LA INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA, CUALITATIVA Y EL ROL DEL INVESTIGADOR

LA INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA, CUALITATIVA Y EL ROL DEL INVESTIGADOR

“El investigador sufre las decepciones, los largos meses pasados en una dirección equivocada, los fracasos. Pero los fracasos son también útiles, porque, bien analizados, pueden conducir al éxito. Y para el investigador no existe alegría comparable a la de un descubrimiento, por pequeño que sea...”

Alexander Fleming

La investigación desde el enfoque cuantitativo, designada así, por su relación con los fenómenos que se logran medir (que se les puede asignar un número, como por ejemplo: número de hijos, edad, peso, estatura, masa, nivel de hemoglobina, cociente intelectual, entre otros) a través de la utilización de técnicas estadísticas para el análisis de los datos recogidos, su propósito más importante se centra en la descripción, explicación, predicción y control objetivo de sus causas y el pronóstico de su ocurrencia, fundamentando sus conclusiones en el uso riguroso de la métrica o cuantificación, tanto de la recolección de sus resultados como de su procesamiento, análisis e interpretación, a través del método hipotético-deductivo. En ese sentido, tiene un mayor campo de aplicación dentro de las ciencias naturales como la biología, química, física, neurología, fisiología, psicología, etc. (Kerlinger, 2002)^[1].

La investigación cualitativa por su parte, se entiende como “procedimiento metodológico que utiliza palabras, textos, discursos dibujos, gráficos e imágenes’ […] la investigación cualitativa estudia diferentes objetos para comprender la vida social del sujeto a través de los significados desarrollados por éste" (Mejía, como se citó en Katayama, 2014, p. 43). Es así como la investigación bajo este enfoque respalda su evidencia en la descripción de manera profunda de los fenómenos con el único fin de comprenderlos y explicarlos por medio de la aplicación de métodos y técnicas derivadas de concepción y fundamentos epistémicos como lo son la hermenéutica, método deductivo y la fenomenología.

Desde el enfoque cuantitativo y cualitativo, en el papel del proceso investigativo cada uno se vale de sus métodos y finalidades, los cuales no son excluyentes entre sí; en uno se aplica el método científico el cual se dan resultados prometedores a las ciencias con precisión en la medición del fenómeno y con gran alcance a manera general tanto a otros individuos como comunidades de todo el mundo, pues las leyes y teorías que se originan bajo el modelo hipotético-deductivo tienen esta finalidad, de construcción y deconstrucción a sí misma; mientras que el otro enfoque se basa en métodos que combinan el  humanismo, la hermenéutica y la fenomenología, con el fin de profundizar en aquellos aspectos poco claros por la cuantificación, y es poco probable que alguna vez lo hagan, la estadística inferencial y la métrica matemática, con su rigor y precisión implícitos.

La  diferencia entre ambos enfoques para su aplicación en la investigación es provisional, de acuerdo a Vera (2005) resulta imposible que en un proceso de construcción de conocimiento un investigador pueda recurrir a una forma sin utilizar la otra.^[2] Es erróneo afirmar una separación entre métodos empíricos e interpretativos, como dos formas distintas de construir conocimiento, lo cual se sustenta en que no es posible observar sin interpretar, así como interpretar sin observar.

En así que desde el rol de investigador, hacer investigación desde enfoque cuantitativo o cualitativo, desde la preceptiva de Vera, responde más a posturas de clase ideológica, asociadas a creencias y formaciones, que de una construcción del conocimiento desde mecanismos distintos; por tanto el investigador en la práctica debe observar de forma  regulada e interpretar lo que se observa, lo que incluye no solo a los investigadores de las ciencias sociales, sino también a los de la ciencias naturales; así como el método natural-empírico aporta a las áreas sociales, el método hermenéutico-interpretativista aporta a la comprensión del conocimiento en las áreas naturales. Por lo cual se establece  que las diferencias realmente claras radican en la naturaleza distinta de sus objetos de estudio, en la naturaleza diferente de sus variables y en los objetivos específicos de la investigación que se lleve a cabo.

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