Teoria del juego. ¿A qué llamamos tiempo libre, recreación y juego?

¿a qué llamamos tiempo libre,  recreación y juego?[pic 1]

Cuando hablamos de recreación estamos hablando de una educación en el tiempo libre, de una transferencia de las vivencias al propio uso del tiempo y por lo tanto de una actividad educativa de gran responsabilidad para quien la coordina.

Comencemos nuestro análisis definiendo tiempo libre, recreación  y juego

Es difícil explicar la noción de tiempo libre por si misma, sin ponerla en relación con el resto de los tiempos que regulan y articulan la vida humana: El tiempo dedicado al trabajo, el de atención a las obligaciones familiares y sociales y finamente el  tiempo libre.

Josué Peñalba, enuncia el concepto tradicional de tiempo libre como  “Conjunto de periodos de tiempo de la vida de un individuo en los que la persona se siente libre de determinaciones extrínsecas, quedando con ello libre para emplear con un sentido de realización personal tales momentos, de forma que le resulte posible llevar una vida verdaderamente humana (Weber 1969)” ^[1].

Dentro de este concepto de tiempo libre, se distinguen dos categorías: el tiempo liberado de toda obligación destinado al descanso pasivo y la distensión física y mental. Y otro tiempo con actividades culturalmente activas.

Entendemos a la recreación como una actividad educativa, se basa en los principios teóricos de la pedagogía^[2], ya que supone una organización, una estructura, métodos y objetivos específicos, profesionales especializados y una determinada continuidad temporal; en la cual la organización y  la puesta en marcha de las actividades planteadas, enfaticen la importancia del encuentro con el otro, fortaleciendo así sus actitudes como un sujeto crítico, participativo, lúdico, cooperativo y solidario^[3].

La recreación tiene una intención pedagógica, no es cualquier actividad, ni cualquier aprendizaje, es educar^[4] en y para el tiempo libre, ya que la organización y puesta en marcha de las actividades, enfatiza más lo grupal, que lo individual, se basa en el concepto de la participación^[5], en la disyuntiva entre:  qué elijo o cómo elijo qué.^[6]

La recreación se desarrolla en el espacio dedicado a la información, formación, reflexión, crítica, en lo cultural, las relaciones humanas, el ejercicio de la democracia, el ejercicio físico, el juego, la creatividad que ayuda a mejorar la calidad de vida del individuo en particular y la sociedad en su conjunto.”^[7]

Otro de los elementos que hemos mencionado dentro del espacio de tiempo libre y la recreación  es el juego; “el cual es el crisol donde los diferentes pueblos han forjado sus hábitos, valores, símbolos y ha estado presente todo el devenir histórico de nuestra especie.  El carácter social del juego, su aceptación, reiteración y puesta en práctica por las colectividades humanas primitivas, marcan la influencia en el juego como factor biológico y el juego como fenómeno cultural.”^[8]

“Johan Huizinga (1872 –1945) sostiene que el juego es una función del hombre dotada de independencia con respecto a otras actividades. Se trata de algo libre, superfluo (pero por ello más deseable) separado de la vida corriente (de la cual quiere escaparse), creador de orden (tendiente por ello a la belleza), surgido de la tensión  (y por lo tanto de la incertidumbre.) En sus formas superiores el juego tiende a la representación de algo, es decir,  a la figuración (y a la transfiguración) de la realidad”^[9].

Lo lúdico, es uno de los sustentos destacable del hacer recreativo, que le permite al hombre ejercer su libertad, en cuanto le posibilita transformar dialécticamente su realidad de adentro y de afuera.  Cuando puede como individuo o como parte integrante de un grupo ejercer su libertad permitirse sentir, imaginar, crear, apropiarse de los haceres y de las cosas, siendo capaz de reconocer sus propias necesidades y las del grupo, para ponerlas en juego, logrará movilizar y hasta modificar el mundo de su realidad.^[10]

Es necesario considerar las características y las propiedades del juego, dado que este es una actividad autotélica, que tiene fin en si misma, se realiza por placer, es una adaptación libre y espontánea de la realidad, libera de los conflictos cotidianos, generando el desarrollo físico, intelectual, social y emocional.

La problemática de la recreación

Actualmente, las sociedades del mundo están experimentando profundas transformaciones económicas y sociales (globalización)^[11], las cuales producen cambios significativos en la cantidad y pauta de tiempo libre disponibles a lo largo de la vida de los individuos.  

Estas tendencias tienen implicaciones directas sobre las actividades de tiempo libre, las cuales a su vez, influyen en la demanda y oferta de bienes y servicios de ocio.  Cada vez más el individuo delega en empresas de servicios e industrias de ocio, la entera responsabilidad de organizar entretenimientos para su tiempo libre^[12].

 Los medios de comunicación social, la publicidad, las modas, las ofertas de la sociedad de consumo, son quienes conforman un modelo de conducta extradirigido o condicionado desde el exterior.

Llull Peñalba dice que “Se produce una situación de dependencia del individuo respecto a la sociedad de consumo, siendo frecuente la manipulación y la falta de iniciativas personales”^[13]. En consecuencia, las actividades que se realizan en los ratos de ocio suelen tener un gran paralelismo con las actividades profesionales.  

Por lo tanto es necesario reflejar estos derechos a través del diseño de la planificación de política social local^[14], la cual debiera contemplar, acciones dirigidas a la comunidad^[15] residente^[16], acompañada con estrategias tendientes a la participación social^[17] y a la formación de recursos humanos en el ámbito de la recreación.

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