Los procesos de la intervención comunitaria y la escucha

Trabajo comunitario y democracia participativa.

“Los procesos de la intervención comunitaria y la escucha”.

Gabriela Cruz Reyes.

Estudiante de Trabajo Social,

Instituto Profesional AIEP

Sede Concepción.

El trabajo comunitario es una forma de garantizar que las cosas funcionen, es decir, erradicando las injusticias, a través del trabajo conjunto de profesionales y personas con vocación de servicio, con el fin de aportar cambios positivos a la sociedad.

El trabajo comunitario se centra en construir soluciones colaborativas y una nueva narrativa que potencie las identidades y el valor singular de cada persona y, sobre todo, de cada comunidad en la construcción de su camino, de su cultura, su conocimiento y su historia (Michael White).

Entre los referentes del trabajo comunitario, encontramos al reconocido investigador y Trabajador Social de origen italiano Marco Marchioni, conocido por sus aportaciones en el campo de la intervención comunitaria y la participación - tanto en el terreno de la teoría como de la praxis - por su actividad docente y divulgativa del trabajo social comunitario y por su compromiso social y la lucha por la democracia. Su trabajo se ha desarrollado principalmente en Italia y España, con influencias en Latinoamérica y otros países europeos.

Según Marchioni, el trabajo comunitario, está orientado a poner en marcha procesos de mejora de las condiciones de vida de la población, el que podemos definir, como el proceso de intervención comunitaria, donde la comunidad (su territorio, su población, sus recursos, sus líderes, etc.) es el centro.

Durante su carrera planteó diversas hipótesis, las que pudo verificar a lo largo de su vida, dejándonos un importante legado experiencial y epistemológico. Participó en proyectos tales como el de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI), además de ser uno de los fundadores de la experiencia de Gestión Integrada de Políticas Sociales (GIPS).

Marchioni, planteó que un sistema democrático debe ser como un aula abierta, con relaciones basadas en la capacidad de escucha (Audición), fundamental para el desarrollo del Diagnóstico Comunitario, elemento central de la metodología, donde participan todos los actores y las vertientes objetivas se unen a la importancia de las subjetividades y de las diferentes narrativas.

Él unió indisolublemente ésta a la democracia participativa, entendida como complementaria a la representativa, donde la ciudadanía puede formar parte activa de los procesos de toma de decisiones, junto a la construcción de su propia vida, de la vida en común. Propuso romper los desequilibrios y colonizaciones, para poder llevar adelante un trabajo comunitario emancipador y liberador.

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