Crónica Interpretativa y Opinativa

 “CRÓNICA INTERPRETATIVA”

El mundo daba un vuelco, uno literal, la Tierra se mecía, el arrullo era palpable.

Mi padre, en la recámara contigua, me preguntó si temblaba, yo afirmé y nos dispusimos a salir de casa.

Afuera el tiempo parecía detenido, los chicos en la cancha habían dejado de jugar, las madres se asomaban preocupadas desde sus puertas o ventanas, los vecinos salían también y la tierra debajo de nuestros pies no dejaba de moverse en círculos pequeños, o al menos yo así lo sentí.

Una mujer se desmaya, algunas otras parecen mareadas, yo sólo puedo pensar en mi madre y mi hermano, que en ese momento estaban en el trabajo y la escuela respectivamente. ¿A qué hora se va a detener la tierra?

El reloj parece avanzar más lento y a lo lejos la alarma de sismo sigue sonando, pero yo no lo escucho, los latidos de mi corazón retumban en mis oídos.

Al fin llega la calma, todos empiezan a regresar a sus casas y en las redes sociales no paran de hablar de lo mismo, el sismo de 7.8 en la escala Richter que acabamos de vivir en las ciudad de Guerrero, Oaxaca, México, Puebla y sus vecinos.

“CRÓNICA OPINATIVA”

Recuerdo la expectativa que había desde el momento en que el Príncipe William anunció su compromiso con Kate Middleton, hoy día conocida como la Duquesa Catherine de Cambridge.

Era la pareja de ensueño, el cuento de hadas se hacía realidad, el Príncipe se enamoraba de la chica normal, la chica se volvía Princesa.

A un mes de que la feliz pareja cumpla ya un año de matrimonio podemos decir que la boda fue todo lo esperado y más. A nadie le importó si ese día tuvieron que levantarse a las 4 de la mañana para ver la transmisión en vivo, era un evento mundial, sumamente importante, “La Boda Real”. Es decir ¿A quién no le gustaría casarse con una Princesa o un Príncipe, convertirse en parte de la historia de un país, estar en el árbol genealógico de una familia de Reyes y Reinas?

Sin duda un bonito evento. La misa, el recorrido de los novios por las calles de Londres, la celebración, las celebridades y aquél beso en el balcón que todos pudieron apreciar en distintos canales, en portadas de revistas, en páginas web y uno que otro más suertudo pudo presenciarlo incluso.

Así, tras once meses del evento nos preguntamos ¿Podremos volver a vivir algo similar en el futuro? ¿Otra mujer se convertirá en Princesa? ¿Ellos vivirán su “Felices para Siempre”?

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