Las Expectativas en la Economía Leslie Carol Giraldo Alejos
Enviado por lgiraldoa • 6 de Mayo de 2017 • Ensayo • 2.773 Palabras (12 Páginas) • 200 Visitas
Las Expectativas en la Economía
Leslie Carol Giraldo Alejos
Establecer la formulación de modelos que predicen el comportamiento futuro de variables económicas relevantes ha revolucionado la teoría macroeconómica en los últimos treinta años. Estas hipótesis, controvertidas por sus defensores y contradictorias entre si continúan discutiéndose llegando a distintas conclusiones sobre la aplicación de la política monetaria. Sin embargo, de las que podríamos mencionar tales como el paseo aleatorio del PBI (Charles Nelson y Charles Ploser), la teoría de los ciclos económicos reales, los nuevos modelos keynesianos de la rigidez de los precios (Greg Mankiw) y las expectativas racionales inicialmente planteada por Muth (1960), posteriormente desarrollada por Robert Lucas, 1972 y Sargent (Glosario BCRP, 2011) ; es esta última en la que centraremos nuestra atención.
Por ello nos formulamos la pregunta, ¿Cuál es la importancia de las expectativas racionales y su aporte en la macroeconomía moderna para la toma de decisiones?, así mismo con la presentación de este ensayo pretendemos mostrar las limitaciones que presenta esta hipótesis mediante contrastes empíricos y como aplica la empresa estas expectativas donde a veces tiene distorsiones por la subjetividad que embarga a los agentes que toman decisiones; es prácticamente imposible no encontrar en libros de macroeconomía explicaciones sobre dicha teoría, que surge a principios de los años setenta. Un grupo de macroeconomistas afirmó que, supuestos basados en las expectativas adaptativas -método de formación que tiene en cuenta los errores excepcionales cometidos en el pasado, (pág. Oliver 625, Blanchard)- no reflejaban realmente la manera en que los individuos forman las expectativas. Una expectativa adaptada está basada, exclusivamente en información del pasado (pág. 315, Roger Leroy Miller, Macroeconomía).
Las expectativas racionales es la teoría que establece que los particulares y las empresas, basándose en toda la información disponible, toman decisiones optimas (pág. 427, Paul Krougman, Introducción a la Economía: Macroeconomía) es decir formulan expectativas coherentes en torno de un modelo donde los agentes asumen que sus predicciones son válidas. Una persona hace el mejor pronóstico posible de una variable macroeconómica, como sería el nivel d precios o la tasa de inflación, empleando toda la información disponible, del presente y el pasado, así como basándose en su conocimiento de los factores que afectan esa variable macroeconómica. A diferencia de un pronóstico adaptado, que solo mira hacia atrás porque está basado en información del pasado, un pronóstico racional mira hacia el futuro, pero también toma en cuenta la información del pasado.
Es importante saber en qué se basó Lucas al criticar las formulaciones convencionales, tiene bien a plantear que, es imposible predecir los efectos de un cambio en la política económica, solamente basándonos en las relaciones observadas de datos históricos, especialmente cuando estos datos son altamente agregados. (pág. 282, Cesar Fuentes – Jorge Guillen, Macroeconomía para los negocios). Esta idea tuvo consecuencias en la formulación de modelos econométricos para la evaluación de políticas económicas. Lucas no intento desacreditar estos modelos de evaluación sino simplemente puso en tela de juicio su confiabilidad para evaluar el efecto de políticas particulares sobre la economía.
Esta hipótesis fue influyente no solo porque hecho duda en muchos modelos existentes, sino porque también animó a macroeconomistas que construyeran modelos basados en microfundamentos es decir aplico modelos de equilibrio general estocástico dinámicos (DSGE). Revolucionando también la econometría, en el cual se ha incorporado un modelo no tradicional donde surge Hendrix y la escuela econométrica Británica.
Una forma de inferir el nivel de los precios agregados o de pronosticar la tasa futura de la inflación es por vía de la “adaptación”. (pág. 312, Roger Leroy – Macroeconomía) pongamos un ejemplo, suponga que alguien le pide que pronostique la tasa de inflación para el año entrante ¿Qué deberíamos hacer?, tendríamos la posibilidad de reunir datos relativos a las tasas de inflación correspondientes a los pasados veinte o treinta años, realizando una gráfica con estos datos y trazando una línea de la tendencia lograríamos pronosticar para el año entrante el dato solicitado. ¿Sería esta una solución adecuada?, o tendríamos que aplicar soluciones estadísticas para determinar la ecuación específica para la línea de la tendencia que mejor se adaptara a los datos históricos de la inflación que se ha reunido. Los dos métodos requerirán inversión de tiempo y esfuerzo para reunir y analizar años de datos sobre la inflación. Si no queremos contraer el costo de oportunidad que implica hacer un pronóstico sofisticado, se podría optar un método más simple. Por ejemplo, poder simplemente adivinar que la tasa de inflación del año entrante será el promedio de las tasas de inflación de los cinco años anteriores. Cada uno de estos métodos de pronóstico es un ejemplo de proceso de adaptación de las expectativas porque cada una de ellas solo emplea información del pasado.
A principios de los años 70, se inició un importante examen crítico del análisis inflación – desempleo, sus objeciones eran dos. Primero, dudaban de la relevancia de un mecanismo de ajuste de salarios por no encontrar un fundamento sólido para la lentitud del ajuste al equilibrio en la ecuación. Desde su punto de vista los salarios se fijan al nivel que, excluyendo desarrollos inesperados, mantendría siempre al mercado laboral en equilibrio. Básicamente suponían que el mercado laboral está siempre en equilibrio. En segundo lugar, criticaban el supuesto de expectativas adaptativas por ser arbitrario. Por el contrario afirmaban, los trabajadores y las empresas encuentran que resulta de su propio interés buscar los medios más exactos para pronosticar la inflación futura. Los errores de las expectativas de la inflación llevan, después de todo, a altos costos, como son un alto desempleo y caídas en las ganancias de las empresas. Específicamente la posición de Lucas y Sargent era que los trabajadores y las empresas se comportaban como si entendieran el “verdadero” modelo de la economía y basaran sus pronósticos de la inflación en dicho modelo, y no en expectativas adaptativas o cualquier otro proceso mecánico. (pág. 459, Jeffrey Sachs – Macroeconomía).
De acuerdo al supuesto sobre el mercado laboral en el enfoque de expectativas racionales, los salarios se fijan en cada periodo para mantener el mercado laboral en equilibrio en el periodo siguiente, en base a las expectativas sobre las condiciones económicas futuras. Para visualizar como podría operar esto, supongamos que el salario nominal para el próximo periodo se selecciona de modo que el salario real esperado del próximo periodo sea igual al salario de pleno empleo, wp. Las empresas y los trabajadores no conocen el nivel de precios del próximo periodo, de modo que deben formarse una expectativa, específicamente, pe+1. El salario nominal para el próximo periodo se fija de acuerdo a la regla de que el salario real esperado es igual al salario de equilibrio de mercado, osea, (w+/P+1)^e=wp^f. Como primera aproximación, podemos decir entonces que el salario nominal se fija de la forma siguiente: w+1= (Pe+1)(wp^f.
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