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SEMIÓTICA Y ESTRUCTURALISMO: EL ARTE DE ANALIZAR LOS SIGNOS.


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2017  •  Ensayo  •  1.801 Palabras (8 Páginas)  •  314 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.[pic 1]

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

COLEGIO UNIVERSITARIO MONSEÑOR TALAVERA

EXTENSIÓN SAN CRISTÓBAL

EXAMEN 1: ENSAYO

SEMIÓTICA Y ESTRUCTURALISMO

AUTOR:

DIANA ESTEFANI ROJAS BASTIDAS.

C.I.        V-26.373.580

DISEÑO DE MODAS. SEMESTRE V.

MATERIA:                                                                                              

SEMIÓTICA GRAFICA

NOVIEMBRE DEL 2017.

SEMIÓTICA Y ESTRUCTURALISMO: EL ARTE DE ANALIZAR LOS SIGNOS.

La semiótica es una disciplina que se postuló como ciencia humana durante las primeras décadas del siglo XX, siendo así una enseñanza académica relativamente naciente, postulada en parte por el filósofo americano Charles S. Peirce, y por el lingüista Suizo Ferdinand de Saussure. A pesar de esto, dicha disciplina es el resultado de antiguas preocupaciones con respecto al lenguaje del que disponen los seres humanos y su método lingüístico. Porque, tal y como es expresado por Serrano, S. (1981): “La semiótica teórica tiene como tarea fundamental definir las primeras nociones, los conceptos básicos. Estos conceptos son dos y están interrelacionados: signo y sistema”.

Aunque muchos catedráticos de la materia se identifican con el método o formula de Saussure, no existe aún un consenso explícito sobre cuál es el objeto de la disciplina, y menos aún sobre los métodos prácticos de dicho estudio. Este fenómeno ocurre debido a dos principales razones; la primera se debe al carácter reciente de la institucionalización que tiene la semiótica y la segunda causa es en lo esencial debido a la gran amplitud de fenómenos y cuestiones que esta estudia y abarca. Saussure identificaba a la semiología como “la ciencia general de todos los sistemas de signos (o de símbolos) gracias a los cuales los hombres se comunican entre ellos”, que vendría siendo el concepto o núcleo sólido y común que mantienen la mayoría de estudiosos del tema.

El significado completo de cómo es visto el “signo” para la semiótica, solo puede ser comprendido si se lo correlaciona desde el principio con el término de comunicación. La comunicación no es el signo ni tampoco el efecto que es producido en el receptor de la información, sino la relación entre estos dos factores sumado al emisor y como estos tres interpretan la información. El semiólogo italiano Umberto Eco, hace una analogía respecto a este fenómeno desde la imagen de un cheque, un grupo de letras y cifras por lo general trazadas a lapicero en lugares previamente estipulados sobre un papel diseñado para tal fin, que se utilizan por lo general debido a la falta de dinero en efectivo, este cheque luego de ser firmado, tendría la misma utilidad y valides que el dinero en efectivo del cual no se dispone, convirtiéndose no solo en signo del dinero en sí mismo, sino que también se convierte en signo de las cosas, productos o servicio que pueden ser cancelados con él.

Se puede definir entonces, de una manera muy resumida, al signo como al sustituto de una cosa de la que no necesariamente se tiene experiencia directa, se enuncia del mismo modo que el signo no es la cosa en si misma: El mapa no es el territorio, la fotografía no es el ser amado, no se puede comer la palabra “pan”. Según Pierce, el signo puede verse como un icono, un índice o un símbolo. Los iconos o signos icónicos, es decir signos motivados por semejanza, son aquellos que trasmiten y comunican mediante la utilización de diferentes canales, tales como lo son una fotocopia, el reflejo del espejo, el plano de un arquitecto, un mapa geográfico, los efectos sonoros en el cine, entre muchos otros. Todos estos signos son motivados, y lo son por semejanza.

El icono, no es necesariamente un concepto exclusivo a lo correspondiente de los canales visuales, como la etimología de la palabra podría sugerir. De tal manera, los iconos auditivos, serian aquellos similares a los efectos sonoros del cine o las onomatopeyas; los iconos táctiles podrían ser los equivalentes a las muñecas inflables o los guantes que se utilizan en la manipulación de realidades virtuales; los iconos olfativos, podrían ser los productos que suministran un olor artificial a pino o un perfume “pirata”; los iconos gustativos son aquellos análogos a la sensación de probar la vainilla artificial o los helados de cítricos artificiales.

Por otro lado, el símbolo en la semiótica, se refiere a los signos arbitrarios creados por desgloses correspondientes, puesto que no son desglosables. Tal y como lo es la abstracción del uso del color negro durante un periodo de duelo, o el uso del color blanco como símbolo de pureza en las novias, el color verde como correlación con la naturaleza, la cruz como principal representación del cristianismo, la balanza que simboliza a la justicia para la carrera del derecho o el ejercicio de la abogacía; todos estos ejemplos, son símbolos claros y extensamente reconocidos, pero otros no lo son tanto, tal y como ocurre, por ejemplo, con el “pan de jamón”, este podría reconocerse por los venezolanos como un símbolo de las navidades en Venezuela, sin que deje de ser un “símbolo” incluso si solo es reconocible por un grupo de personas o una sola persona.

Para la Real Academia Española (2015), el valor se refiere a: “Cualidad o conjunto de cualidades por las que una persona o cosa es apreciada o bien considerada”; del mismo modo, para la semiótica, el valor de un signo depende de su posición y relaciones en el sistema de significado y según los códigos particulares usados. El valor es el signo ya que es determinado por los otros signos en un sistema semiótico. Los valores pueden ser puestos en perspectiva y, en este contexto, las personas pueden compartir valores pero no las mismas perspectivas o visiones de las cosas. Esto puede ponerse en contexto, por ejemplo, ante la imagen de una pintura artística en donde se representa a un ángel con negro y escalas de grises y en contra posición a este, un ángel revestido de blanco, en un plano de expresión solo se observan los valores: blanco y negro en las figuras, pero, en un plano de valor o contenido, estos dos tonos serian vistos, por una persona cristiana, como una representación del bien (blanco) y del mal (negro), pero, por un hinduista, que asocia al color blanco con la muerte (ya que este color se utiliza durante las ceremonias funerarias) y que los ángeles no tienen ningún significado, puesto que no son representados en su religión, probablemente le agreguen un valor por completo diferente a la misma pintura.

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