Trabajo práctico. Teología ecológica
Enviado por valentinamica2 • 30 de Mayo de 2024 • Informe • 3.418 Palabras (14 Páginas) • 47 Visitas
Trabajo práctico
Teología Ecológica
Luna Morales, Valentina Olivieri y Leila Schabas
Facultad de Psicología, UNISAL
Teología IV
Prof. Horacio Agustín Pezzutti
Para reflexionar y responder:
- ¿Conocemos acciones en nuestra comunidad que se realicen para concientizar y cuidar el planeta?
En el caso de Bahía Blanca, contamos con un programa de separación domiciliaria y recolección diferenciada de residuos en distintos barrios, aunque, como mera observación, este programa no llega a los barrios periféricos de la ciudad. En este último punto comprendemos que puede deberse a la necesidad de implementar políticas más urgentes y determinantes en estos barrios, donde se trate de raíz todo lo que hace a la higiene de los mismos, las cloacas, la basurales, el barro de las calles; es decir, hay otras cuestiones más urgentes a tratar, y primero debe pasar el basurero para luego pretender que se clasifique la basura.
Volviendo a lo que nos concierne y dejando esta cuestión de lado, existen distintas acciones en nuestra comunidad que apuntan a concientizar y cuidar el planeta, además de la separación de residuos que tiene un cronograma específico de días y horarios según la zona, contamos con puntos sustentables en los cuales se pueden depositar papel y cartón, metal, plásticos y vidrio, conociendo los múltiples beneficios que le trae al planeta reciclar materiales.
Así mismo y directamente en materia de concientización, la ciudad dicta un concurso llamado "Separar los residuos es cuidar los recursos ambientales" para todos los alumnos de 4°, 5° y 6° de las escuelas primarias de General Daniel Cerri, lo cual es sumamente valioso para hacer que los más jóvenes puedan reflexionar sobre el medio ambiente y cuidar nuestra "casa común" que es la única que tenemos. No sólo este programa apunta a brindar información sino que también cada chico/a al contar con el conocimiento puede comenzar a hacer la diferencia y volver de la separación de residuos un hábito cotidiano.
- Desde nuestro lugar personal, ¿Qué podemos hacer para cuidar el planeta?
Cuidar el planeta es una responsabilidad de todos, y cada uno de nosotros puede contribuir en su vida diaria tomando medidas sostenibles y sustentables con el medio ambiente. Pensamos en una lista e intentamos ejemplificar cada una para hacerlo más visible y práctico al momento de implementarlo.
En primer lugar hablamos de la “Triple R”: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Intentando minimizar la generación de residuos al elegir productos que no tengan tanto envase, reutilizando artículos siempre que sea posible y reciclando o acercándose a los puntos de encuentros en la ciudad para dejar el papel, el vidrio y el plástico. Un ejemplo concreto es usar envases de gaseosas reutilizables y que sean reciclados, no pedir bombillas de plástico sino que comprarse una individual de otro material y utilizar esa siempre que sea necesario, así como elegir aquellos productos que son amigables con el medio ambiente, por ejemplo, imprimir en la medida de lo posible en las nuevas hojas de papel ecológico en lugar de las tradicionales.
Por otro lado, ahorrar energía es fundamental, apagar las luces y desconectar los dispositivos electrónicos cuando no se usan. Así mismo se nos ocurre intentar reducir el uso del automóvil, intentando utilizar el transporte público, caminando mucho más, andando en bicicleta que además saludable con uno mismo reduce la emisión de gases tóxicos y emisiones de carbono.
Por último se nos ocurre reducir el consumo de carne y productos de origen animal, ya que la producción de carne es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Nuevamente, es algo que no sólo es un hábito más saludable al tener una dieta equilibrada sino que con esta acción se ayudaría al medio ambiente.
Creemos que el cambio empieza por uno mismo, aunque como hemos visto anteriormente “un mínimo es en verdad un máximo”, y el hecho de sumar a tus amigos/as, familiares, y crear un espacio en comunidad para reflexionar sobre esto es realmente favorecedor para generar un cambio aún mayor. Una acción concreta que se nos ocurre es elegir un día en el verano, estando en la playa, juntar aquellos desechos que la gente tira e invitar a otros para que se unan.
- ¿Qué políticas ambientales hacen falta para mejorar el cuidado de nuestras comunidades?
Se hacen necesarias políticas ambientales que sean aplicables y consideradas con múltiples realidades y contextos socioculturales, ya que muchos de los ejemplos anteriores y los programas estatales que apuntan a un cuidado del medio ambiente no son viables en todos los casos. Como mencionamos anteriormente, para que en un barrio periférico pueda pensarse en cuidar el medio ambiente, primero deberían tener el derecho de poder disfrutar del mismo. Mejorar las plazas, los espacios comunes, inaugurar espacios verdes en zonas precarias, pueden parecer ideas utópicas pero que en la realidad pueden animar a muchas personas a interesarse por algo que a todos nos atraviesa por igual, ya que, nuevamente, es la “casa común” de la que somos parte.
Creemos que deberían de realizarse políticas ambientales igualitarias, que contengan una mirada de conciencia social y de posibilidades, que sean adaptables a los diversos contextos, para que el cambio realmente empiece por todos y todas, y no sólo por aquellos que tienen posibilidad de separar su basura, seguir una dieta amigable con el medio ambiente y comprar productos ecológicos. De esta manera creemos que el cambio no termina de incluir a toda la sociedad.
- ¿Qué relación encontramos entre contaminación, trabajo, ciencia y tecnología, economía y sistemas ideológicos imperantes?
“un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres.” (N° 49)
En primer lugar elegimos partir por el último concepto, a saber: el sistema ideológico imperante. Creemos que partir desde aquí nos proporciona una base sobre la cual pararnos para entender posteriormente todo lo demás.
Actualmente, ya hace algunos largos años, vivimos bajo un sistema que producto de la globalización y diversificación del mercado fue construyendo de alguna manera su propia trampa. Aquello que inteligentemente hemos ido creando para nuestros avances ha sido un arma de doble filo al ver el impacto que ha tenido por ejemplo en la naturaleza y el medio ambiente. Los grandes avances tecnológicos han aumentado considerablemente la oferta de productos, y con ello la demanda y el consumismo. Hemos llegado a un punto en el que creemos que algo es viejo por tener apenas un año de uso y debemos cambiarlo por uno mejor (de hecho, en relación a la ciencia y la tecnología, uno puede comprarse el último teléfono que solo unos meses después saldrá un modelo nuevo, mensaje que indirectamente te hace saber que “ya te quedaste atrás”), esto aplica a la ropa (que antes tanto tiempo se usaba y se re-usaba), al calzado, a los artículos de cocina, a absolutamente todo. Esta cuestión nos lleva incluso a trabajar más para lograr una economía que nos permita darnos el lujo de acceder a todo esto, que parece ser se volvió una necesidad más, necesidad de pertenecer, de ser parte, de ser “igual a…”.
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