Una de las características que nos identifica como individuo es la toma de decisiones, pues nuestro cerebro siempre está en la búsqueda de una elección o acción humana desde que nos levantamos hasta cuando nos acostamos.

Una de las características que nos identifica como individuo es la toma de decisiones, pues nuestro cerebro siempre está en la búsqueda de una elección o acción humana desde que nos levantamos hasta cuando nos acostamos. A lo largo de la historia se ha visto muchos estudios de teorías, críticas y conceptos que giran en torno a la racionalidad humana; en ese sentido me lleva a un caso de estudio sobre elegir entre dos opciones en lo que respecta con el tema del proceso de paz, en el cual estaría próxima a tomar una decisión final en el plebiscito que opera entre sí estoy de acuerdo o no con los acuerdos pactados en este proceso basándome en la teoría de elección racional “ Abitbol, Pablo y Felipe Botero (2006) Teoría de Elección Racional: estructura conceptual y evolución reciente; Colombia Internacional”

Ahora bien, en el momento de elegir una opción siempre girara en el contexto a nuestros deseos, creencias, razones y acciones, sobre todo teniendo en cuenta que dicha teoría tiende a maximizar la utilidad y beneficio pasando a reducir los costos de riesgos, puesto que claramente un individuo prefiere más de lo bueno y menos de lo que les cause mal.

Así mismo enseguida detecto que a la hora de dar el voto por el SI estoy generando y maximizando un beneficio conmigo misma y para todo un país colombiano que ha vivido con este conflicto más de 50 años y ante todo reduciendo los riesgos de continuar en una guerra sin fin, pero a su vez corriendo el riesgo de que los acuerdos pactados por las partes resulten ser un fiasco y un engaño para el país.

Por otro lado está la alternativa del NO que a pesar de generar dudas en mí por ciertos puntos establecidos en los acuerdos, también es cierto que  pueda beneficiar  en el sentido que daría la oportunidad de re-plantear esos acuerdos que a muchos en el país les generan dudas en el proceso; igualmente sería positivo saber el porcentaje de colombianos que adoptan esta posición, lo cual nos daría la oportunidad de generar más cambios al proceso de paz.  Ahora, los riesgos del No sumiría al país a una incertidumbre mayor al pensar que pudo haber mejorado en el país el establecimiento de estos los acuerdos y podría ocurrir un restablecimiento de la lucha armada por parte de la guerrilla.

Siendo explicadas mis dos alternativas es preciso decir que mi opción va con el Sí a la paz, sobretodo porque pienso y siento que al dar mi apoyo estoy  brindando una oportunidad para un cambio y un progreso que poco a poco dará frutos positivos en el país que para bien o para mal se hace necesario en estos momentos, pues se abriría el camino para una mayor prosperidad en la sociedad , a una real reparación a las víctimas, al retorno de desplazados a sus tierras y una recuperación de  zonas y no menos importante a la reinserción de guerrilleros a la sociedad que por una u otra razón fueron involucrados inocentemente en esta guerra que ha persistido por un largo tiempo en nuestro país Colombiano.

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