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Historia de la natación


Enviado por   •  27 de Septiembre de 2020  •  Resumen  •  3.190 Palabras (13 Páginas)  •  155 Visitas

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Historia de la natación

 El agua ha estado presente en nuestras vidas y dependemos totalmente de él, ya que es el líquido vital para poder sobrevivir.

Este líquido, representa del 40 al 60% del peso corporal (McArdle, Katch,1990) y por ello es muy importante que esté presente en los seres vivos.  Se puede inferir que la interacción que el ser humano ha tenido con el agua es tan antigua como el hombre mismo, ya que se han encontrado vestigios y pinturas rupestres en la definida "cueva de los nadadores"; entonces las primeras grandes civilizaciones surgen a lo largo de grandes ríos, no es de extrañar que sus ciudadanos practicaban la natación y hasta se habla de un "gran baño ".

Entre los años 2500 a.  C.  y 1.800 a.  C destaca la cultura del valle del Indo (Cultura Harappa) y de Mohenjo-Daro.  En esta última encontramos el “Gran Baño”, considerada la primera piscina de que se tiene referencia. Se trata de una construcción de 11,70 m de largo por 6,90 m de ancho y 2,40 m en su zona más profunda, a cuyo interior se puede descender por unas escaleras.  Las paredes y suelos de la piscina están realizadas con las junturas de los ladrillos muy compactas, que llevaban antaño una capa de betún de unos 3 cm de grosor, para conseguir su impermeabilización.  El tipo de actividades que se realizaban en él es objeto de discusión, no obstante, en lo que sí están de acuerdo todos los expertos, es que no se trataba de un mero depósito de agua. Se especula si este "gran baño" pudo a ver sido utilizado para fines religiosos, de relajación, ejercicio físico, rehabilitación, etc.

 Entre los años 3.000 a.  C.  y el 2.330 a.  c. se desarrolla el Periodo Sumerio; poco se sabe sobre las actividades natatorias en este período, pero en uno de los textos de la época, “Gilgamesh, el gran hombre que no quería morir”, aparecen un par de situaciones donde el protagonista se sumerge en el agua.  Ciertamente se trata de una epopeya en la que aparecen situaciones fantásticas, pero no deja de reflejar la cultura y forma de vida de la época. Hacia   el    siglo XXVII a.c. reinó en la ciudad de Uruk el rey Gilgamesh, tras su muerte fue divinizado y su leyenda fue creciendo hasta dar lugar a la primera gran epopeya de la humanidad plasmada en escritura acadia (cuneiforme) hacia el siglo XX a.c.  (Bottéro, 2004).  

En el Imperio Babilónico (entre los siglos XXVIII-XXIII a.  C.)  cabe destacar la “ordalía del río”, esto es, una prueba judicial en la que se arroja al acusado al río

(generalmente atado), con la posibilidad de ser considerado inocente si era capaz de llegar a la orilla, cosa muy poco probable.  La encontramos en el Código de Hammurabi (hacia 1.760 a.  C.), llamado así en honor al rey que ordenó grabar sus leyes en piedra de diorita negra pulida de 2´25 m de altura y 1´9 m de circunferencia de base.  El código está esculpido en escritura cuneiforme acadia, con un total de 282 leyes dispuestas en 3.600 líneas.  La filosofía del código es clara:  mezcla la represión más implacable con la presencia de garantías judiciales y la búsqueda de acuerdos equitativos.  Así aplica la pena capital en aspectos tales como el incesto, el adulterio, el secuestro de una mujer o de niños, de colaborar en la huida de esclavos, de ofrecer cobijo a forajidos o de la mala construcción de una vivienda que derivase en la muerte de sus habitantes. En este código llama la atención la forma de castigar al adulterio femenino y el abandono del hogar (Gómez, 2005). En Babilonia entonces el agua desempeña el medio por el cual la gente era castigada.

El Imperio Asirio (entre los siglos XXIII-VI a.  C.)  y Persa (entre los siglos VI-III a.  C.)  destacan los bajorrelieves que muestran soldados nadando, los únicos instruidos para ello, pues los ríos Tigris y Éufrates se consideraban sagrados, “no osaban bañarse”.  (Iguarán, 1972). Los soldados eran los únicos que podían saltarse esta prohibición, pues la habilidad natatoria podría reportar importantes ventajas en el campo de batalla (un paralelismo lo podemos encontrar actualmente en el “ramadán”, donde los soldados son de los pocos que pueden eludirlo).

 Otra de las civilizaciones que destaca por hacer uso del agua para mejorar las habilidades de los soldados eran los egipcios, es la que más muestras ha dejado de la actividad natatoria de sus soldados.  Es interesante destacar que algunos de ellos se ayudan de una vejiga inflada para flotar mejor, estos fueron los primeros vestigios del uso de material auxiliar para mejorar la flotación en el nado. El antiguo Egipto ha dejado numerosos restos donde aparecen representaciones de individuos nadando por los motivos anteriormente citados. Parece muy razonable que en una cultura como la egipcia, que se desarrolló alrededor de un gran río, la relación con el agua fuese inevitable, además el tiempo de ocio-esparcimiento formó parte de toda civilización con cierto grado de desarrollo, especialmente en el caso de las clases pudientes, de manera que había que ocuparlo con actividades diversas.  El nado fue   probablemente, una de esas actividades.  Así las representaciones en jeroglíficos donde aparecen individuos desplazándose en el agua son frecuentes; nadar por placer debió ser el último de los motivos por los que los egipcios se adentraron en el Nilo.  La necesidad por conseguir materias primas y la ventaja que podía suponer en la guerra, debieron ser los principales motivos por los que los antiguos egipcios desarrollaron la capacidad de nadar.

No sólo en los grabados aparecen individuos nadando, también se encuentran estatuillas con funciones diversas.

Dentro del ámbito de la medicina, se pueden encontrar también curiosas representaciones, en la que se pueden observar un artilugio que utilizaban para protegerse de parásitos cuando se internaban en el Nilo.

La Antigüedad Clásica (Grecia y Roma)

 De este periodo existe gran cantidad de restos que atestiguan la existencia de actividades acuáticas:  bajorrelieves, frescos, estatuas, piscinas (baños) y por primera vez, textos escritos.  No obstante, y a pesar de esta gran cantidad de información, no ha encontrado ningún texto que explique qué técnicas de nado utilizaban o qué metodologías utilizaban para enseñar a nadar.

La práctica de actividades natatorias en estas civilizaciones parece inevitable, pues se desarrollaron a lo largo y ancho del mar Mediterráneo, donde los intercambios comerciales se realizaban principalmente por mar, saber nadar debió ser imprescindible, no sólo para salvar la vida en caso de naufragio sino también para salvar al alma. (Ameilhón, 1766)

En Grecia la importancia del ejercicio físico era muy importante, ya que la excelencia se media en los denominados Juegos Pan-Helénicos, pero en ninguno de ellos existieron pruebas de natación. Sin embargo, sí que es posible que la natación estuviera presente en la preparación de los deportistas. Así el geógrafo e historiador griego del siglo II d.C. Pausanias, cuenta que el pugilista Tisandro, vencedor en cuatro juegos consecutivos, conservaba su salud y forma física por nadar diariamente en el mar. (Iguarán, 1972)

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