EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA

EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA

• De Robert Fisher –

1. INTRODUCCIÓN.-

Había una vez un caballero que todo el tiempo estaba ocupado luchando contra sus enemigos y se consideraba a sí mismo bueno, generoso y amoroso. Llevaba una brillante armadura y siempre estaba cabalgando hacia todos lados. Durante muchos años se esforzó por ser “el número uno” del reino, sin embargo un día se dio cuenta de que lo más valioso de la vida (su esposa y su hijo) no lo conocían y se habían alejado de él. Muy confundido y triste se fue en busca del famoso mago Merlín pues pensó que sólo él podría ayudarle a sacarse esa incómoda armadura que incluso el herrero no pudo. Cuando al fin lo encontró, se dio cuenta de que había estado perdido toda su vida, aunque al principio, por orgullo, no quería aceptarlo. Al día siguiente conoció a Ardilla y al escucharla pensó que se estaba volviendo loco, entonces Merlín le explicó que pasaba lo contrario: se estaba volviendo lo suficientemente sensible como para SENTIR las vibraciones de los demás, sin embargo para cuidar a su esposa y a su hijo primero debía poder cuidar de sí mismo y con la armadura era imposible. También conoció a Rebeca, una paloma mensajera que llevó una carta a su hijo Cristóbal preguntándole si deseaba que el caballero volviera, sin embargo cuando Rebeca regresó trayendo la respuesta y vio que la carta estaba en blanco, el caballero muy sorprendido, cayó al suelo…intentando contener sus lágrimas porque “los caballeros no lloran”, sin embargo su pena lo venció y se durmió llorando…

Al día siguiente entendió que no podía seguir pensando igual porque este camino sólo lo conduciría al miedo, odio e ignorancia. Entonces Merlín le dijo que había otra opción: ir por el sendero de la VERDAD, ya no se trataba de lo que obtendría sino de lo que ya no tendría, se despojaría de su armadura.  El caballero aceptó y Merlín lo felicitó por su coraje y le dio una llave dorada que abriría los 3 castillos que bloqueaban el camino de la Verdad: El castillo del SILENCIO, del CONOCIMIENTO y el de la VOLUNTAD y OSADÍA y le advirtió que la lucha que libraría en el sendero de la verdad sería muy diferente a sus anteriores batallas. Esta batalla consistía en aprender a amarse a sí mismo y para eso debería conocerse.

Al día siguiente el caballero se despertó sorprendido porque sentía el calor en su cara, sus lágrimas habían oxidado su visera y ésta se había caído. De pronto divisaron el castillo de la Verdad, sin embargo el caballero se sintió decepcionado pues esperaba una estructura más grande y elegante a lo que la paloma Rebeca le dijo que “Cuando aprenda a aceptar en lugar de esperar, tendría menos decepciones”.

• EL CASTILLO DEL SILENCIO.- El caballero entró y había un silencio tan aterrador que se dio cuenta de que jamás en su vida se había sentido tan solo, entonces se encontró con el rey, al que admiraba tanto, que le contó que él siempre regresaba al castillo para aprender más de sí mismo cuando se sentía atrapado en su armadura. Le dijo que permanecer en silencio es más que “no hablar”, ya que cuando estamos con las demás personas sólo mostramos nuestra mejor imagen y no dejamos caer nuestras barreras” y se fue.

Para pasar el tiempo el caballero empezó a hablar consigo mismo, recordó su niñez y se dio cuenta de que siempre tuvo miedo de estar solo, entonces se abrió una puerta más pequeña, toda su vida sólo había hablado de lo que había hecho y de lo que iba a hacer y nunca disfrutó de lo que pasaba en el momento y nuevamente se abrió otra puerta más pequeñita y, como nunca antes, el caballero se quedó quieto y escuchó el silencio y ese momento se dio cuenta de que la mayor parte de su vida, no había escuchado a nadie ni a nada, no había escuchado el sonido del viento, la lluvia o el agua que corría por los arroyos, tampoco había escuchado a su esposa Julieta cuando ella intentaba decirle que estaba triste y recordó que él también estaba triste y nuevamente se puso a llorar. Entonces se abrió otra puerta más pequeña porque se estaba acercando a él mismo y empezó a hablar con SU VERDADERO YO y lo llamó Sam. Abrió los ojos y estaba sentado en el sendero de la Verdad, al otro lado del castillo del Silencio. Había pasado mucho tiempo y comprendió que no sólo había derramado lágrimas por él sino por Julieta…Merlín le dijo que había nacido con un corazón y recién ahora lo estaba utilizando y que por eso conoció a Sam que era su “YO VERDADERO” ☺.

• EL CASTILLO DEL CONOCIMIENTO.- Era el castillo más grande que el caballero había visto jamás porque había sido diseñado por el propio universo que es la fuente de todo conocimiento. Se dio cuenta de que disfrutaba de la compañía de Sam. Entró al Castillo y descubrió que estaba en tinieblas. Entonces Ardilla encontró una inscripción que decía “El conocimiento es la luz que iluminará nuestro camino” y otro que decía “¿Habéis confundido la necesidad con el amor? El caballero sabía que amaba a Julieta y a Cristóbal, sin embargo se dio cuenta de que sólo la había amado en los buenos tiempos, cuando ella lo atendía y que la había desatendido porque estaba muy ocupado con sus cruzadas y que la había culpado de todo y a medida que se daba cuenta de lo injusto que había sido, empezó a llorar de nuevo porque había pasado lo mismo con su hijo…Había necesitado el amor de ellos porque ¡¡¡NO SE AMABA A SI MISMO!!!

Entonces Rebeca guió al caballero ante un gran espejo, él no quería mirarse porque no se consideraba muy guapo, sin embargo se sorprendió mucho porque vio una persona encantadora cuyos ojos brillaban con AMOR Y COMPASIÓN, muy diferente a aquel caballero alto, con ojos tristes y armadura hasta el cuello que él recordaba…se miró de nuevo y se dio cuenta de que la amabilidad, compasión, amor, inteligencia y generosidad siempre habían estado dentro de él y ante ese hermoso pensamiento, la luz brilló más fuerte e iluminó la única habitación del Castillo. Luego, como sentía hambre, fue al patio donde había un manzano y vió una inscripción: “Por esta fruta impongo condición, pero ahora aprenderéis de la ambición”, el caballero no entendió y preguntó a Ardilla y Rebeca qué significaba, a lo que Rebeca contestó que no tenía ninguna ambición, lo mismo que Ardilla y el árbol. El caballero bastante sorprendido dijo que no entendía lo qué sería de una persona sin ambiciones, a lo que le respondieron: “Sería feliz sólo por SER”. Apareció Merlín y le explicó que existen dos tipos de ambición: la que proviene de la mente, que sirve para conseguir cosas materiales, y la ambición del corazón que es la única que podía darle felicidad porque es pura y no hace daño a nadie. Con todo este conocimiento y casi sin armadura, el caballero se sintió más ligero y más joven de lo que se había sentido en años y con el paso firme de un muchacho partió hacia el siguiente castillo.

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