La ciencia en Colombia: Política de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI)

Lo Fundamental es la Fundamental

La ciencia en Colombia estuvo celebrando hace aproximadamente cuatros años debido a una modernización de una política de  Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) (Ley 1286) la cual aseguraba que el 10% de las regalías se destinaría para el sector. Con esta noticia muchos pensaron que la situación mejoraría pues se creó un fondo independiente para los proyectos. Sin embargo no duró mucho el entusiasmo cuando empezaron a salir a flote preocupaciones tales como: ¿quién va a decidir los proyectos que se llevarán a cabo? o ¿cuánto dinero irá para cada territorio?, ¿quién decidirá esto?; ¿Será que esa sí es la solución para generar el cambio que se necesita en el desarrollo tecnológico colombiano? Este texto argumentará que la solución a todo este problema radica en el buen uso de las regalías para la investigación fundamental sin olvidar la aplicada. Aunque no es tan fácil como decirlo, a continuación veremos las complicaciones que esto implica, sin descartar la posibilidad de que la solución está en proceso.

El director de Colciencias en el 2013 afirmó en una entrevista con el Espectador: “Por primera vez el gobierno nota un problema grave en el sistema de CTeI y actúa para generar un cambio”. Con esto se refiere al aumento en la inversión que va del 0.19% a 0.5% del PIB, lo cual parecerá un gran paso, y lo es, sin embargo si lo comparamos con países vecinos (Brasil 1.2%, Chile 0.7%)  no es mucho ya que estas no son ni siquiera potencias mundiales. Se esperaría que con el aumento en el PIB y los ingresos por la ley de regalías, Colciencias podría crecer, sin embargo no es así, porque el fondo de regalías está dispuesto solo para el CTeI. En la medida en que estos dos fondos no están conectados sería viable que como lo dijo el director, lo que Colciencias antes se gastaba en financiación de proyectos ahora se usara para una mejor planta, formación doctoral y más personal.

Al no depender de Colciencias, el gobierno decidió que el CTeI hace parte de un nuevo esquema en el que las decisiones son aprobadas por el OCAD (Órgano Colegiado de Administración y Decisión) compuesto por los gobiernos territoriales, los representantes de “algunas” universidades y el gobierno nacional. Es en este momento donde los problemas empiezan a aparecer ya que esto significa que los proyectos aprobados serán decididos por funcionarios con poca información científica o técnica sobre los temas que se tratan, que además solo trataran de tomar decisiones en las que se beneficie su territorio. De esta forma el comité estará regido por el interés propio de cada gobierno territorial y la falta de conocimiento. Sin embargo esto no es lo único que decide la viabilidad de un proyecto, también depende del dinero se tenga a disposición, ya que no es el mismo para todos los territorios. Como lo pronunció el director: “Se favoreció mucho más a los más pobres, porque la fórmula que escogieron, es basada en necesidades básicas insatisfechas.” Pero esta no es la forma más efectiva, ya que ciudades como Bogotá quedan con poco dinero a disposición. Los que convenzan que su trabajo hará un impulso monetario y productivo en los sectores que más lo necesitan serán a los que les aprueben el proyecto, eso propone con la ley. En conclusión dada la organización del comité, los recursos están siendo destinados a encontrar la solución más inmediata al problema sin tener conocimientos fundamentales de este.

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