestro parecer.
Este trabajo intenta presentar y concientizar la importancia de la higiene de manos y lo que es el “Alcohol-Gel Clean Fresh”, un Alcohol-Gel fácil de hacer en grandes cantidades, para el uso día a día del personal de salud, además de fácil es muy barato, tiene un ahorro considerable del 40%, la mejor frescura y lo mejor una sensación agradable al tacto.
Dentro del trabajo se abordarán: La Historia del Alcohol-Gel, Indicaciones del Alcohol-Gel, Técnica de aplicación de Alcohol-Gel y la descripción de cómo elaborar “Alcohol-Gel Clean Fresh” desde la comodidad de su casa.
HISTORIA DEL ALCOHOL GEL PARA MANOS
En el siglo XVIII la epidemia de fiebre puerperal se desarrolló en muchos hospitales. Esta epidemia provocaba la muerte de muchas parteras por contagiarse al momento de atender. En el Gran Hospital de Viena, en los finales de 1840 el doctor Ignaz Philipp Semmelweis observó que la mortalidad de los partos atendidos por estudiantes y personal de salud era hasta 3 veces mayor comparada con la de la sala atendida por comadronas.
Después de analizar largamente estos hechos lo guiaron a concluir que la alta mortalidad de mujeres por fiebre puerperal era a cause de que los estudiantes pasaban de la sala de necropsia, donde practicaban disecciones sobre cadáveres, a la sala de obstetricia donde examinaban a las pacientes sin un previo lavado de las manos.
Semmelweis sentenció que las manos de los estudiantes y trabajadores eran las responsables de llevar “partículas cadavéricas” de un sitio a otro e infectar a las pacientes.
Semmelweis, después de este estudio estableció una política obligatoria de lavado de las manos, colocando lavabos a la entrada de las salas de maternidad, utilizando además una sustancia antiséptica, el cloruro de calcio, lo que le permitió observar la disminución de la mortalidad de mujeres por fiebre puerperal. Constituyó esta la primera evidencia documentada(1) y clara del beneficio que reporta el lavado de las manos en el control de las enfermedades infecciosas.(2)
Una de las primeras referencias que se tiene del lavado de las manos con una solución antiséptica data de la primera mitad del siglo XIX. En 1822 un farmacéutico francés, demostró que una solución de cloruro de sodio podía erradicar el mal olor que desprendían los cadáveres y además planteó que esa sustancia podía servir como un desinfectante y antiséptico.
El mencionado farmacéutico publicó un artículo, en 1825, donde figura un consejo para los médicos que prestaban asistencia a enfermos con enfermedades infecciosas, el mojar sus manos en una solución clorada podría reportarles un beneficio para evitar las enfermedades pestilentes.
A raíz de esto se han probado diversos tipos de desinfectantes en la piel a lo largo de la historia, la descripción más antigua en revistas científicas acerca del uso de alcohol como agente desinfectante en el área de la salud va desde el año 1965, esta misma fecha es la cual se describe como desinfectar las manos antes de procedimientos quirúrgicos, entre los primeros estudios en reportar hallazgos microbiológicos con el uso de alcohol en la piel, está el creado por lilly y cols en 1979, y después en 1984 Ayliffe determinó que el uso de alcohol-gel para la desinfección de las manos logra reducir en un 95% la entrada de microorganismos y que el uso constante de este logra hasta el 99%.
Ya que desde hace tiempo se aceptan los beneficios del alcohol como desinfectante en la práctica clínica, hay que analizar por qué el personal de salud hace o no uso de esta práctica, los estudios demuestran que lo que permite el uso constante de este producto es el emoliente que es lo que mejora el aceptar el uso de alcohol-gel en las manos.
Algo muy importante para su uso continuo es encontrar un emoliente aceptable, que no cause reacciones con el uso extremadamente repetitivo.
Por último, es necesario mencionar que en la documentación sobre el alcohol para manos. Se ha señalado de una manera sistemática en múltiples protocolos de atención a la salud, además de los beneficios que se tienen si se combina con el lavado de manos (agua y jabón).
Hoy en día, existe un consenso en que el uso de alcohol isopropílico del 70 para la desinfección de la piel es muy recomendable hasta para situaciones médico-legales por omisión o falta de uso.
INDICACIONES DEL ALCOHOL-GEL
El uso de alcohol-gel como desinfectante en la práctica de atención a los enfermos es algo de vital concientización, en todo el mundo miles de personas diariamente mueren por este error, no se les da la importancia debida a las infecciones contraídas al ser atendidos, aun cuando sabemos que las manos son la principal vía de transmisión de gérmenes durante la atención sanitaria.
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