Entre redes y paredes: Enseñar y aprender en la cultura digital
Enviado por oso102 • 14 de Mayo de 2023 • Apuntes • 1.157 Palabras (5 Páginas) • 48 Visitas
Enseñar digital
Entre redes y paredes: Enseñar y aprender en la cultura digital.
y aprender en la cultura
Hace tiempo que se cree que la Escuela está “en crisis” y las nuevas tecnologías, los celulares y los dispositivos electrónicos agudizaron ese conflicto. El artículo de Sibila se propone “pensar cuál es la influencia suscitada en las subjetividades y los cuerpos contemporáneos por el contacto cotidiano con ese instrumental, para reflexionar sobre la actualidad del colegio y los sentidos de su mentada crisis”. La escuela también puede ser pensada como un dispositivo y ese aparataje se está volviendo incompatible con los chicos.
Al momento, no se ha encontrado un consenso con respecto al uso de los dispositivos tecnológicos, resistir, permitir o integrar, esa es la disyuntiva. Lo más común es prohibir el uso de los dispositivos o negociar su uso dentro de la escuela. O, lo novedoso es que se “fiscaliza” su uso mediante programas de informática.
Un antecedente de esta práctica se da en el año 2009 en Rio de Janeiro cuando la ley que prohibía el uso de teléfonos fue ampliada y corroborada, de modo que incluyo dentro de su lista de aparatos a reproductores de música, maquinas de fotos, etc. La prohibición de uso se extendía tanto a alumnos como a docentes, excepto en los casos en los que la escuela brindase su autorización para fines didácticos.
La autora recupera a Foucault recordando el modelo analógico de la sociedad moderna o disciplinaria de la cárcel. Esta última se tomo como modelo incluso para pensar a la Escuela, con sus normas, sus pautas y su confinamiento. Entonces, teniendo en cuenta que probablemente estemos abandonando esa estructura más bien tradicional: “¿cuál sería la instancia ejemplar de la actual sociedad informatizada, que viene remplazando a aquella otra formación histórica?”
Los recursos como twitter, facebook, etc son utilizados a gran escala y están derribando las paredes de la escuela sin necesitad de tocarlas. Esto sucede casi que con la autorización de las autoridades escolares. Entonces en lugar de la prisión con rejas y candados tenemos “un modelo universal de una red electrónica abierta y sin cables a la cual uno se conecta libremente y por espontanea voluntad”. De modo que, en lugar de de educar desde el confinamiento se lo hace desde la “conexión” encantando a los consumidores con sus “delicias transmediaticas”.
Sibila también toma a Deleuze y cuenta que él hace más de 20 años decía que “no es necesaria la ciencia ficción para concebir un mecanismo de control que señale a cada instante la posición de un elemento en un lugar abierto”. Ni el mismo se hubiera imaginado el deseo actual de reportar todo el tiempo lo que se hace diariamente, a través de las redes. No se ve una molestia por estar “disponibles y localizables para el contacto”. Lo que se veía como un control, como una obligación se hace por placer.
Martin Beattie, profesor de la universidad de Tasmania aconseja a sus colegas que desistan de la lucha CONTRA los aparatos tecnológicos y traten de sacarle el mayor provecho posible. La vigilancia centralizada, los horarios y las sanciones típicas de los siglos pasados (fabrica/cárcel) ya no son necesarios para transformar habitantes en “dóciles y útiles”. La disciplina y cierta ética puritana se pusieron en jaque como las grandes fuerzas impulsoras del capitalismo y por tanto, la escuela también se empezó a transitar su jornada rumbo a la crisis actual. Así, parecen más eficaces las nuevas formas de “atar a los cuerpos”. Estas formas son más sutiles e incluso divertidas ya que todos somos “libres” de conectarnos a las redes y dispositivos. Los alumnos recurren a esas conexiones para sobrevivir al encierro de las aulas “más desesperadamente desconectados que disciplinariamente confinados”.
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