Análisis a la obra de Kawabata
Enviado por koharuny • 9 de Junio de 2019 • Ensayo • 2.248 Palabras (9 Páginas) • 153 Visitas
Antes de comenzar el análisis literario a la fuente como tal, se me es pertinente contextualizar esta obra y al autor, pues de esta forma habrá un mejor entendimiento en el desarrollo de los argumentos y análisis a los escritos de la novela La casa de las bellas durmientes.
En relación al autor, los trabajos de Kawabata tienden a resaltar a la mujer, siendo ella el personaje que da pie al desarrollo de la trama en las novelas, en otras palabras, sus temáticas literarias responden a las relaciones de los personajes masculinos frente a los femeninos, siendo las ultimas quienes realmente desarrollan el drama. Esto se debe a que, en el transcurso de su vida, fue marcado por diferentes figuras femeninas que de alguna forma se ven representas en las obras, como ejemplo concreto a esto, está la figura materna y la de su primer amor presentes.[1]
El contexto temporal corresponde al año 1961, considerándose parte de la novela moderna japonesa. Vale la pena incluir que anteriores publicaciones de Kawabata refleja su visión del lenguaje y la construcción de genealogía de la literatura japonesa postguerra. En el artículo revisado da cuenta de un extenso debate de la forma en que se debería escribir luego de la guerra, con el llamado lenguaje nacional. En el desarrollo de los argumentos muestra la importancia que tuvo el cambio en la forma de escribir para los literatos y novelistas de la época, quienes pasaron por diferentes reformas propias del estado y otras variantes correspondientes a la estética de la literatura.
“Kawabata redefined these modernist fragmentary and evocative stylistic features as things that were rooted in the ‘Japanese linguistic and literary tradition’ into which he had repositioned himself.” [2] Terminado lo expuesto en el artículo con esta cita, cierra la idea que se expuso en el párrafo anterior, Kawabata incorpora nuevas visiones al estilo de la literatura moderna japonesa luego de la guerra. A pesar de no estar relacionado directamente con el contexto temporal de la novela analizada en este informe, sirve para tener una idea de la forma en como es escrita está luego de haber pasado por importantes cambios en relación a la expresión del lenguaje. En adhesión, da cuenta de lo expuesto en clases, que Japón como tal busca formar una nueva identidad, en este caso en expresiones artísticas como la literatura.
Entrando ahora en el análisis de la obra, el tema principal que esta rodea, va más allá de lo explicito, pues abunda en melancolía, miedo, suspenso y la muerte, son los sentimientos nombrados los que permite el flujo de esta historia y el entendimiento de esta. La historia de un anciano quien visita una casa donde las mujeres están durmiendo bajo influencia de narcóticos, permite contextualizar y materializar distintos sentimientos de la persona al admirar la belleza y pureza de cada una de ellas.
Yoshio Eguchi quien se entiende como personaje principal de esta novela, es un anciano de sesenta y siete años quien visita una casa recomendada por su amigo Kiga, a primera vista se entiende que podría ser un prostíbulo, pero mediante avanza el relato muestra ser mucho más que eso. Cuando Eguchi llega a la casa, es recibido por una mujer a quien le atribuye una edad cuarenta y cinco años se le describe con una voz bastante jovial, en perspectiva personal la descripción de la voz de la mujer sirve para entender también los contextos en los que se desarrollan las acciones pues el autor es bastante descriptivo en la forma en como los personajes se comunican.
El momento en el que Eguchi entra por primera vez a la habitación donde se encontraban las “bellas durmientes” es crucial para el desarrollo de la novela, pues aquí se ve explicito lo que se nombró en los primeros párrafos. Al estar en presencia de una mujer, comienza la fluidez de la historia y el desarrollo del drama, “percibió el olor de un niño de pecho en el olor de la muchacha. Era el olor a leche de un lactante, más fuerte que el de la muchacha” [3]. Este primer encuentro con una de las chicas, lo transporta a una situación vivida con una geisha, quien, al sentir el olor de su hija menor, lo miro con repudio y se marchó del lugar. Se cuestiona entonces ¿Cómo es que aquel olor a leche le trajo recuerdos tan lejanos? a lo que se podría responder con sus mismas palabras “el don de una mujer para comunicar fuerza a toda la vida del hombre seguía vivo en él a pesar de sus sesenta y siete años”[4]
Cabe destacar que, en este primer encuentro, la incorporación de la naturaleza al relato es importante ya que es un rasgo de la “cultura” japonesa, por ejemplo, en el texto “Eguchi cogió la llave. Después de hacerlo, debería haberse dirigido a la otra habitación; pero permaneció sentado. Lo que había dicho la mujer era cierto: las olas sonaban con violencia. Era como si rompieran contra un alto acantilado, y como si la pequeña casa estuviera en el mismo borde. El viento traía el sonido del invierno inminente, tal vez debido a la casa misma, tal vez debido a algo que había en el viejo”[5]. Reflexionando esto, Morris-Suzuki en el capítulo dedicado a la naturaleza hace que estas expresiones sean más entendibles “La naturaleza no se considera como la creación de un dios trascendente, sino la realidad de un “devenir” y cambio constante en la que los seres humanos estaban profundamente entramados”. [6] Si se relaciona con el relato, expresa el devenir en Eguchi se verá envuelto en sus siguientes visitas a las bellas durmientes.
Hacia el segundo encuentro luego de 15 días, Egushi recibe un llamado de la mujer de la casa preguntándole si volvería, este no muy seguro, accedió de todas formas y se presentó a la hora establecida por la casera. En este encuentro en particular resalta la importancia de la naturaleza dentro de la narración, el pensamiento y los sentimientos. “Era eso. Las flores le traían recuerdos de sus tres hijas casadas. Eran flores que viera en sus viajes con las tres, o con una de ellas.”[7] “Pero Eguchi no estaba particularmente interesado en verificar el número de colores. Se sentía cautivado por el árbol en sí. Era notable que un árbol de cuatrocientos años pudiera producir tal abundancia de flores”[8]. Ambas citas, son los recuerdos que tiene Eguchi en relación a las vivencias con su hija menor, quien era su favorita. Ahora si se plantea desde el punto de la descripción de la muchacha él la compara con una camelia lo que se puede entender gracias a lo expuesto por Morris-Suzuki “una sensibilidad espontanea a la naturaleza a la que definían explícitamente como femenina”[9].
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