Con los brazos abiertos
Enviado por pspmalo • 15 de Noviembre de 2018 • Trabajo • 2.807 Palabras (12 Páginas) • 115 Visitas
Con los brazos abiertos
En una competencia de tiro, se encuentran un padre y su hijo esperando su oportunidad para demostrar todo el tiempo que le han dedicado a practicar, para ser el mejor en su ciudad. Ha llegado su turno, se le ve nervioso, angustiado. - ¡Da todo hijo! - le dice su padre antes de entrar al campo en donde debe coger el arma y disparar a varios objetivos en movimiento por ser la fase de selección y lograr pasar a la siguiente ronda.
El viento de ese día no era el óptimo, en su mente se hacía las siguientes preguntas: - ¿Hacia dónde va el viento? ¿Con que velocidad va? ¿Hoy es mi día de suerte? ¿Le voy a atinar al blanco? -. El tiempo corre, tiene que jalar el gatillo sino será penalizado, Juan lo ve desde lejos. Y en eso se escucha un estallido.
Se levanta inmediatamente de su cama y se pega la frente con la cama de su hermano al cual levanta también. - ¿Otra vez el sueño? - le dice su hermano todo molesto porque ha sido levantado muy temprano. Voltea a ver el reloj y se da cuenta que ya se tiene que ir, porque ha rentado una habitación en un pueblo muy lejano de la cuidad para practicar para el torneo de ese año que ha sido inscrito por su padre.
Se despide de su familia diciendo: –Nos veremos muy pronto- con la mirada en alto, con la motivación hasta las nubes por cumplir sus sueños, y de pronto su brazo es jalado con tal fuerza que pierde el equilibrio y cae en los brazos de su padre, con la cara llena de lágrimas y con un corazón despedazado. Ya que sabe que no lo podrá acompañar a la aventura que cambiará su vida por completo. Su hijo le dice –calma padre, siempre estarás conmigo vigilando mi espalda- mientas seca sus lágrimas mientras lo abraza.
Antes de emprender el viaje por la mañana y tomar el tren que se dirige al pueblo, decide parar en la casa de su novia. Es recibido en la puerta por un joven extraño con una tolla cubriendo su cintura hacía abajo. - ¡Y tú! ¿Qué haces aquí? – dice mientras a un costado, en las escaleras divisa a su novia con una bata tan solo cubriéndola. La tensión, la desesperación, la frustración se siente en el turbio habiente en el que se encuentra cada uno de ellos pensando en que sucederá ahora, ya que se ha descubierto la verdad.
Sin decir nada, se marcha y ella endiente que no volverá a su casa. Retoma el tren para seguir con su camino, pero a lo más profundo del vagón divisa a una chica que no logra subir su mochila al maletero, inmediatamente se levanta de su asiento diciendo – Siéntate, yo te ayudo-. La chica con una sonrisa voltea diciéndole –muchas gracias, y ¿de dónde vienes? – al cual él responde: –vengo de la cuidad y me dirijo al pueblo para encontrarme con Juan, ¿y tú? -, la chica responde: - ¿Juan? ¿El de las garzas? -, él le responde: -Creo que sí, la verdad nose, me dijeron que con el puedo rentar una habitación por un tiempo, ¿Y porque la pregunta? - la chica comienza a reírse mientras se para de su asiento para ir por sus maletas, que ya casi están por llegar a la estación.
Desconcertado también la sigue, Sin embargo, bajando del tren la chica corre hacia un señor algo viejito, con los brazos abiertos y llenos de lágrimas, los dos sonríen. En ese instante las maletas se encontraban en el suelo. Entonces me acerque a ella preguntándole: - ¿Qué sucede aquí? -, ella me respondió: -Él es mi abuelo Juan, el de las garzas-, Mientras levantaba las maletas el señor se me quedo mirando diciéndome: - ¿Tu eres el chico de la cuidad? ¿El que me va a rentar una habitación, no es así? -, al cual yo respondí que sí mientras nos dirigíamos a la casa en donde me alojaría.
Hemos llegado a la hora de la comida en la cual la esposa del Sr. Juan me ha invitado a acompañarlos por este “maravilloso día” me exclamo. Yo todavía confundido por no entender lo que estaba sucediendo, porque la chica estaba con el Sr. Juan y porque sería un maravilloso día para ellos, yo no les pregunte nada sobre ellos al contrario ellos me empezaron a hacer preguntas sobre la cuidad y a la chica que por lo que llegue a escuchar, es que ella tenía un trabajo en la cuidad pero que había sido despedida y que ya no encontraba donde quedarse. Entonces me imagine que solo tenía a sus abuelos que viven en este pueblo muy agradable, por cierto, hasta el momento.
Al terminar de comer el Sr. Juan le dice a la chica que debería llevarme a la feria del pueblo que se organizara. La chica estuvo de acuerdo, se levantó de la mesa dando las gracias a dios por la comida, corrió hacia su cuarto que se encontraba en la planta de arriba de la casa, tarda un tiempo y bajando las escaleras dice: - ¿Así te vas a ir? – en lo cual yo le respondo: Si, ¿Por qué? ¿Me veo mal?, -No, te ves bien así- dice mientras se despide del Sr. Juan y su esposa.
Al salir de la casa la chica me dice que primero me llevara al centro del pueblo, luego a la feria y al final a un lugar sorpresa. No me parecía mala idea, apenas estaba llegando y tenía tiempo para conocer el lugar y sus alrededores, ya que si me pierdo un día en el monte tendría que encontrar la forma de reconocer el pueblo si me llegara a dar la noche cuando salga a practicar.
Cuando llegamos al centro del pueblo, la chica me empezó a contar que a ella le encantaba venir a visitar a sus abuelos, ya que siempre la apoyan en todo y la quieren mucho, dándole paseos, recorridos por el monte, hasta acompañar a su abuelo a cazar, ya que su padre siempre salía a cazar la comida todos los días porque era su pasión y el Sr. Juan lo acompañaba. Hasta que un día parecido a cualquier otro, de regreso a la casa, al intentar cruzar un alambrado el padre del Sr. Juan tropieza con una piedra, haciéndolo caer brazos abiertos y con el arma entre el pecho haciéndola disparar, matándolo al instante.
Mientras ella contaba la historia de su abuelo, sentados en una de las bancas del parque en donde ella siempre jugaba con sus amigos. De pronto, la chica comienza a temblar al voltear a ver hacia un costado, dándome también las ganas de voltear mientras le pregunto: - ¿Qué paso? ¿Qué estás viendo? – y ella responde: -No es nada de gran importancia, ven vamos a seguir caminando-. Siguiendo nuestro camino nos dirigimos a la feria del pueblo.
Llegamos a la feria, en donde todo era muy colorido, todas las personas estaban felices, se podía ver que se la estaban pasando de maravilla en aquel momento. –¿Bueno, y que estamos esperando? - dice la chica mientras me coge de la mano y jala hacia ella, mientras recorríamos el lugar hasta que nos detuvimos en un puesto de tiro con pistola en lo cual intente ganar un peluche para ella, pero no lo logre, así que decidí volver a intentar logrando conseguir el peluche que ella quería.
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