Crítica literaria: Las ventajas de ser invisible por Stephen Chbosky

Zambrano Gaytán Jarette Andrés                4°E   T/V                  Crítica y propuesta

Crítica literaria: Las ventajas de ser invisible por Stephen  Chbosky

“Querido amigo (…)”. Con estas dos sencillas palabras Charlie nos da la bienvenida a su vida, que ha comenzado a experimentar grandes cambios, algunos de ellos incomprensibles, como el suicidio de su mejor amigo. Incapaz de superar esta gran pérdida, intenta omitir la soledad manteniendo una correspondencia con un completo desconocido para sentir que alguien le escucha y es capaz de comprenderlo sin juzgarlo.

Al contrario que otras novelas del género juvenil, Las ventajas de ser invisible busca la participación del lector en la historia, implicándolo desde el inicio a través de estas cartas que recibe del propio protagonista Charlie. Es cierto que seguimos siendo los lectores, pero Stephen Chbosky consigue que nos involucremos, pues enseguida nos sentimos identificados con los conflictos que Charlie experimenta ante una de las etapas más difíciles de su vida: la adolescencia.

Este libro nos narra la transición de Charlie durante esta etapa de la vida adulta, así como todos los descubrimientos que realiza junto con sus amigos Patrick y Sam. Poco a poco, nos damos cuenta de los cambios que le suceden, tanto a nivel físico como psicológico, queriéndose encontrar a sí mismo en esta crucial etapa. Resulta muy significativo como Stephen Chbosky consigue reflejar esta evolución a través del lenguaje y la forma de expresarse del protagonista. Al inicio, Charlie se encuentra en una etapa de negación por el suicidio de su amigo y dedica las primeras cartas a describirnos algunos detalles de su vida cotidiana. Su deseo es permanecer al margen, no involucrarse en la vida real y ser invisible ante los ojos de las demás, salvo su familia. Sin embargo, cuando Patrick y Sam  entran en su vida, todo cambia. Su percepción de la realidad se ve distinta por las experiencias junto a sus dos nuevos amigos, que lo obligan a participar, a ser parte del todo. Es entonces cuando observamos los primeros cambios. La novela empieza a adquirir un tono cada vez más adulto, madurando al mismo tiempo que lo hace Charlie.

Ahora bien, si hablamos de todo los “mensajes ocultos” en el libro, es increíblemente maravilloso cómo el autor decide “proyectarlos” en el libro, pues lo hace a través de la música y de algunos títulos de unos libros clásicos; canciones como Asleep de The Smiths, Heores de David Bowie y grandes títulos como Peter Pan (James Matthew Barrie) y Cómo matar a un ruiseñor (Harper Lee) son la representación de la vida narrada de Charlie, también estas canciones escuchadas y libros leídos en la misma historia por él, son gran representación de maduración por parte del personaje principal, pues Stephen Chbosky decidió reflejar  a un excelente personaje que con el paso del tiempo no va a ser el mismo y va cambiando de ideales y pensamientos, lo que es esencial en un personaje perfectamente hecho. Como dato curioso, el autor de ahora 50 dice en entrevistas que para poder escribir este libro, se vio bastante influenciado por el trabajo de J.D. Salinger en El guardián entre el centeno.

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