Ciencia sin seso, locura doble: Capítulo 1
Enviado por Yaz M. • 7 de Marzo de 2019 • Ensayo • 953 Palabras (4 Páginas) • 1.075 Visitas
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE COAHUILA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
EPISTEMOLOGÍA
CIENCIA SIN SESO: LOCURA DOBLE
DR. JOSÉ ALFREDO MORALES PÉREZ
YAZMÍN YARELI MOLINA CÁRDENAS
II SEMESTRE, SECCIÓN B
TORREÓN, COAH; MEX. A 12 DE FEBRERO DEL 2019
Ciencia sin seso, locura doble
Capítulo 1: de hominídeos, mitómanos y científicos
¿Cómo se transformaron en ciencia los primeros modelos mentales? Esa es una de las principales interrogantes que Marcelino Cerejido se plantea en el primer capítulo de Ciencia sin Seso.
También nos habla, muy claramente, de la necesidad básica de esos primeros modelos mentales para la comprensión de los modelos más complejos, pues son el inicio de un desarrollo complejo de figuras mentales que habilitan al ser humano para la ejecución de determinadas tareas.
El ser humano mantiene una relación dinámica y constante con el conocimiento, pues este último requiere de alguien que lo posea para ser considerado como tal.
Y como cambia el conocimiento, cambia también cambia la ciencia y la cultura. La cultura occidental, por ejemplo, considerada en la actualidad como el pináculo del avance y el progreso, parte de diversas culturas madres con creencias y marcos conceptuales enteramente diferentes a los que mantenemos hoy en día, los cuales sirvieron como etapas de la elaboración del pensamiento actual.
De la misma manera, a ciencia no es definitiva, pues una de sus constantes es el hecho de que mantiene una evolución constante y exponencial.
Una de las etapas más primordiales del conocimiento científico sería el modelo teológico, que parte de la suposición de un diseño divino que recae sobre las reglas naturales. Ese modelo propone un sentido de racionalidad y propósito superior, en el cual nada de lo que ocurre está hecho en vano y existe una Verdad, también conocida como secreto universal.
Un ejemplo muy claro de este secreto universal es el que la mitología judeocristiana asignó al conocimiento, en el momento en el que Yahveh prohíbe a sus creaciones comer del árbol de la ciencia del bien y del mal para evitar que sus ojos se abran y se conviertan en criaturas similares a dioses.
Entonces, la ciencia pasa a ser un privilegio otorgado solamente al creador, y su usurpación se convierte en pecado, lo cual ahora podemos concebir como una conveniencia sociopolítica.
Pero, ¿es realmente la búsqueda de conocimiento una búsqueda ambiciosa y voraz de una civilización que pretende abarcar todo lo que le pertenece a Dios, o es la débil luz de la linterna de un niño asustado en medio de un bosque tenebroso?
Cerejido opina que el hombre no busca conocimiento por la avaricia de poseerlo, sino para cubrir su inseguridad y su angustia al enfrentarse a lo desconocido, pues esto lo vuelve vulnerable, y tal cosa se remonta a los orígenes de la consciencia humana.
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