Manejo y aproximación a camuros de la granja el Remanso
Enviado por Camilo Maldonado • 5 de Noviembre de 2023 • Informe • 2.855 Palabras (12 Páginas) • 46 Visitas
INFORME DE PRACTICA DE CAMPO #1
MANEJO Y APROXIMACIÓN A CAMUROS DE LA GRANJA EL REMANSO
Camilo Andrés Maldonado Castro, Nixon Felipe Higuera Conde, Felipe Augusto Martínez Martínez. Universidad Internacional del Trópico, Ingeniería Agroindustrial; Tercer semestre. Producción agropecuaria. Yopal, Casanare, Colombia.
Sesión 1: 14 de septiembre de 2023
Estudiante | Correo institucional | Código |
Nixon Felipe Higuera Conde | nixonhiguera.es@unitropico.edu.co | 1.029.641.367 |
Camilo Andrés Maldonado Castro | camilomaldonado.es@unitropico.edu.co | 1.118.528.233 |
Felipe Augusto Martínez Martínez | felipemartinez.es@unitropico.edu.co | 1.007.769.791 |
INTRODUCCIÓN
“La oveja de pelo conocida con el nombre de camuro, pelona o criolla, es originaria de la parte occidental del continente africano, llegando a América y especialmente a Sur América con los inmigrantes españoles y los esclavos africanos.” (AGROSAVIA, 2002). Esta especie de ovinos ha demostrado su resistencia y adaptabilidad en el entorno seco tropical a lo largo de los años. Su capacidad para sobrevivir y producir carne en condiciones desafiantes la convierte en una valiosa alternativa para el desarrollo de comunidades desfavorecidas. En el país, se estima que existen alrededor de 2.540.000 cabezas de ovinos, con una notable concentración en el Centro de Producción del Tolima, que abarca municipios del centro y sur del departamento. Además, que, si dicha especie es aprovechada en la producción de carne, leche o lana, formaría parte de un gran avance económico en el país. Según el Ministerio de Agricultura, en el país se producen “en promedio, 20.000 toneladas al año de carne ovino y caprino, de las cuales, el 43% corresponde a ovinos y el 57% restante a caprinos. Que tan solo representa 5% frente a los demás sectores.” (Agronegocios La República, 15 Sep. 2015).
El bienestar animal se refiere a cómo un animal enfrenta las condiciones en las que vive y se basa en un concepto multidimensional que implica un estado de salud mental y física en el que el animal está en armonía con su entorno. El tratamiento que recibe un animal se relaciona con términos como cría o manejo. En Uruguay, las recomendaciones de bienestar animal se basan en las cinco libertades establecidas por la FAWC en 1992. Estas libertades incluyen el acceso a alimentos y agua de calidad, un entorno cómodo adaptado a las estaciones del año, la capacidad de manifestar comportamientos normales, la prevención y tratamiento de dolor, lesiones o enfermedades, y la minimización del miedo y el estrés a través de un entorno y un manejo adecuados por parte del ser humano. Asegurar dicho bienestar es de las principales tareas a la hora de manejar un animal, sobre todo si se quiere destinar a producción, ya sea por su lana, carne o leche, dado que, entre mejor se cuiden mayor será la calidad de su producción.
Estas especies, si bien son resistentes, no están exentas de enfermedades que pueden afectar su bienestar y rendimiento. Las enfermedades pueden ser de origen infeccioso, parasitario o metabólico, y su prevención y control son aspectos importantes en la administración de estos rebaños. Por tanto, es esencial comprender las posibles enfermedades que pueden afectar a los camuros u ovinos, así como las medidas preventivas y los tratamientos disponibles para mantener la salud y la productividad de los animales. Comúnmente los camuros son afligidos por la anemia, la cual, “es la reducción de oxígeno en la sangre. Se caracteriza por una disminución en el hematocrito, masa de eritrocitos y concentración de hemoglobina en un animal normalmente hidratado. La anemia también es definida como la concentración de hemoglobina debajo del límite inferior de referencia” (Katsogiannou et al., 2018). Puede tener varias causas, las cuales, se pueden agrupar en tres categorías generales. “Primero, la anemia puede ser consecuencia de una pérdida significativa de sangre o hemorragia, causada por diversos factores, como parásitos internos o externos, síndromes que involucran enteritis hemorrágica, úlceras en el estómago, trombosis de la vena cava y lesiones en el tracto genitourinario.” (Boes y Durham, 2017). Además, “trastornos hemostáticos primarios y secundarios también pueden dar lugar a anemia hemorrágica”. (Katsogiannou et al., 2018).
En segundo lugar, la anemia puede ser consecuencia de la destrucción excesiva de glóbulos rojos, un proceso conocido como hemólisis. Este tipo de anemia puede ser causada por infecciones producidas por hemoparásitos como Theileria spp., Babesia spp. y Anaplasma spp., así como por toxinas producidas por microorganismos como Clostridium perfringens tipo D y C. hemolyticum, y Leptospira spp. Además, ciertas plantas tóxicas, fármacos, metales pesados y la deficiencia de vitaminas y minerales específicos también pueden inducir la hemólisis (Katsogiannou et al., 2018).
En tercer lugar, la anemia puede surgir debido a una disminución en la producción de glóbulos rojos, conocida como hipoplasia eritroide. Esto puede ser resultado de la ingestión de sustancias tóxicas como el tricloroetileno presente en la harina de soya, la intoxicación por arsénico, el uso de medicamentos como la furazolidona y la fenilbutazona, y la carencia de vitaminas esenciales como la B12 y minerales como el hierro. Además, enfermedades crónicas pueden contribuir a la supresión de la médula ósea y a la hipoplasia eritroide (Singh et al., 2014; Constable et al., 2017).
Esta clasificación de las causas de la anemia es esencial para determinar el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de esta afección en los animales. El método FAMACHA es esencial para descubrir si el animal padece anemia. “El método Famacha consiste en la evaluación del estado anémico de un animal para poder tomar la decisión correcta de desparasitar o no al individuo”. (Mafalda, 2015). Entre otras de las enfermedades que comúnmente afligen a los camuros se encuentra la brucelosis, que, según la OMS, es una enfermedad bacteriana provocada por varias especies de Brucella, afecta principalmente al ganado bovino, porcino, caprino y ovino, así como a los perros. Su transmisión a los seres humanos suele ocurrir a través del contacto directo con animales infectados, la ingestión de productos animales contaminados o la inhalación de agentes transmitidos por el aire. En gran medida, los casos humanos se originan por el consumo de leche o queso no pasteurizado de cabras u ovejas infectadas. Esta enfermedad, una de las zoonosis más diseminadas transmitidas por los animales, conlleva implicaciones para la salud pública en áreas endémicas. La expansión de las industrias ganaderas, la urbanización y la falta de prácticas higiénicas en la cría de animales y la manipulación de alimentos contribuyen a que la brucelosis continúe siendo una amenaza para la salud pública. Esta y muchas otras enfermedades han causado problemáticas salubres a nivel mundial, no obstante, las buenas prácticas de manejo de sistemas productivos y los diagnósticos tempranos y la adecuada medicación, evitarían estos conflictos que pueden poner en riesgo la salud de los seres humanos y de otros animales.
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