Didáctica del género narrativo

Didáctica del género narrativo

Presentado por:

Jairo de Jesús Pinilla Pinzón

Presentado a:

Edwin Cubides Serrano

Universidad Santo Tomas

Primer Claustro Universitario de Colombia

Educación Abierta y a Distancia

Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana

CAU – Bogotá

Los vestigios de la transversalidad del género narrativo

El género narrarivo es más profundo que contar historias, o establecer una serie de sucesos guiados o mediados por un hilo temático conductor; es la profundización de escenas nutridas por diferentes formas o medios para desarrollar mundos posibles de conexión entre lo que se escribe, lee y transmite, así como el cumulo de formas de hacer narrativa, dadas sus vertientes predominantes como formas de discurso propiamente dicha o el uso de herramientas ajustadas a las actualizaciones de la trasmisión oral, o más bien multimedia.

Dado con lo anterior, lo que caracteriza a la literatura producida a partir de los noventa es una dificultad para construir saber a partir del relato. En este sentido, la relación entre relato y saber (que puede rastrearse en la teoría desde Benjamin hasta Lyotard se presenta como trunca: nada puede aprenderse por el relato porque todo ha sido aprendido antes de su inicio (Rosso, 2012). Ello supone la cúspide de un nuevo escenario para emplear recursos con mayor grado de profundidad, no solo en su contenido sino también en sus formas de presentarlo, dirigirlo y llevarlo a cabo en un ámbito determinado. De igual forma, el saber es central en estos relatos, pero este saber es una tarea previa a la escritura, exhibe más la habilidad del experto para moverse en este orden que la posibilidad misma de producir o descubrir un orden. No existe, entonces, la construcción de un verdadero sujeto del conocimiento en la medida en que el relato se construye volcando categorías preconcebida

Partiendo de estos referentes, es ahí donde se establece que el uso de la tecnología (y de las estrategias de la ciencia ficción vuelve esos saberes en materia de discusión (Rosso, 2012).  Discusión que se agita más por las nuevas tendencias en el arte de desarrollar funciones no secuenciales de escritura, al tiempo que se busca el desarrollo de la competencia poética desde el seno de la didáctica, y dichos estilos permean significativamente en el quehacer escritural.

Bajo estos planteamientos, tomando el fragmento “el hombre y su machete acababan de limpiar la quinta calle del bananal. Faltábanles aún dos calles; pero como en éstas abundaban las chircas y malvas silvestres, la tarea que tenían por delante era muy poca cosa. El hombre echó, en consecuencia, una mirada satisfecha a los arbustos rozados y cruzó el alambrado para tenderse un rato en la gramilla (Quiroja, 2003). Es de apreciar que se rompen con los paradigmas narrativos, para adentrarse en nuevas formas de contextualizar, y atraer al lector, de la forma tradicional “erase una vez” y de emplear un juego de palabras, formas, tiempos, modelos e intervenciones que conjugan sentimientos, pensamientos y modelos semánticos importantes para una didáctica inherente a procesos de comprensión y de un lenguaje llamativo

En efecto, la narrativa se convierte en sí misma en una herramienta didáctica y de comunicación en el marco de la historia social contemporánea y reciente.  Por tanto, en la sociedad del conocimiento, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) transversalizan el desarrollo de todas las actividades (Mengo, 2015). Este abordaje tiene que ver fundamentalmente con las nuevas proyección discursivas en sus estilos y formas, tomando como referencias nuevas ideas de transmitir el lenguaje y ajustarlo a los ritmos de la globalización De hecho, enseñar la historia reciente a partir de las narrativas conduce a plantear y resolver problemas y cuestiones pertinentes para su abordaje, como interrogantes y conflictos, lo sostiene Carnovale (2007). Ello implica un hito para la comprensión de realidades desde un campo de construcción amplio en sus formas más elementales de ficción.

No es en vano que en medio de los recursos discursivos se pretenda penetrar en los cuestionamientos de la sociedad o sus representaciones más aterrizadas.  Un fragmento característico, “Pero no es posible que haya resbalado...! El mango de su machete (pronto deberá cambiarlo por otro; tiene ya poco vuelo) estaba perfectamente oprimido entre su mano izquierda y el alambre de púa. Tras diez años de bosque, él sabe muy bien cómo se maneja un machete de monte” (Quiroja, 2003). Entre líneas y sensaciones, se da a conocer el abordaje sobre la existencia humana frente a la vida, la cotidianidad, el sentido de la vida, es un cuento corto donde se puede sacar todo un tratado filosófico, sobre el sentido de la vida y de la existencia humana, la religiosidad, las espiritualidad, la angustia existencial, la experiencia de la vida, el filosofar como todo sigue igual mientras aquel hombre vive su experiencia existencial y todo alrededor sigue igual y nada cambia. Es un modo de discurso, es una forma de contextualizar los factores o aspectos negativos del hombre frente a su experticia, vida, desarrollo, función; es una didáctica que navega en formas discursivas de sucesos que profundizan la historia, y los problemas que se desarrollan en esta.

Partiendo del supuesto contemporáneo y lo que ha implicado el género narrativo en la actualidad en sus implicaciones literarias y discursivas. No es de extrañar que de acuerdo con García (2013) la relación entre realidad y ficción y cómo se construyen –y se destruyen– en los diferentes niveles de la diégesis narrativa y por otro lado, El otro es un procedimiento causal de lo anterior, el distanciamiento. El distanciamiento fue señalado desde los formalistas como un proceso que simplemente separa al lector del texto, Bajtín utiliza el término en varias ocasiones, y no siempre se refiere al mismo caso. Sin embrago, lo que supone una desventaja para el lector, representa la didáctica interpretativa, que estimula en gran manera la forma de navegación literaria para la comprensión del espacio y tiempo, esto es, el contexto donde se sitúan los escritos narrativos.

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