El fin de Laissez Faire según Keynes

El fin de Laissez Faire según Keynes

Brandon Steve Barajas Silva
Rodrigo Cárdenas Leyton

Universidad Autónoma de Bucaramanga
Facultad Ciencias Económicas, Administrativas y Contables
Programa Economía
Bucaramanga
2017

Al comienzo del texto se puede evidenciar el fuerte y minucioso análisis que se aproxima para el individualismo y el Laissez Faire, no obstante se denota una mayor relevancia en el segundo más que el primero a lo largo del texto, de igual manera no es posible según el autor distinguirlos, pero si decir, desde qué momento y a partir de más o menos donde nació. John Maynard Keynes se propone a sintetizar las causas del nacimiento de estas dos corrientes de pensamiento, y como se han nutrido de tantas formas  y estudios de diversas clases sin dejar de lado los impulsos sentimentales, también intenta declarar que es momento de un cambio, y para ello, debe llegar el fin del Laissez Faire y  por ende el del individualismo, los cuales han regido nuestra economía desde cierto momento histórico, en el cual se originaron como una solución práctica y sencilla para los problemas de esta época, y esto, debido a que los filósofos  en esa llegada de circunstancias se pusieron de acuerdo,  estos  planteamientos y cambios  aún no han mutado en casi más de 100 años, y quizás, lo hagan pronto,  aunque no son la palabras exactas, a groso modo,  y así de esta manera  se puede interpretar la idea principal del  autor.

El individualismo que es la corriente con la que comienza este escrito, tiene sus inicios a finales del siglo XVIII, es obvio decir que es una época de mucho avance tecnológico, mas sin embargo no es propicio comentar que fue fácil, el autor nos dirige hacia John Locke y David Humé, los cuales se les conoce como los fundadores del empirismo, para estos hombres el conocimiento era producido por la prueba y error de la vida,  en un conjunto con todos los datos que  pudiesen aportar los sentidos, de esta manera comenzó el individualismo dando paso al hombre como el centro de todo, en consecuencia con ello se produce la creación del cálculo utilitario o cálculo de la felicidad, (que después Bentham la modificaría con cierto factor social) en esa sociedad estos pensamientos revolucionarios hicieron de la economía una fuerza transformadora del estilo de vida, los reyes se vieron obligados a cambiar su derecho divino de gobernar en todo, por la libertad natural y el contrato, los cuales fueron estandartes de este aspecto ideológico en aras del cambio, la iglesia se vio obligada a dejar su potestad divina, dando paso a una sociedad libre de pensamiento religioso y  de asociación, esto debió ser tolerado y escuchado por todos aquellos que alguna vez tuvieron potestad de esos derechos.

La sociedad se hundía en una mutua racionalidad de individuos, la utilidad era la base de la gran mayoría de la transacciones comerciales, pero la situación se empeoraría con Charles Darwin y su  teoría de la evolución, en medio de toda su humanidad logró hacer del hombre un ejemplo más del alcance del individualismo, y no fue por sus perspicaces teorías que van en contra de la creación, su gran aporte al individualismo es la elección natural. Por consiguiente y debido a lo mencionado anteriormente pareciera que nada tiene concordancia, pero los economistas la hallaron.

El laissez Faire, esta expresión francesa no es impropia de los economistas, pero mucho menos es algo que los clásicos hubieran creado, esta expresión se le atribuye según Keynes al marqués Argenson,  en los años de 1751, para él la economía podría potenciarse si el estado permitía que la misma fluyera, es decir, el comercio no debía tener restricciones,  debido a que  podía mantenerse en equilibrio solo, para Keynes están equivocados aquellos que suponen un estado de cosas en el que la distribución ideal de los recursos productivos puede producirse a través de la actuación independiente de los individuos, mediante el método de prueba y error de tal modo que aquellos individuos que actúan en la dirección correcta eliminan por la competencia a aquellos que lo hacen en la dirección equivocada. La verdadera libertad del hombre es tener  autonomía de su propiedad, de su tiempo, fuerza y habilidad, que de cualquier modo él pueda pensar que le conviene, por supuesto que esto sin perjudicar a sus vecinos.
Implica que no debe haber piedad ni protección para aquellos que invierten su capital o su trabajo en la dirección errónea. El autor es claro, y habla de los antiguos manuales de economía de los abuelos en los que dice, que desde ahí se le daba un rol al estado y éste debía cumplirlo, el cual era: "La regla general es que el gobierno no debe hacer ni intentar nada; la divisa o el lema del gobierno en estas ocasiones, debe ser: Quieto" estas son las palabras textuales del escrito, las cuales hacen referencia al sentido total del Laissez Faire y por tal manera su principal accionar.

...